La Astrología DESMONTADA
"En el vídeo de hoy vamos a hablar de la más ancestral de todas: la astrología. La
disciplina que muestra cómo los astros influyen en cómo somos y qué es lo que va a pasar
en nuestro futuro" [...] "Encontraron el Efecto Marte" [...] "Y posteriormente el psicólogo
Ertel reharía el estudio con un mayor rigor metodológico" [...] "La actividad sísmica..."
[...] "Los pelirrojos..." [...] "Los accidentes laborales..." [...] "Acertaban en un 72% de
las veces" [...] "Emparejaron correctamente a 8 de las 10 parejas" [...] "¿Por qué personas
de tan alta responsabilidad usarían meras supersticiones?"
¡Hey cocktails! Que guay, no me esperaba que hicieras.
Pues sí, de hecho tengo un programa en streaming en el que los hago…
[escupe] ¡¿Pero qué le has echado a esto!? ¿¡Orina!?
Punto 1. Sí, le da un estupendo amargor. Y punto 2: deberías apreciar mucho más mi
hospitalidad. Te autoinvitas a mi Circulo, me chafas el vídeo e insultas mis preparaciones.
Debería metamorfosearte en el cerdo que eres.
Pero ¿de qué vas? Yo no he sido quien ha intentado estafar a todo el multiverso contando
milongas sobre los astros, y el horoscopo… [mueve los dedos de manera mágica]
Deja de hacer eso. Y, a ver, dime, ¿el qué de mi argumentación es una “milonga”?
A ver, que la astrología es una ciencia… Venga, hombre.
¡Es la madre de todas las ciencias!
Si lo dices en el sentido de que astrología fue la semilla que dio lugar a muchas ciencias,
bueno, podríamos discutirlo. Aunque el consenso es que la verdadera madre de las ciencias
es la matemática, en el sentido de que es de los saberes racionales teóricos más antiguos.
Por eso la astrología pinta poco. Y vamos, si estás queriendo decir que la astrología
es la primera ciencia, amigo, dudo que ninguna definición de ciencia te permita encajarla.
¿Cómo que no? Utilizamos los mismos datos de precisión que utilizan los astrofísicos
y tenemos un método bien complejo con cálculos matemáticos para analizar sus influencias.
Si realmente intentas impresionarme con “hacemos matemáticas” y “usamos datos de la NASA”
vas por muy mal camino. Esencialmente lo “técnico” que hace un
astrólogo es detectar la posición de un planeta respecto a otro o a una constelación
(que recordemos que no son nada físico. Son solo dibujos que hicieron nuestros antepasados
hace milenios. Las estrellas de una constelación pueden estar separadas por distancias titánicas).
Bueno, pues para saber dónde está cada cosa lo que haces es mirar una tabla. Sí, la NASA
tendrá las suyas, pero tampoco hace falta consultar esas. Las posiciones de planetas
se tienen registradas desde hace cientos de años y la cosa apenas ha cambiado desde entonces.
Así que si vais diciendo que consultáis datos de la NASA es para chulearos, no por
precisión. Y lo de las mates, y la complejidad del método…
Bueno, tú puedes hacer muchas cuentas y seguir un procedimiento muy enrevesado, si no están
reflejando un algo que suceda en el Universo ni es estar haciendo ciencia ni nada. Una
disciplina no puede ser una ciencia empírica si no estudia un fenómeno que sea real, y
las influencias astrales no son reales porque cuando intentas demostrarlas el resultado
es negativo. Todo el corpus de hechizos del mundo de Harry Potter es muy amplio y complejo,
pero nadie afirmaría que los hechizos de Harry Potter son reales.
Me sigue pareciendo increíble que afirmes que la astrología no refleja un fenómeno
real. Como siempre la ciencia oficial resistiéndose al cambio.
Vaya chorrada. Con la de veces en la historia que se han encontrado fenómenos e “influencias”
nuevas y la ciencia las ha incorporado. Desde los rayos infrarrojos, los rayos X o la radioactividad
hasta las fuerzas que operan a nivel cuántico. Hay decenas de ejemplos. Por eso ese argumento
tuyo de que la influencia de los planetas puede ser una nueva interacción física se
cae a trozos. Para poder hablar de una interacción así primero has tenido que verla, tienes
que estar 100% seguro de que planetas están teniendo un efecto sobre nosotros.
