No vuelvas a casa por Navidad.
Hola, chicos, ¿qué tal?
Aquí estamos, una semana más, en un episodio más de Español Con Juan.
Este será, por cierto, el último episodio de este año. Un año, que, por cierto, se acaba, por fin se acaba… ¡Qué año de mierda! ¿no? Ha sido un año de mierda total y absoluto.
Así que, por ese lado, estoy muy contento de que, por fin se haya terminado.
Y ahora llega la Navidad, pero este año ni siquiera la Navidad será como la Navidad de todos los años. Va ser, seguramente, una mierda de Navidad…
Para empezar es que hasta el Almendro ha suspendido su anuncio clásico. Llevaba varios días preguntándome qué iba a pasar con el clásico Vuelve a casa, vuelve, que es Navidad. Este año decirle a la gente que tiene que volver a casa por Navidad no tiene mucho sentido, con todas las restricciones que hay debido al Covid.
No sé si sabéis de qué estoy hablando. A muchos de vosotros lo que estoy diciendo os sonará a chino, me imagino.
“Sonar a chino” significa que es algo difícil de entender, ¿vale? Cuando se dice que algo suena a chino quiere decir que es algo difícil de comprender porque el idioma chino es algo complicado, un idioma difícil.
Bueno, os cuento, supongo que sabéis que en España en Navidad se come un dulce típico que se llama Turrón. Hay turrón duro y blando. Algunas personas prefieren el duro, otras prefieren el blando… A mí me gustan los dos. El turrón duro está muy bueno, pero es, como su nombre indica, muy duro y hay que tener cuidado con los dientes. Más de uno ha perdido un diente intentando comer turrón duro…
Pero, en fin, eso ahora no viene a cuento.
Lo que yo quería decir es que hay una marca de turrón muy famosa en España que se llama El Almendro. Como os podéis imaginar, hay muchas marcas de turrón, algunas más conocidas, otras menos conocidas. El Almendro es una de las marcas más conocidas.
Su fama se debe, en gran parte, a un anuncio de la televisión, un anuncio que se vio por primera vez en Televisión Española el año 1980 y que se hizo tan popular que lo volvían a poner cada año.
No sé si pasa algo así en vuestros países. Desde 1980, cada año, cuando está llegando la Navidad, en la televisión española ponen el mismo anuncio de turrones El Almendro. Desde 1980, ya hace más de 40 años, sin interrupción, todos los años el mismo anuncio…
Bueno, a ver, no es exactamente el mismo anuncio. Es el mismo tipo de anuncio, la misma música, la misma canción, la misma historia, pero, claro, el anuncio ha ido evolucionando, cada año se ha hecho con un mejor sonido, con una mayor calidad técnica, con una mejor imagen, pero en lo fundamental el anuncio es el mismo.
La historia es muy sencilla. Alguien, un hijo, una hija, un estudiante de la universidad, un soldado, un pescador, un emigrante… Alguien que se encuentra lejos de su hogar vuelve a casa para celebrar la Navidad con su familia.
Cada año, la historia cambia, las personas que volvían a casa eran diferentes, estaban lejos por motivos diferentes, pero todos tenían algo en común: volvían a casa para estar con su familia.
Este anuncio y la canción “vuelve a casa por Navidad” se hizo tan popular en España que si le preguntáis a cualquier español, estoy seguro de que se sabe la letra de la canción de memoria. ¡La hemos escuchado tantas veces!
Es una de esas canciones sentimentales, un poco ñoñas, la verdad, muy sentimentales…
Yo, la verdad, no puedo escucharla sin que se me salten las lágrimas. ¿Sabéis qué significa “saltale a uno las lágrimas”? Se te saltan las lágrimas cuando se te ponen los ojos húmedos y te dan ganas de llorar.
Pues así me pongo yo, y así se ponen muchos españoles, cuando escuchamos esta canción “vuelve a casa, vuelve, que es Navidad”.
Esta publicidad se ha hecho tan famosa que hoy en día no solo anuncia una marca de turrones; en realidad es un anuncio de la Navidad.
La Navidad en España no empieza el 24 ni el 25 de diciembre. En la mayoría de los países, la Navidad es algo que se celebra el 25 de diciembre, ¿no?. En España la Navidad empieza cuando aparece el anuncio de El Almendro en la televisión. En ese momento todos los españoles saben que ya es Navidad.
