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Esp - VisualPolitik, ¿Cómo se está MILITARIZANDO VENEZUELA? - VisualPolitik - YouTube (1)

¿Cómo se está MILITARIZANDO VENEZUELA? - VisualPolitik - YouTube (1)

Queridos amigos, amigas, en las dictaduras, a pesar de que todo suele parecer estable

bajo el yugo amenazador del poder absoluto y la represión policial,

frecuentemente las cosas no paran de moverse entre bambalinas. Al fin

y al cabo esa puede ser la única forma de sobrevivir o sobresalir.

Pues bien, Venezuela no es una excepción. No lo ha sido,

no lo es y mientras dure el régimen bolivariano no lo será.

De esta forma, el pasado 20 de marzo, Tareck El Aissami, el otrora poderoso Ministro del

Petróleo y presunto narcotraficante, según el gobierno de Estados Unidos,

presentó su renuncia en medio de algunas investigaciones sobre corrupción.

Sí, sí, por mucho que te cueste creerlo, este es el contexto.

[Cómo si la corrupción no formara parte de la

identidad de la mismísima revolución bolivariana. Lo que hay que ver.]

El caso es que hablamos de una trama en torno al oro negro

caribeño que ya ha provocado múltiples detenciones. Hablamos, por supuesto,

de toda una enorme purga interna en las entrañas del último resquicio del Socialismo del siglo XXI.

Pero… ¿Qué demonios está pasando dentro del chavismo? ¿Quiénes ganan y quienes

pierden con toda esta historia? ¿Está la revolución bolivariana crujiendo por dentro?

Pues bien, vamos a averiguarlo.

Arranquemos.

(Venezuela es un país que sobre todo tendría que hacernos pensar en petróleo: este país se asienta

sobre unas reservas probadas de más de 300 mil millones de barriles de crudo. Para que

nos hagamos una idea, esto representa casi el total de las reservas de Irán e Irak juntas.)

Hablamos de una inmensa riqueza natural que ha sido administrada

por el Estado desde 1975. Ese año se decretó la nacionalización de la industria petrolera,

bajo la gestión de la compañía Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima, PDVSA. Una

empresa que rápidamente se convirtió en la gallina de los huevos de oro.

(Según datos del Banco Mundial, las rentas petroleras han representado

históricamente cerca del 20% del PIB venezolano. Y eso sin contar

la suma de toda la cadena de valor del sector: esto es, la comercialización,

el transporte y el procesamiento de los derivados. Es decir que la relevancia real del oro negro en

la economía venezolana ha sido en las últimas décadas muy suprior.

Pues bien, ahora cerca de 50 funcionarios y empresarios relativamente relevantes están

en prisión por una aparente investigación que el gobierno de Nicolás Maduro ha impulsado por

sospechas de corrupción en la Superintendencia de Criptoactivos y la Vicepresidencia de Comercio

y Suministros de PDVSA. En base a este caso, importantes r eferentes chavistas están siendo

acusados de apropiación del patrimonio público y hasta de traición a la patria.)

PDVSA siempre ha sido la caja de pandora de la historia reciente de Venezuela. Ahora,

que uno de los casos más complejos para el orden interno del chavismo estalle

dentro de esa entidad no puede parecer una sorpresa, ¿O quizás sí? ¡Atentos!

(T1. BUROCRACIA ROTATIVA: UNA COSTUMBRE EN EL CHAVISMO)

Estoy seguro de que todos lo sabemos, no es un secreto,

el socialismo bolivariano fue un proyecto personalísimo encarnado en una figura fundamental:

Hugo Chávez Frías.

De hecho, durante años, el eslogan del Partido Socialista Unido de Venezuela fue “Somos millones,

una sola voz”, sí, la voz del comandante. (“Chávez ya no soy yo,

Chávez es un pueblo. Chávez somos millones. Tú también eres Chávez, mujer venezolana,

tú también eres Chávez joven venezolano, tú también eres Chávez niño Venezolano,

tú también eres Chávez soldado venezolano [...] Porque Chávez no soy yo, Chávez es un pueblo”.)