¡Pero si la influencia de los astros está demostrada! ¡Las pandemias fueron predichas
correctamente!
¿El COVID y la aparición de las otras plagas? ¿Predichas? O sea, ¿tú te has mirado los
detalles?
Sí claro, la conjunción de los planetas externos influye en la aparición de epidemias.
Pero, ¿cómo que conjunción? En enero de este año Júpiter y Saturno estaban MUY más
o menos en conjunción en Sagitario, con los otros planetas desperdigados en otras partes.
Por otro lado, durante el año de propagación de la Peste, Júpiter, Urano y Plutón estaban
en Aries, y por otro, con la aparición de la gripe española, Saturno y Neptuno estaban
Leo. Es decir, son tres cielos ¡totalmente distintos! Si en las tres ocasiones Júpiter
hubiera estado justo en este signo o sucediera siempre la misma conjunción en la misma casa,
oye, te lo hubiera comprado. Pero esto es ridículo. Además las epidemias son la carta
fácil para hacer predicciones. Es solo mirar los registros y verás que prácticamente
en todo momento en la historia ha habido una en alguna parte del mundo.
Bueno, es cierto que estas puede que no sean las más acertadas. Pero ¿qué me dices del
resto de estadísticas?
Pues que son bastante pobres.
¿Cómo que pobres?
Sí, por ejemplo la que conectaba los terremotos con los aspectos mayores. El problema con
el estudio está en gran parte en los orbes. ¿Qué? ¡Eso no lo has explicado en el vídeo!
¿verdad? Cuando los astrólogos dicen que dos planetas
están, por ejemplo, en conjunción no se refieren a conjunciones exactas, sino que
dan unos cuantos grados de margen. Aceptan que los efectos astrológicos se manifiestan
aunque estas distribuciones no sean perfectas, siempre que caigan en unas ciertas “zonas
de influencia”. Estos márgenes son los llamados orbes, y según el astrólogo que
preguntes serán más grandes o pequeños. Las conjunciones y las oposiciones tienen
entre 8 a 10 grados de orbe, mientras que las cuadraturas entre 7 y medio y 8.
Johnston en su estudio escoge orbes de 15 grados, márgenes tan grandes como para que
los astros en cuadratura y en trino puedan confundirse. Y claro, al permitir tan fácilmente
que pueda haber un aspecto mayor, la probabilidad de que coincida esto con un terremoto es sospechosamente
alta. La falta de precisión en el método hace que encaje todo.
De hecho, otro de los estudios en los que caen en esto es el de los accidentes laborales.
Pero, ¿qué dices? Ese estudio afirma una cosa con precisión: “aumento de los accidentes
laborales alrededor de los días en los que Sol está en conjunción, en oposición o
en cuadratura con el signo solar del trabajador”
Creo que no has podido elegir mejor ejemplo de imprecisión: ya no es solo que tengamos
otra vez toda la movida de los orbes con las conjunciones y las oposiciones, haciendo que
sea relativo cuando coinciden tales aspectos con los accidentes, sino que ahora se añade
imprecisión en el tiempo: “aumento alrededor de los días”. ¡Ni siquiera pueden apuntar
en qué momento exacto está ejerciendo la supuesta influencia!
Bueno, pero es que tal vez el Universo simplemente funcione así. Dando márgenes.
O puede que los investigadores estén un pelín sesgados y estén (¿cómo decirlo?) aumentando
el tamaño de su portería para que entren los goles. Pero oye.
Podría ser. Lástima que un estudio que analizó más de 200 terremotos de gran magnitud no
encontró ninguna correlación con ningún signo, ninguna casa ni ningún aspecto.
Y sigo, respecto al estudio de los accidentes laborales, se acabó encontrando un error
grave. No se tuvieron en cuenta las estadísticas sobre el número real de trabajadores. Se
estaba trabajando con una muestra más pequeña de lo que debería. Como también pasaba en
el artículo de los pelirrojos
Oh, sí. Un 10% más de pelirrojos de lo que debería con Marte cerca del ascendente. Pero,
¿qué problema hay con analizar pocos casos? Mientras salga bien
¿Bien? ¿Qué significa eso de “salir bien”? Lo que tiene que salir es realista. Para estas
cosas, las estadísticas decentes analizan miles o decenas de miles de casos. Este estudio
solo contó con unos 500, y eso aumenta el riesgo de que los resultados sean fruto de
una fluctuación.
No lo pillo.