A los españoles, el anuncio de El Almendro nos trae recuerdos de nuestra infancia, de nuestros padres, de nuestros hermanos, de las personas que ya no están con nosotros, de las personas que están lejos y que, quizás, nunca volverán.
Es un anuncio triste y al mismo tiempo alegre. Es un anuncio melancólico, sentimental, un poco como la Navidad, ¿no? La Navidad es así, un poco triste.
Cuando eres niño la Navidad es algo muy alegre porque tienes vacaciones, no hay que ir al colegio, puedes jugar con tus amigos y con tus hermanos todo el tiempo que quieras, hay dulces, muchos dulces, puedes comer turrón, mazapanes, mantecados… Y luego está el belén, que hay que hacerlo y es superdivertido… yo me lo pasaba muy bien haciendo el belén. De hecho todavía, cada vez que veo un belén, un pesebre, es como volver a la infancia. Me encantaba poner el belén, hacer las montañas, poner la hierba, la nieve… Cada año compraba figuras nuevas para poner en el belén… Era como un juego, claro.
Y luego estaban los Reyes Magos. Había que escribirles una carta para pedirles juguetes y ellos te los traían el 6 de enero…
La Navidad era mágica, la Navidad era el periodo del año que se vivía con más ilusión. Así al menos es como yo la recuerdo…
Cuando eres mayor, sin embargo, la Navidad es un momento del año bastante sentimental, melancólico y, para muchas personas, triste.
Hay cosas poco más tristes que pasar la Navidad en soledad. Hay cosas poco más tristes que recordar a las personas que ya no están con nosotros.
Quizás por eso cada vez que escucho el anuncio de El Almendro me pongo triste y se me saltan las lágrimas. Se me saltan las lágrimas cada vez que escucho esta canción.
Como decía antes, me estaba preguntando qué pasaría este año, este maldito año, con el anuncio de El Almendro. ¿Qué sentido tiene poner este anuncio este año, este maldito año del Covid?
Efectivamente, El Almendro ha suspendido su clásico anuncio por primera vez en 40 años. Han hecho bien. La letra de la canción habla de caricias, de besos, de estar cerca de tu familia… No tenía sentido.
Además, desde el punto de vista comercial, yo creo que la gente hablará más este año de la publicidad de El Almendro. A veces se habla más de algo que no está que de algo que está. Es lo que se llama “brillar por su ausencia”.
No sé si conocéis esta expresión: brillar por su ausencia. Se suele decir cuando alguien no está presente en una reunión, en una fiesta y, precisamente por eso, porque no está, todo el mundo habla de esa persona. Su ausencia es noticia. Entonces se dice que esa persona “brilla por su ausencia”.
Por eso digo que este año, la publicidad de El Almendro brilla por su ausencia, o sea, que yo creo que este año mucha gente en España va a hablar más de El Almendro que otros años, precisamente porque no se ha puesto este anuncio clásico en la televisión.
En fin chicos, decidme si en vuestros países existe algo similar a lo que ocurre en España con esta publicidad. ¿Hay algún anuncio clásico de este tipo que se repite todos los años? No creo que sea un fenómeno solo de España.
Y nada más por hoy. Este es el último episodio de nuestro podcast del año 2020. Ahora voy a tomarme unas semanas de descanso para recargar un poco las pilas y empezar el año próximo con más vitalidad, con más energía aún si cabe.
Espero de todo corazón que el año próximo sea mejor que este para todos.
Antes de terminar quería también daros las gracias a todos por haberme dado vuestro apoyo este año. Espero que os hayan gustado los temas de los que hemos hablado, el estilo del podcast…
Y espero contar con vuestra compañía el año que viene también.
Gracias a todos los que me apoyan en Patreon y en PayPal. Sin vuestro apoyo, para mí sería muy difícil continuar creando materiales online.
Gracias también a todos los que habéis dejado una reseña en Apple Podcast y en otras plataformas de podcast. Eso es muy importante para que cada vez más estudiantes de todo el mundo conozcan Español Con Juan.
Un abrazo y nos vemos, no, no nos vemos, nos escuchamos, nos escuchamos el próximo año.
¡Hasta pronto!