Hegel - Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal (1/6)
Hola, y gracias por acompañarme a Filosofía de la Historia con Amilcar Paris Mandoki.
El día de hoy empezaremos a abordar la Introducción General de las
Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal de Georg Wilhelm Friedrich Hegel.
Ésta es la primera cápsula en la que abordaremos el contexto de la obra,
la estructura del texto, el significado hegeliano de “filosofía de la historia” y las categorías
de variación y rejuvenecimiento. Así que comencemos de una vez.
Para Hegel fue un camino largo desde Jenna, el éxito académico
no lo alcanzó inmediatamente después de completar la fenomenología del espíritu.
La guerra con su adorado Napoleón lo obligó a salir de ahí y conseguir un
trabajo como editor de periódico y más tarde como director de una secundaria.
Durante los 8 años que estuvo en ese puesto escribió la ciencia de la lógica,
su exposición del método dialéctico.
Después de eso, en 1817 por fin le ofrecen dar clases en la universidad
de Heidelberg y para sus alumnos escribe la enciclopedia de las ciencias filosóficas.
Eventualmente, en el venturoso año de 1818, acepta una oferta para dar clases en Berlin.
Ya en ese cómodo puesto publica, en 1820 publica, su última obra en vida, la filosofía del derecho.
Esto es porque a partir de entonces se enfoca en su labor docente y las otras
obras que conocemos de él surgen del material que preparaba para sus clases.
Entre esas obras se encuentran las lecciones sobre la filosofía de la historia universal,
un curso que dio en 1822, 1828 y 1830. Lo que veremos en estas cápsulas
es la introducción general de estas lecciones, en donde se explica la visión
filosófica de la historia que propone Hegel. ¿Cuál es la estructura de esta introducción?
Aquí Hegel primero explica cuál es la visión racional de la historia.
Procede luego a las tres categorías en las que la historia se presenta al pensamiento:
Variación, Rejuvenecimiento y Razón. Más adelante Hegel explica la idea que se realiza
en la historia, los medios con que ésta idea se realiza y el material en el cuál se realiza.
Finalmente Hegel realiza una reflexión sobre el concepto de
evolución y su relación con la historia. ¿Qué es la filosofía de la historia?
¿Qué significa? Para Hegel “Filosofía de la historia” significa considerar la universal
participación del pensamiento en la historia. Recordamos que para Hegel el pensamiento
participa en todo, y es lógico por lo tanto que también lo haga en la historia.
Por esta razón, filosofía de la historia es la consideración pensante de la historia.
Quienes piensan que el pensamiento está subordinado al ser, y no viceversa como hegel,
piensan que el pensamiento es insuficiente para esto.
Sin embargo, la filosofía tiene pensamientos que produce a priori y con esos se dirige a
la historia como un material para construir una historia a priori.
Pero es importante distinguir esto de lo que Hegel llama historia pragmática.
La historia pragmática consiste en enlazar los sucesos mediante conceptos.
Aquí los sucesos son la base y el concepto es reducido al contenido formal universal,
de los hechos, a los principios y reglas. Aquí se utiliza la historia para justificar
algún argumento a priori, por ejemplo que hay un plan secreto de la naturaleza.
Pero esta manera de entender al concepto, como la concurrencia de una materia y una forma que viene
cada una por su lado, para Hegel es errónea. Mantiene la separación entre
lo ocurrido y el concepto. Esta concepción hace PARECER que la
filosofía y la historia están en contradicción pues la historia debe atenerse a lo sucedido,
lo dado, los acontecimientos y los actos y PARECE que la filosofía lleva
pensamientos que son ajenos a la historia. PERO Hegel ve esta contraposición entre la
historia, el ser natural, el arbitrio y la necesidad externa de un lado, y la necesidad
del concepto, la libertad, la justicia, el fin absoluto verdadero en sí y para sí del otro,
y propone que la filosofía de la historia universal es el ver como se resuelve esta
contraposición en la historia universal. Al princpio del primer capítulo de la
introducción general, Hegel nos dice que a los filósofos se nos acusa de ir con
ciertos pensamientos a la historia. Pero se defiende de esta acusación
afirmando que sólo aportamos un pensamiento: la razón…bueno, una razón que rige al mundo.
Y es que los historiadores nos acusan porque para ellos la razón es un supuesto, mientras
que para la filosofía la razón está demostrada. De hecho, los historiadores son los que llevan
a la historia invenciones a priori, como la de que un pueblo es primero y más antiguo.
Creen que se entregan a los meros datos, pero ven lo existente desde las categorías que ya traen.