De esta forma, aunque la cara visible de todo el proceso, de toda la revolución,

fue siempre Hugo Chávez, su gabinete fue siempre muy volátil.

Hablamos de una rotación de ministerios y funcionarios inédita no solo en la historia

del gobierno venezolano, sino prácticamente en las de cualquier sistema presidencialista.

[Aunque mejor no lo comparemos con el expresidente del Perú

Pedro Castillo. Ya sabéis, todo se puede superar.]

El caso es que los gobiernos de Chávez fueron terriblemente movidos. Fijaos en esta tabla.

Si nos fijamos en ministerios clave, como el de producción o salud,

veremos que a duras penas los ministros duraban más de dos años en el cargo.

Y, ojo, porque ocurría exactamente lo mismo incluso en lo que respecta a la Vicepresidencia,

un cargo que en Venezuela es designado por el propio presidente. Fijaos.

8 vicepresidentes en poco más de 13 años,

no me digáis que no estuvo movida la cosa. La media por cada uno fue de 19 meses.

En cierta forma, cualquier alto cargo revolucionario era prescindible, excepto,

por supuesto, el propio Hugo Chávez… Aunque también había algo más que era

sagrado. Me estoy refiriendo claro está a la gallina de los huevos de oro. Atentos.

(El Ministerio de Petróleo y Minería solo sufrió tres cambios durante todo el gobierno

de Hugo Chávez. Aunque en realidad tras el paro petrolero que sufrió el país entre 2002 y 2003,

como consecuencia de la resistencia de los trabajadores de PDVSA a las políticas

chavistas, el titular de la entidad ya no cambió:

Rafael Ramírez fue el conductor de la industria petrolera venezolana durante todo ese tiempo,

primero como Ministro del área desde junio de 2002, y luego como presidente de PDVSA

desde noviembre de 2004. Se hizo cargo de ambas responsabilidades hasta 2014,

poco después del fallecimiento de Hugo Chávez.)

(“El ministro Rafael Ramírez, estoy obligado a salir en su defensa,

es un venezolano a carta cabal, un hombre honesto, un trabajador incansable. Tiene

10 años al frente del ministerio. Ha cumplido infinidad de tareas con una

gran eficiencia al frente de una tarea nada fácil, enfrentando conspiraciones,

sabotajes, etcétera”. Hugo Chavez, a finales de 2012 después de ganar su tercera reelección.)

(Nosotros siempre hemos creído, lo hemos dicho públicamente, Rafael Ramírez ha sido

uno de los baluartes de esta revolución, leal al comandante Chávez. Diosdado Cabello en 2016)

Ahora bien, si todos los ministros del chavismo iban y venían,

¿por qué no ocurrió lo mismo con el responsable del sector petrolero?

Pues básicamente porque revolucionario o no, el dinero es lo primero.

Y es que fijaos, de acuerdo con cálculos del economista venezolano Francisco Monaldi,

profesor-investigador del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice en

Houston, a partir de los datos sobre la Balanza de Pagos reportados por el Banco

Central de Venezuela (BCV) durante el período 2004-2014, el país caribeño facturó en dicho

período de tiempo un millón de millones de dólares, esto: un billón de dólares hispano.

Una cifra exorbitante difícil de dimensionar: digamos, por poner un ejemplo, que con todo

este dinero se podría pagar la deuda argentina con el FMI unas veintidós veces. ¡De locos!

Hablamos, por tanto, de una inmensa fortuna… Que fue utilizada - por no decir dilapidada - por el

chavismo, entre otras cosas, para financiar todo su plan de nacionalización de las industrias

básicas. Durante esos años el gobierno venezolano compró por la fuerza decenas y decenas de plantas

y entidades productivas privadas, así como Bancos, o cadenas de supermercados, de todo.