Es como si tiras un dado 10 veces, te salen 4 veces un 2 y decretas que el dado está
trucado. Tal vez lo que ha pasado es que no has tirado el dado bastantes veces y no has
dado la oportunidad de que salgan los otros números. Lo mismo ocurrió con este estudio.
Una réplica posterior mostró que este porcentaje extra de pelirrojos era mucho menor, denotando
que el resultado más que una realidad estadística era un subproducto de los pocos datos.
O puede que no. Porque aunque ese porcentaje de exceso disminuyera aún estaba ahí.
Sí, pero ese porcentaje es explicable por otros motivos. Uno es como estableces tu hipótesis
de partida: ¿Qué defines como “pelirrojo”? ¿Dónde pones la línea entre un color castaño
y un pelirrojo? Como esto es algo relativo, permite que se pueda juguetear con los datos.
¿No sale el resultado que querías? Bueeeno, pues se es un poco más holgado con lo que
es un pelirrojo y ¡oh! ¡ahora sale super bien!
Y, como sabes amigo, los astrólogos son los reyes del relativismo y la interpretación.
Por lo que es frecuente encontrarse estas tácticas maliciosas en los artículos que
dicen probar su disciplina.
¡Pero es que lo estás confundiendo todo! Los astros ejercen una influencia en nuestro
mundo, pero es una influencia entre muchas otras. Tuercen solo un poquito el destino
de nuestra historia. No podemos pretender que todos los terremotos, los accidentes laborales,
incluso los pelirrojos tengan una causa astral directa. Pero sí es cierto que en algunos
la podrían tenerla ligeramente.
¡Pero si no se ha demostrado que la tengan!
Tal vez sea una influencia tan pequeña que detectarla con el método científico sea
muy difícil.
Lo dudo mucho: hay campos de la ciencia en los que detectar experimentalmente algunos
fenómenos es increíblemente complicado. Por ejemplo, el bosón de Higgs. El bosón
de Higgs es una partícula que, una vez se genera, se destruye en una fracción pequeñísima
de un segundo. Para colmo, la señal que emite al destruirse es muy similar al de muchos
otros procesos. Es decir, que cuando los físicos detectan estas señal solo una parte muy muy
pequeñita de ella son bosones de Higgs. Y a pesar de ser tan pequeña los físicos
de partículas consiguen diferenciarla del resto. Gracias al entendimiento teórico del
mundo cuántico, son capaces de simular todos estos factores extras para poder extraer la
influencia del bosón de Higgs respecto a la influencia de otras partículas.
Se puede hacer. Pregunta: si es así ¿por qué no lo hacen los astrólogos? Mi única
respuesta es porque no les interesa.
Eres demasiado categórico. No entiendes que en otras disciplinas la capacidad de hacer
predicciones está limitada por el propio campo de estudio. Sí, se podrá predecir
con mucha finura cuanto se desintegra una partícula, pero cuando se trata de predecir
cómo va evolucionar un ser vivo la cosa es muy difícil. El sistema es tan complejo,
que separar todas las influencias que lo gobiernan es casi imposible. Nadie diría que la biología
no es una ciencia, pero no tiene un grado tan alto de hacer predicciones como la física.
… Por ahora…
De la misma manera la astrología tampoco tiene por qué tenerla. Aunque en la práctica
los astrólogos profesionales sí consiguen predecir la personalidad de la gente, así
que algo de ciencia, aunque sea una ciencia social, sí que hay.
Si lo dices por los estudios que nombraste, bff…
¿Cómo que “bfff”? El de los niños, en los que los astrólogos aciertan sus capacidades
en un 72% solo viendo la carta natal. Es brutal.
Si por “brutal” te refieres a poner a prueba a los astrólogos, en el mejor de los
estudios, con solo 20 cartas natales... ¡20! ¡En un juego que es casi como escoger cara
o cruz! La probabilidad de acertar por pura chiripa es de 1 contra 10. Que se que puede
parecer poco, pero desde un punto de vista científico es un riesgo inasumible. El descubrimiento
del bosón de Higgs se confirmó con un riesgo de 3 entre 10 millones.
Y este es un argumento muy burdo, pero, una vez más, muestras bajas pueden llevar a errores.
En este caso, un metaanálisis posterior que analizó los resultados de 742 astrólogos
emparejando unas 1400 cartas natales revelaron que efectivamente había errores: Dieron lugar
a una tasa de acierto de casi el 50%.
