¿Qué causa la TARTAMUDEZ?
Esta pregunta fue elegida por nuestros benefactores de Patreon. Un saludo especial hasta Argentina
para Tomás García, de siete años.
Se cuenta que Demóstenes tenía dificultades para hablar: probablemente tartamudeaba. Con
perseverancia y piedritas en la boca logró convertirse en el mejor orador de la antigüedad.
El emperador de Bizancio en el año 770 fue Miguel Segundo “El Tartamudo”. Y a principios
del Siglo Veinte el Rey Jorge Sexto de Reino Unido, aterrado de hablar en público, recurrió
a un logopeda para entrenar su habla y poder declararle la guerra a Alemania de forma elocuente.
Como ves, hasta las personas importantes pueden tartamudear, pero…
¿Qué causa la tartamudez?
La tartamudez es un trastorno de la comunicación que se caracteriza por la pérdida de la fluidez
al hablar. Esta puede ser por re-re-re-pe-pe-pe-ticiones (ejem), llamada
“clónica” u por innnnnn-nterrupciones, llamada tónica. Pero la mayoría de quienes
la tienen, sufren de la mixta: un po-po-po-co de las ddd-dos. (JAVIER: PIENSO QUE ESTE CACHITO
PUEDE HACERSE NO COMO BURLA SINO PARA EMPATIZAR ¿CREES QUE FUNCIONE O PARECERÁ IRRESPETUOSO?)
Es más común en hombres que en mujeres: de cada 4 personas con esta discapacidad,
sólo una es del sexo femenino. Una de cada cien personas padece de tartamudez y es más
común en los niños: hasta cinco de cada cien niños la han tenido.
Aristóteles (quien posiblemente también tartamudeaba) decía que la causa era que
“las ideas fluían más rápido de lo que la lengua se movía”. Durante mucho tiempo
se pensó que el problema era anatómico: hasta el Siglo Diecinueve los doctores trataban
de curarla cortando un pedacito de lengua, dividiéndola o poniéndole prótesis, o tratando
de ensanchar el paso de aire a los pulmones. Es un trastorno complejo que no tiene una
causa bien definida. Todo indica que hay una predisposición genética: si tienes familiares
que tartamudean, hay tres veces más posibilidades de también tener esa condición. De hecho
se ha asociado con errores de copia del cromosoma 12: diez por ciento de tartamudos tienen alteraciones
en el gen GNPTAB y ningún no-tartamudo las tiene.
En un cerebro sin trastornos de comunicación, el habla se desarrolla en el hemisferio izquierdo,
específicamente en dos zonas: el área de Wernicke, que procesa los significados, y
el área de Broca, que se encarga de la gramática. Juntas forman el “circuito del habla”.
Pero, para poder hablar, también necesitamos mover músculos: para eso interviene la corteza
motora: el circuito del movimiento. De la articulación de estos dos circuitos surge
el habla. Pero en las personas con tartamudez se ha encontrado que el procesamiento ocurre
menos en el lado izquierdo del cerebro ¡y más en el lado derecho! Esto dificulta el
enlace entre los dos circuitos, lo que pone a trabajar intensamente al cuerpo calloso
que conecta los dos hemisferios. Más aún: este “cambio de lado” pone
en contacto el procesamiento del habla con las partes del cerebro asociadas con las emociones.
Sabemos que la tartamudez no es causada por ansiedad o timidez, pero sí que tartamudear
provoca vergüenza y miedo, lo que lleva a la ansiedad y timidez, y eso puede agravar
el trastorno y afectar severamente el estado emocional de las personas. Por eso es importante
no regañar a los niños que la padecen ni tratar de obligarlos a hablar en situaciones
estresantes. Esta condición suele aparecer entre los dos
y los cinco años de edad y la mayoría la suelen superar después de los 10 años sin
necesidad de tratamiento alguno: sólo con paciencia y comprensión. Si después de esta
edad persiste la tartamudez -y se nota porque los niños empiezan a desarrollar estrategias
para evitar hablar o decir palabras difíciles-, es posible la recuperación siguiendo estos
consejos: Hablar abiertamente de la tartamudez, evitando
burlas y regaños. Tomar en cuenta que el proceso seguramente
será largo y paulatino Procurar la relajación. Propiciar la conversación
en ambientes tranquilos y escuchar con paciencia, dejando que el niño se exprese.
Es posible pedir ayuda logopédica o a un fonoaudiólogo. Éste seguramente recomendará
un tratamiento que indique hablar de manera lenta y continua, controlando la respiración
para mejorar la fluidez. Es curioso que la fluidez mejora bastante
cuando la persona habla al unísono con otras personas. Por eso se inventó un aparato que
ayuda al tratamiento “haciéndole coro” a los pacientes… algunos de los cuales han
mostrado mejoría (pero faltan pruebas concluyentes). Es importante decir que la tartamudez no es
signo de discapacidad intelectual: quienes tartamudean son tan inteligentes como los
demás. El joven inglés Charles Dodgson era tartamudo y quería ser sacerdote, pero para
ser sacerdote se necesitaba tener una gran dicción… así que fue rechazado. Entonces
se dedicó a la literatura. Se convirtió en Lewis Carroll, autor de la famosa Alicia
en el País de las Maravillas, celebrada por su originalidad y su profundidad intelectual
¡Curiosamente!
Este episodio se realizó gracias a la ayuda de quienes nos apoyan en Patreon, ¡Tú también
puedes apoyarnos en Patreon.com/curiosamente, como lo hicieron Alberto Campano, Daniel Guerrero,
Diego González, Diego y Ángel Cortéz, Francisco Tejeda, Heberto Taracena, Leslie, Marco Ricardo
Zunzunegui, Noemi Moreno, Paulo Reynaldo Calvo, Raúl Sierra, Ricardo Reyes, Roberto Brücher
y Tania Moreno.
-------------------------------------------- Modelo 3D cortesía de Anderson Winkler
https://brainder.org/research/brain-for-blender/
La pregunta original es ¿Por qué tartamudeo cuando hablo?
Salió ganadora después de varios meses. Se trata de un niño Tomas de 7 años de Argentina,
su papá se convirtió en Patreon buscando este video como una forma de hablar del mecanismo
del tartamudeo y crear conciencia al respecto.
Un saludo especial a: Alberto Campano, Daniel Guerrero, Diego González, Diego y Ángel
Cortéz, Francisco Tejeda, Heberto Taracena, Leslie, Marco Ricardo Zunzunegui, Noemi Moreno,
Paulo Reynaldo Calvo, Raúl Sierra, Ricardo Reyes, Roberto Brücher y Tania Moreno