Por supuesto, estos ingentes fondos fueron también claves para desarrollar las grotescas

redes de clientelismo que el chavismo puso en marcha a fin de asegurarse un

amplio respaldo electoral con fondos públicos. ¿Queréis una

prueba? Pues prestad atención: (Chávez; Los precios dime:

“Fíjese usted en el mercado capitalista está en un aproximado de 1.899 bolívares.

En la revolución, en el socialismo está en 1.123. Chávez: No, ese no es. No te digo, vamos a

borrar. Ponle el Super-Chávez: 857 bolívares va a costar esto. Es un ahorro de 55%, menos de la

mitad de precio”.Hugo Chavez en 2011, lanzando un plan de electrodomésticos subsidiados.)

Naturalmente, todas las mieles de la revolución dependían de una sola cosa: que PDVSA funcionara

y lograra facturar todo el dinero que el proyecto chavista necesitaba. No se podía jugar con fuego,

la estabilidad aquí era clave, no sea que el flujo de dinero se interrumpiera. Y por eso

no hubo prácticamente cambios... Claro que eso con Nicolás Maduro ha cambiado y mucho.

LA CAÍDA DEL MURO DE CONTENCIÓN)

En marzo del año 2013, días después del fallecimiento de Hugo Chávez, Diosdado Cabello

lanzó un mensaje particularmente inquietante: (“Porque Chávez era el muro de contención de

muchas ideas locas de esas que se nos ocurren a nosotros. Y el presidente imponía su liderazgo,

su prudencia y su conciencia y nos evitaba actuar en muchas ocasiones”)

Es decir, que aunque pueda sorprendernos ahora resulta

Chávez era el moderado… ¡Pues vaya moderado!

El caso es que si leemos entre líneas y analizamos los sucesos posteriores a la

muerte del líder chavista, podemos ver que este tipo de mensajes desafiantes no se dirigen hacia

la disidencia o la oposición política, si no sobre todo hacia el mismo chavismo. Un movimiento que

experimentó una especie de balcanización una vez que desapareció ese “muro de contención”.

(En abril de 2013 cuando Nicolás Maduro ganó los comicios posteriores a la muerte de Chávez,

por supuesto con múltiples irregularidades de todo tipo,

el chavismo se fragmentó en varias facciones:

Una liderada por el propio Nicolás Maduro,

la cual supondría de alguna manera la continuidad ideológica de Hugo Chávez.

Una capitaneada por Jorge Arreaza, entonces Canciller,

que representaba a la familia de Hugo Chávez.

Una liderada por Diosdado Cabello, a quien se señala como un radical dentro del chavismo,

crítico de la supuesta “moderación” de Maduro con ciertos temas.

Y otra vinculada con las FFAA, y pilotada por altos cargos

uniformados que estaban también al frente de industrias básicas)

Naturalmente, había otros muchos caudillos de rango medio que poco a poco fueron integrándose

en las diferentes facciones y provocando muchos cambios. Por ejemplo, la familia de Hugo Chávez

fue perdiendo poder e influencia, mientras que en paralelo Jorge y Delcy Rodríguez,

hoy presidente del parlamento y vicepresidenta respectivamente, fueron tomando fuerza.

En cierta forma, solo las Fuerzas Armadas y Nicolás Maduro lograron fortalecer su

posición. Y a medida que este último ganaba terreno iba expulsando a sus

propios disidentes dentro de la Revolución. Esto ocurrió incluso con los pesos pesados. Fijaos.

N1(12 de diciembre de 2017: La Fiscalía venezolana

investiga a Rafael Ramírez por corrupción en PDVSA . El exministro de Energía y Petróleo,

predilecto del Gobierno de Hugo Chávez, es indagado por su posible responsabilidad en

"operaciones de intermediación" en la compra y venta de crudo. El País)

N2(13 de marzo de 2018: Miguel Rodríguez Torres,

el exministro del Interior de Venezuela arrestado por "conjuras y complots" contra el ejército.

Funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) detuvieron

el martes en Caracas al exministro del Interior Miguel Rodríguez Torres. BBC)

N3(25 de noviembre de 2021: Exfiscal general de Venezuela, Luisa Ortega,

pide asilo en España. La ex fiscal general Luisa Ortega Díaz, crítica del régimen venezolano,

destituida en 2017 y refugiada en Colombia, pidió asilo político en España. DW)

Ya lo veis, purgas en toda regla. Purgas de antiguos líderes y colaboradores del

gobierno chavista que de repente, en un momento u otro, dejaron de encajar en la visión de Nicolás

Maduro. Y como ocurre en todas las dictaduras, eso equivale a la persecución política y policial.

Al final, Diosdado Cabello se terminó alineando con Nicolás Maduro, y el régimen venezolano

quedó compuesto por una especie matriz bipolar interna, donde civiles como Maduro, Cabello o

los Rodríguez, por un lado, y los militares, por otro, acordaron sostener conjuntamente el poder.

Es decir, la balcanización que se produjo tras la desaparición de Chávez,

terminó provocando la reconfiguración del movimiento socialista y no el

desmoronamiento del régimen. Había que salvar los privilegios a toda costa.

Pero… Volvamos al punto clave: ¿Qué ocurrió en todo este tiempo con PVDSA? ¿Qué ha pasado

para que en marzo de 2023 se desate una nueva purga del chavismo a gran escala?

Pues bien, veámoslo.

(T3

EL FIN DE LA VENEZUELA SAUDITA)

A pesar de que no es una frase verificada, se dice que John D. Rockefeller pensaba que

el mejor negocio del mundo era una empresa petrolera y que el segundo

mejor era una petrolera mal administrada. Con todo y eso, la pésima administración de

PDVSA ha provocado la histórica debacle de la que fuera una de las economías petroleras más sólidas

¿Cómo se está MILITARIZANDO VENEZUELA? - VisualPolitik - YouTube (1) Wie wird VENEZUELA MILITARISIERT? - VisuellePolitik - YouTube (1) How is VENEZUELA being MILITARIZED? - VisualPolitik - YouTube (1)

Queridos amigos, amigas, en las dictaduras,  a pesar de que todo suele parecer estable

bajo el yugo amenazador del poder  absoluto y la represión policial,

frecuentemente las cosas no paran  de moverse entre bambalinas. Al fin

y al cabo esa puede ser la única  forma de sobrevivir o sobresalir.

Pues bien, Venezuela no es  una excepción. No lo ha sido,

no lo es y mientras dure el  régimen bolivariano no lo será.

De esta forma, el pasado 20 de marzo, Tareck  El Aissami, el otrora poderoso Ministro del

Petróleo y presunto narcotraficante,  según el gobierno de Estados Unidos,

presentó su renuncia en medio de algunas  investigaciones sobre corrupción.

Sí, sí, por mucho que te cueste  creerlo, este es el contexto.

[Cómo si la corrupción no formara parte de la

identidad de la mismísima revolución  bolivariana. Lo que hay que ver.]

El caso es que hablamos de una  trama en torno al oro negro

caribeño que ya ha provocado múltiples  detenciones. Hablamos, por supuesto,

de toda una enorme purga interna en las entrañas  del último resquicio del Socialismo del siglo XXI.

Pero… ¿Qué demonios está pasando dentro  del chavismo? ¿Quiénes ganan y quienes

pierden con toda esta historia? ¿Está la  revolución bolivariana crujiendo por dentro?

Pues bien, vamos a averiguarlo.

Arranquemos.

(Venezuela es un país que sobre todo tendría que  hacernos pensar en petróleo: este país se asienta

sobre unas reservas probadas de más de 300  mil millones de barriles de crudo. Para que

nos hagamos una idea, esto representa casi el  total de las reservas de Irán e Irak juntas.)

Hablamos de una inmensa riqueza  natural que ha sido administrada

por el Estado desde 1975. Ese año se decretó  la nacionalización de la industria petrolera,

bajo la gestión de la compañía Petróleos  de Venezuela Sociedad Anónima, PDVSA. Una

empresa que rápidamente se convirtió  en la gallina de los huevos de oro.