Bah, “metanálisis”. Ahí los ultraescépticos han podido meter sus sucias manos en los resultados.
Aunque fuera así, ahí tienes el astrotest.
¿El astrotest?
Ojo: en los 90s, el escéptico Rob Nanninga invitó a un grupo grande de astrólogos (con
distinto nivel de expertise) a que individualmente emparejaran 7 sujetos con sus 7 cartas natales.
Les puso el test en bandeja: a parte del test de personalidad que tenían que rellenar los
sujetos, permitió que los astrólogos lo matizaran a su gusto y que añadieran las
preguntas que ellos consideraran. Tendrían toda la información que quisieran. Además
había premio si el astrólogo acertaba las 7 personas correctamente. Sin embargo, a la
hora de la verdad de los 44 astrólogos que completaron la prueba, ninguno hizo pleno.
El más exitoso solo obtuvo tres coincidencias, y la media (que estadísticamente tendría
que estar en un acierto) fue de 0.75. Además no hubo pruebas de que los astrólogos más
experimentados lo hicieran mejor que los principiantes. Asi que todo ese rollo del “corredor de
bolsa intuitivo” no se sostiene experimentalmente.
¡Uo! ¡Pero podría devolverte el revés aquí! ¿No son 44 astrólogos muy pocos para
sacar conclusiones? “Muestras bajas pueden llevar a errores”. Además, a mi favor tengo
otros test de predictibilidad, como el de compatibilidades matrimoniales de Frank.
Tests que son mucho más fáciles de acertar. Lo vuelvo a repetir: la ambigüedad siempre
juega a favor del astrólogo. En el estudio de Frank (que para empezar se hizo solo con
10 parejas), lo que los astrólogos consiguieron fue acertar la compatibilidad entre dos personas
basado en un test de personalidad que habían hecho. Y claro las cartas son tan vagas, que
cualquier coincidencia en los cuestionarios podía interpretarse como un acierto. Luego
cuando los astrólogos tuvieron que predecir a través de las cartas qué parejas estaban
realmente casadas, los resultados fueron una catástrofe. Cosa que los propios autores
admiten. Pero oye, en cuanto al número de astrólogos
del astrotest… touché. Sería mucho más significativo si hubiera más, pero, oye,
si quieres números grandes, aquí los tienes: un clásico de la astrología es que entre
parejas hay signos con más o menos compatibilidad.
¡Claro! Tauros nunca con Leos.
Así que David Voas comprobó los signos zodiacales de 10 millones de parejas para ver si encontraba
alguna correlación.
Oh no.
Resultado: azar puro y duro. Estas investigaciones se han seguido repitiendo, ampliando la muestra
a 27 millones de parejas y el resultado ha sido el mismo. Los signos solares no tienen
ningún efecto en cómo elegimos a la gente con la que intimamos.
Bueno, no sé. ¿Y qué me dices del efecto Marte en los deportistas de élite? Eso sí
que está comprobadísimo.
Ese sí que es un buen berenjenal. Y podríamos estar horas hablando del tema, pero con el
tiempo se ha visto que el efecto Marte… no se sostiene.
Como que no, los tratamientos estadísticos de Gauquelin se repitieron por escépticos.
Y la correlación se mantenía.
Sí, pero siempre se trabajaba con sus datos originales y los escépticos sospecharon que
había cherry picking en ellos. CRESPO OMEGA
¿Cherry Picking? ¿Qué es eso?
Es cuando alguien quiere de antemano afirmar que algo es real y lo que hace es seleccionar
los datos maliciosamente para que el resultado estadístico salga bueno.
Por eso el Comité para la Investigación Científica de Afirmaciones de lo Paranormal
le pidió a Gauquelin el procedimiento por el que había hecho sus estudios y los replicaron
sobre nuevos datos. Así fue como Kurz y Rawlins encontraron que el efecto Marte se desvanecía
y podía explicarse por pura casualidad.
Investigación muy criticada por los astrólogos. Y ahí es dónde entró Ertel, mostrando que
el efecto Marte sí que estaba ahí cuando se hacía un tratamiento mucho más serio,
incluso con los datos del comité. Y que cuanto más eminente era el deportista mayor presencia
de Marte había.
El cual fue a su vez refutado por miembros del Comité y por otros tests independientes.