¡¡No entienden que lo verdadero no se halla en la superficie visible!! Ellos
se acercan a la historia desde su subjetividad. Los filólogos, nos dice Hegel, son aún peores,
introducen en la historia puros apriorismos, y aunque la filosofía opera también a priori,
sólo introduce la idea, lo que existe ciertamente. Nosotros nos acercamos a lo empírico desde
la razón, el contenido de la historia universal es la razón, los ojos del concepto
que penetran más allá de los acontecimientos. Y con esos ojos buscamos conocer la sustancia.
La razón es sustancia, pues es aquello por lo cual y en lo cual toda la realidad tiene su ser y
consistencia; Es potencia infinita porque alcanza a todo lo que es; y es contenido infinito porque
es toda esencia, verdad y materia. La razón se alimenta a sí misma,
no necesita medios dados, es lo verdadero eterno y lo absolutamente poderoso.
Todo esto ya lo demostró Hegel en sus otras obras, aquí lo presupone como dado.
Bien, entonces ¿Cómo procede la filosofía ante la historia?
La filosofía de la historia busca el fin universal en la historia, el fin del espíritu universal.
Para eso la consideración filosófica procede eliminando lo contingente, que es en otras
palabras, las necesidades externas. Pero no toma el punto de vista
abstracto, sino el más concreto de todos. El punto de vista de la historia universal
filosófica es la totalidad de los puntos de vista. No se ocupa de las situaciones particulares sino
que busca el pensamiento universal que se prolonga en el conjunto.
No se abstrae en los acontecimientos particulares sino que busca su
espíritu, aquello que los hace surgir. Por eso es filosofía de la historia universal,
pues lo universal es lo infinitamente concreto, comprende a todas las cosas,
está presente en todas partes El método consiste comparar lo dado
en la historia universal con los fines del espíritu para obtener lo esencial.
Para lograr esto, la historia se presenta al pensamiento mediante tres categorías.
La primera categoría es la de Variación, Hegel la expresa de la siguiente manera.
“Vemos un ingente cuadro de acontecimientos y actos,
de figuras infinitamente diversas de pueblos, Estados e individuos, en incesante sucesión.
Cuanto puede introducirse en el ánimo del hombre e interesarlo, todo sentimiento del bien,
de lo bello, de lo grande, se ve solicitado y promovido; por todas partes se conciben y
persiguen fines que reconocemos y cuya realización deseamos y por los cuales esperamos y tememos”
La variación parece ser la categoría cinematográfica, narrativa, emotiva de la
historia pero… tiene un aspecto negativo pues para Hegel nos oprime que la más rica figura, la vida
más bella encuentra su ocaso en la historia. Este aspecto negativo lo explica,
mejor aún que Hegel, Nezahualcóyotl: Yo, Nezahualcóyotl, lo pregunto:
¿Acaso de veras se vive con raíz en la Tierra? No para siempre en la Tierra:
sólo un poco aquí. Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea de oro se rompe, aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la Tierra: sólo un poco aquí.
El aspecto negativo de la variación es la conciencia de lo contingente, de lo fugaz,
de que todo parece pasar y nada permanecer. En oposición a éste, se encuentra el
aspecto positivo, y es que una nueva vida surge de la muerte.
Es parecido a la imagen del fénix que se consume en una pira y que de sus cenizas resurge una
nueva vida rejuvenecida y fresca. Pero no es exactamente igual,
la imagen “oriental” del fénix es una imagen que conviene más al cuerpo que al espíritu.
El espíritu no solo surge rejuvenecido, sino sublimado, esclarecido.
Cada vez muere y revive lo hace más poderoso que antes.
De ahí sale la segunda categoría del espíritu: el rejuvenecimiento.
Hegel considera al rejuvenecimiento del espíritu como la purificación y elaboración de sí mismo:
El espíritu se propaga en una inagotable multitud de aspectos,
manifiesta todas sus fuerzas en todas direcciones.
Pero Hegel nos dice que la sucesión de formas y creaciones particulares nos fatiga,
nos deja perpleja la gran diversidad y el antagonismo del contenido.
Y es que, si el espíritu es todo lo humano, el espíritu debe ser tanto los templarios
cruzados como Salah ad-Din y su ejército, los conquistadores españoles y el imperio azteca.
El espíritu son cosas antagónicas que han sido veneradas como santas.
Por ello se impone la pregunta de si detrás de este tumulto no habrá una
obra “íntima silenciosa y secreta, en que se conserve la fuerza de todos los fenómenos”.
Pero la justificación de todo esto, el fin último en sí y por sí es la Razón, la tercera categoría.
Para Hegel la Razón rige al mundo, ésta no es una idea nueva y Hegel lo sabe.
En la próxima cápsula veremos en qué sentido se ha dicho que la razón rige al mundo y en qué sentido
propone Hegel que la razón rije al mundo. Así que hasta entonces.