(Según datos del Banco Mundial, las  rentas petroleras han representado

históricamente cerca del 20% del  PIB venezolano. Y eso sin contar

la suma de toda la cadena de valor del  sector: esto es, la comercialización,

el transporte y el procesamiento de los derivados. Es decir que la relevancia real del oro negro en

la economía venezolana ha sido en  las últimas décadas muy suprior.

Pues bien, ahora cerca de 50 funcionarios y  empresarios relativamente relevantes están

en prisión por una aparente investigación que  el gobierno de Nicolás Maduro ha impulsado por

sospechas de corrupción en la Superintendencia  de Criptoactivos y la Vicepresidencia de Comercio

y Suministros de PDVSA. En base a este caso,  importantes r eferentes chavistas están siendo

acusados de apropiación del patrimonio  público y hasta de traición a la patria.)

PDVSA siempre ha sido la caja de pandora de  la historia reciente de Venezuela. Ahora,

que uno de los casos más complejos para  el orden interno del chavismo estalle

dentro de esa entidad no puede parecer  una sorpresa, ¿O quizás sí? ¡Atentos!

(T1. BUROCRACIA ROTATIVA:  UNA COSTUMBRE EN EL CHAVISMO)

Estoy seguro de que todos lo  sabemos, no es un secreto,

el socialismo bolivariano fue un proyecto  personalísimo encarnado en una figura fundamental:

Hugo Chávez Frías.

De hecho, durante años, el eslogan del Partido  Socialista Unido de Venezuela fue “Somos millones,

una sola voz”, sí, la voz del comandante. (“Chávez ya no soy yo,

Chávez es un pueblo. Chávez somos millones.  Tú también eres Chávez, mujer venezolana,

tú también eres Chávez joven venezolano,  tú también eres Chávez niño Venezolano,

tú también eres Chávez soldado venezolano [...]  Porque Chávez no soy yo, Chávez es un pueblo”.)

De esta forma, aunque la cara visible de  todo el proceso, de toda la revolución,

fue siempre Hugo Chávez, su  gabinete fue siempre muy volátil.

Hablamos de una rotación de ministerios y  funcionarios inédita no solo en la historia

del gobierno venezolano, sino prácticamente  en las de cualquier sistema presidencialista.

[Aunque mejor no lo comparemos  con el expresidente del Perú

Pedro Castillo. Ya sabéis, todo se puede superar.]

El caso es que los gobiernos de Chávez fueron  terriblemente movidos. Fijaos en esta tabla.

Si nos fijamos en ministerios clave,  como el de producción o salud,

veremos que a duras penas los ministros  duraban más de dos años en el cargo.

Y, ojo, porque ocurría exactamente lo mismo  incluso en lo que respecta a la Vicepresidencia,

un cargo que en Venezuela es designado  por el propio presidente. Fijaos.

8 vicepresidentes en poco más de 13 años,

no me digáis que no estuvo movida la cosa. La media por cada uno fue de 19 meses.

En cierta forma, cualquier alto cargo  revolucionario era prescindible, excepto,

por supuesto, el propio Hugo Chávez…  Aunque también había algo más que era

sagrado. Me estoy refiriendo claro está a  la gallina de los huevos de oro. Atentos.

(El Ministerio de Petróleo y Minería solo  sufrió tres cambios durante todo el gobierno

de Hugo Chávez. Aunque en realidad tras el paro  petrolero que sufrió el país entre 2002 y 2003,

como consecuencia de la resistencia de  los trabajadores de PDVSA a las políticas

chavistas, el titular de la entidad ya no cambió:

Rafael Ramírez fue el conductor de la industria  petrolera venezolana durante todo ese tiempo,

primero como Ministro del área desde junio  de 2002, y luego como presidente de PDVSA

desde noviembre de 2004. Se hizo cargo  de ambas responsabilidades hasta 2014,

poco después del fallecimiento de Hugo Chávez.)