Encontraron muchos de los errores estadísticos de los que hemos estado hablando. Entre ellos
hay un estudio con más de 1000 campeones deportivos. Concluyeron que no había efecto
Marte. De hecho una cosa muy curiosa que el propio Gauquelin se dio cuenta es que el efecto
Marte en los deportista después de 1950 tendía a desaparecer. Él lo atribuía al aumento
de partos inducidos y también hechos mediante cesárea, pensando que de alguna manera distorsionaban
la influencia astral
¿Los médicos estaban interfiriendo con los planetas?
Es una explicación. Aunque hay otra más plausible: una sociológica. Se sospecha que
las partidas de nacimiento de las que partió Gauquelin podrían haber sido modificadas
por los padres para que el crío hubiera nacido a horas o días astrológicamente más favorables.
Las creencias supersticiosas eran una realidad para esa época. Pero, claro, los hospitales
proliferan y los partos se generalizan en ellos. Y entonces engañar al médico ya no
es tan fácil.
Un poco retorcido, ¿no?
Un poco. Pero las muestras tampoco eran enormes, y basta con que algunas estuvieran trucadas
para ya dar un poco de significancia estadística. Ahora, es cierto que esta es solo una de otras
contribuciones. La distribución planetaria durante esas décadas también pudo haber
contribuido, al igual que efectos psicológicos. Dentro de una clase, los niños nacidos a
principios del año son mayores que el resto, mejor desarrollados en muchos sentidos, y
esa pequeña ventaja les podría dar más seguridad para desempeñar deportes o tareas
intelectuales. Mayor seguridad, mayor aprobación externa y mejor rendimiento. Efecto Pigmalión,
por eso los nacidos en un momento concreto del año salen buenos deportistas.
Bueno, pero al final todo eso son justificaciones. Tal vez haya una influencia muy compleja,
que varía en tiempo, a través de unas pautas que no entendemos.
Eso, o fue todo el resultado de una mala estadística, algo que pasa todo el rato. En este sentido,
tampoco hay que buscarle maldad a los astrólogos. Hacer buenos estudios estadísticos, en los
que los sesgos no te pasen una mala pasada, es muy complicado y muchos de los que hicieron
estas investigaciones no tenían experiencia. Pensaban que habían detectado cosas que realmente
no estaban ahí, hasta que venían estadistas curtidos y les hacían saltar la investigación
por los aires. El propio Gauquelin se dió por vencido: “todo intento de producir evidencia
de la validez de la leyes astrológicas ha sido en vano”. ¡Eso dijo el mayor representante
de esta cruzada por encontrarle origen científico a la astrología!
¿Argumento de autoridad? ¿en serio?
Ok… Pero al margen de esto, y, fíjate, aunque realmente hubiera una correlación
decente entre la posición de Marte y los deportistas, esto no justifica la astrología.
La astrología
es un sistema de presunta predicitibilidad mucho más amplia, que si naces bajo estas
estrellas tenderás a ser de una manera específica; que serás risueño de corazón pero serás
desafortunado en el trabajo. Esas son un montón de predicciones que deberían detectarse estadísticamente.
Y lo único que estaría correlacionado sería que si naces con Marte en el sitio correcto
la probabilidad de que fueras un buen deportista sería algo mejor que la media. El resto de
cosas [se encoge de hombros], sin pruebas que las sostengan. Y lo mejor es que el propio
Gauquelin buscó esas correlaciones y no las encontró.
A los astrólogos les encanta llevar como bandera el efecto Marte de Gauquelin, pero
¿y el resto de investigaciones negativas? En cierto sentido, eso es hacer un poco de
cherry picking.
No puede ser todo lo que me estás contando. Te lo estás inventando, tiene que haber evidencia
¡Grandes científicos de la historia han hecho astrología!
Bueno, los científicos son humanos, también son influenciables por la cultura de su época,
o simplemente equivocarse. Además no sabemos hasta qué punto algunos realmente se lo creían
y cobrarle al noble de turno por su carta astral era solo una manera de financiar sus
investigaciones.
Pero, ¿y los líderes políticos? ¿Y las millones de personas que creen en los astros?
¿Están todos equivocados?
Eso. Eso es lo que me llevo preguntando todo el rato. La pregunta de oro: ¿Cómo pueden
estar todos equivocados?
Eh… estás muy cerca.
No voy a quedarme con la duda. Lo siento mucho tío, pero vamos a tener que responder esto
por las malas.
¿Por las malas?
Navideñamente por las malas.