(“El ministro Rafael Ramírez, estoy  obligado a salir en su defensa,

es un venezolano a carta cabal, un hombre  honesto, un trabajador incansable. Tiene

10 años al frente del ministerio. Ha  cumplido infinidad de tareas con una

gran eficiencia al frente de una tarea  nada fácil, enfrentando conspiraciones,

sabotajes, etcétera”. Hugo Chavez, a finales de  2012 después de ganar su tercera reelección.)

(Nosotros siempre hemos creído, lo hemos  dicho públicamente, Rafael Ramírez ha sido

uno de los baluartes de esta revolución, leal  al comandante Chávez. Diosdado Cabello en 2016)

Ahora bien, si todos los ministros  del chavismo iban y venían,

¿por qué no ocurrió lo mismo con el  responsable del sector petrolero?

Pues básicamente porque revolucionario  o no, el dinero es lo primero.

Y es que fijaos, de acuerdo con cálculos  del economista venezolano Francisco Monaldi,

profesor-investigador del Instituto Baker de  Políticas Públicas de la Universidad Rice en

Houston, a partir de los datos sobre la  Balanza de Pagos reportados por el Banco

Central de Venezuela (BCV) durante el período  2004-2014, el país caribeño facturó en dicho

período de tiempo un millón de millones de  dólares, esto: un billón de dólares hispano.

Una cifra exorbitante difícil de dimensionar:  digamos, por poner un ejemplo, que con todo

este dinero se podría pagar la deuda argentina  con el FMI unas veintidós veces. ¡De locos!

Hablamos, por tanto, de una inmensa fortuna… Que  fue utilizada - por no decir dilapidada - por el

chavismo, entre otras cosas, para financiar todo  su plan de nacionalización de las industrias

básicas. Durante esos años el gobierno venezolano  compró por la fuerza decenas y decenas de plantas

y entidades productivas privadas, así como  Bancos, o cadenas de supermercados, de todo.

Por supuesto, estos ingentes fondos fueron  también claves para desarrollar las grotescas

redes de clientelismo que el chavismo  puso en marcha a fin de asegurarse un

amplio respaldo electoral con  fondos públicos. ¿Queréis una

prueba? Pues prestad atención: (Chávez; Los precios dime:

“Fíjese usted en el mercado capitalista  está en un aproximado de 1.899 bolívares.

En la revolución, en el socialismo está en 1.123. Chávez: No, ese no es. No te digo, vamos a

borrar. Ponle el Super-Chávez: 857 bolívares va  a costar esto. Es un ahorro de 55%, menos de la

mitad de precio”.Hugo Chavez en 2011, lanzando  un plan de electrodomésticos subsidiados.)

Naturalmente, todas las mieles de la revolución  dependían de una sola cosa: que PDVSA funcionara

y lograra facturar todo el dinero que el proyecto  chavista necesitaba. No se podía jugar con fuego,

la estabilidad aquí era clave, no sea que el  flujo de dinero se interrumpiera. Y por eso

no hubo prácticamente cambios... Claro que  eso con Nicolás Maduro ha cambiado y mucho.

LA CAÍDA DEL MURO DE CONTENCIÓN)

En marzo del año 2013, días después del  fallecimiento de Hugo Chávez, Diosdado Cabello

lanzó un mensaje particularmente inquietante: (“Porque Chávez era el muro de contención de

muchas ideas locas de esas que se nos ocurren a  nosotros. Y el presidente imponía su liderazgo,

su prudencia y su conciencia y nos  evitaba actuar en muchas ocasiones”)

Es decir, que aunque pueda  sorprendernos ahora resulta

Chávez era el moderado… ¡Pues vaya moderado!

El caso es que si leemos entre líneas y  analizamos los sucesos posteriores a la

muerte del líder chavista, podemos ver que este  tipo de mensajes desafiantes no se dirigen hacia

la disidencia o la oposición política, si no sobre  todo hacia el mismo chavismo. Un movimiento que

experimentó una especie de balcanización una  vez que desapareció ese “muro de contención”.

(En abril de 2013 cuando Nicolás Maduro ganó  los comicios posteriores a la muerte de Chávez,

por supuesto con múltiples  irregularidades de todo tipo,

el chavismo se fragmentó en varias facciones:

Una liderada por el propio Nicolás Maduro,

la cual supondría de alguna manera la  continuidad ideológica de Hugo Chávez.

Una capitaneada por Jorge  Arreaza, entonces Canciller,

que representaba a la familia de Hugo Chávez.

Una liderada por Diosdado Cabello, a quien se  señala como un radical dentro del chavismo,

crítico de la supuesta “moderación”  de Maduro con ciertos temas.

Y otra vinculada con las FFAA,  y pilotada por altos cargos

uniformados que estaban también  al frente de industrias básicas)

Naturalmente, había otros muchos caudillos de  rango medio que poco a poco fueron integrándose

en las diferentes facciones y provocando muchos  cambios. Por ejemplo, la familia de Hugo Chávez

fue perdiendo poder e influencia, mientras  que en paralelo Jorge y Delcy Rodríguez,

hoy presidente del parlamento y vicepresidenta  respectivamente, fueron tomando fuerza.

En cierta forma, solo las Fuerzas Armadas  y Nicolás Maduro lograron fortalecer su

posición. Y a medida que este último  ganaba terreno iba expulsando a sus

propios disidentes dentro de la Revolución. Esto  ocurrió incluso con los pesos pesados. Fijaos.

N1(12 de diciembre de 2017: La Fiscalía venezolana

investiga a Rafael Ramírez por corrupción en  PDVSA . El exministro de Energía y Petróleo,

predilecto del Gobierno de Hugo Chávez, es  indagado por su posible responsabilidad en

"operaciones de intermediación" en  la compra y venta de crudo. El País)

N2(13 de marzo de 2018: Miguel Rodríguez Torres,

el exministro del Interior de Venezuela arrestado  por "conjuras y complots" contra el ejército.

Funcionarios del Servicio Bolivariano de  Inteligencia Nacional (Sebin) detuvieron

el martes en Caracas al exministro del  Interior Miguel Rodríguez Torres. BBC)

N3(25 de noviembre de 2021: Exfiscal  general de Venezuela, Luisa Ortega,

pide asilo en España. La ex fiscal general Luisa  Ortega Díaz, crítica del régimen venezolano,

destituida en 2017 y refugiada en Colombia,  pidió asilo político en España. DW)

Ya lo veis, purgas en toda regla. Purgas  de antiguos líderes y colaboradores del

gobierno chavista que de repente, en un momento u  otro, dejaron de encajar en la visión de Nicolás

Maduro. Y como ocurre en todas las dictaduras,  eso equivale a la persecución política y policial.

Al final, Diosdado Cabello se terminó alineando  con Nicolás Maduro, y el régimen venezolano

quedó compuesto por una especie matriz bipolar  interna, donde civiles como Maduro, Cabello o

los Rodríguez, por un lado, y los militares, por  otro, acordaron sostener conjuntamente el poder.

Es decir, la balcanización que se  produjo tras la desaparición de Chávez,

terminó provocando la reconfiguración  del movimiento socialista y no el

desmoronamiento del régimen. Había que  salvar los privilegios a toda costa.

Pero… Volvamos al punto clave: ¿Qué ocurrió  en todo este tiempo con PVDSA? ¿Qué ha pasado

para que en marzo de 2023 se desate una  nueva purga del chavismo a gran escala?

Pues bien, veámoslo.

(T3

EL FIN DE LA VENEZUELA SAUDITA)

A pesar de que no es una frase verificada,  se dice que John D. Rockefeller pensaba que

el mejor negocio del mundo era una  empresa petrolera y que el segundo

mejor era una petrolera mal administrada. Con todo y eso, la pésima administración de

PDVSA ha provocado la histórica debacle de la que  fuera una de las economías petroleras más sólidas