¿Por qué existe el feminismo?
La activista social y actriz de Hollywood Jane Fonda sostiene: “El feminismo no es
sólo para mujeres, es permitir que todo el mundo tenga una vida más plena”, pero cuando
hablamos de feminismo muchos hombres y algunas mujeres lo ven como algo que no debería existir.
Por eso hoy nos preguntamos... ¿Por qué existe el feminismo?
Lo primero que hay que aclarar es que el feminismo es diverso: las diferentes corrientes y personas
involucradas no están de acuerdo ni en todas las metas ni en los medios para lograrlas.
El feminismo es un movimiento plural que, sin embargo, tiene un núcleo central compartido:
liberarse del sistema patriarcal y lograr así la igualdad de derechos y condiciones entre los géneros.
Entonces ¿no son ya hombres y mujeres iguales
en derechos y condiciones? En otro video hemos hablado sobre lo que nos hace iguales y diferentes
a los géneros, y que, aunque seamos biológicamente y físicamente distintos, tenemos los mismos derechos.
Si bien es cierto que en algunas ocasiones las mujeres han sido líderes sociales o culturales,
como Cleopatra, Juana de Arco o Sor Juana Inés, a lo largo de la historia las mujeres han estado relegadas.
Incluso culturalmente se les ha discriminado. Por ejemplo, Aristóteles afirmaba que eran un “hombre incompleto”.
¡Hasta creía que tenían menos dientes que los hombres! Y decía que su naturaleza era
sólo “obedecer”. Y las ideas bíblicas de que las mujeres son impuras y causantes
de pecado tampoco las ayudaron mucho. La mera idea -falsa- de que las mujeres son inferiores,
ha hecho que durante milenios estén “un paso atrás” en cuanto a derechos y oportunidades.
Hace apenas 100 años, en la mayor parte del planeta, a las mujeres no se les permitía
votar, vestirse como quisieran, decidir con quién casarse o estudiar. Y lo más
lamentable es que aún ahora, en pleno siglo XXI hay mujeres que todavía no pueden hacer
varias de las cosas anteriores. Pero ya desde el Siglo Trece Guillermina de
Bohemia señaló que la Iglesia católica no redimía a las mujeres, dejándolas de
lado e incluso culpándolas de los pecados. Planteó crear una iglesia de mujeres. Para
ellas lo femenino era sagrado y propuso ser la reencarnación de Dios en la tierra para
la mujer, como lo fue Cristo para el hombre. Por sus ideas heréticas fue quemada en la
hoguera en el año 1281. Otro grupo que también sufrió tortura y
muerte fueron las brujas, que no eran las viejas malvadas de los cuentos, sino curanderas
que buscaban acceder a la sabiduría y que fueron perseguidas por ser intentar ser libres
e independientes, y porque la gente creía que tenían acceso a un poder y un conocimiento
que no deberían tener. Entre los siglos Quince y Diecisiete miles de mujeres fueron asesinadas
por no vivir como en esa época se esperaba: sumisas y domesticadas.
En la búsqueda de la igualdad, en el siglo Diecisiete François Poullain de La Barre,
un escritor, sacerdote, y filósofo cartesiano dijo: “la mente no tiene sexo”. Este joven
adelantado a su tiempo, publicó a sus 26 años, un libro polémico llamado “La igualdad
de los sexos”. De La Barre señalaba que a las mujeres se les había arrebatado lo
que era suyo pero que la desigualdad se podía combatir a través de la educación.
Fue en Francia, cuna de la Ilustración, en donde las mujeres se dieron cuenta de que
se exaltaban las ideas de la igualdad universal para todos los hombres… ejem, ejem, pero
sin considerar a las mujeres. Es entonces cuando Olimpia de Gouges, en 1791, afirma
que los “derechos naturales de la mujer están limitados por la tiranía del hombre,
situación que debe ser reformada según las leyes de la naturaleza y la razón” y fue
guillotinada por el gobierno de Robespierre. Poco más tarde, Mary Wollstonecraft escribe
“Vindicación de los Derechos de la Mujer”, planteando la igualdad de derechos civiles,
políticos, laborales, educativos y la libre decisión. Estos cuadernos, no fueron tomados en cuenta
en la Asamblea Nacional de 1789 que proclamaba la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano,
aparentemente las mujeres no eran seres humanos ni ciudadanas. En el siglo XIX también en Francia,
Flora Tristán defiende los derechos de la mujer con las demandas obreras afirmando;
“hasta el más oprimido de los hombres quiere oprimir a otro serr”.
El origen de la palabra feminismo es interesante, porque al principio se utilizaba en Francia
del siglo XIX en la medicina, en una tesis médica escrita por Ferdinand-Valère Faneau
de la Cour, en la que se señalaba que muchos hombres enfermos de tuberculosis tenían rasgos
"infantiles y feministas" como "el cabello fino, pestañas largas, piel blanca y blanda,
barba escasa..." es decir, se asociaba la palabra feminismo con aquellos hombres poco varoniles.
El primero en usar el término para señalar a las mujeres que luchaban por sus derechos fue el escritor francés
Alexandre Dumas hijo cuando publicó un texto titulado “El hombre-mujer” pero usa la palabra “feminista” para burlarse
de la posibilidad de que hombres y mujeres fueran iguales. Así, el escrito de Dumas
es un texto antifeminista y a partir de entonces, la palabra se difundió como una manera despectiva
para señalar a las mujeres que luchaban por sus derechos.
Sin embargo la sufragista francesa Hubertine Auclert se apropió de la palabra en 1882,
como una forma de reconocer que antes de ella existieron mujeres que había que honrar por
su lucha y en algunas ocasiones fueron encarceladas, asesinadas, tildadas de locas, “histéricas”
como aún ahora se les llama a las mujeres que señalan las injusticias.
El feminismo no impone la idea de que las mujeres son mejores que los hombres o que
seamos exactamente iguales: no. El feminismo señala que existe el patriarcado, que es
cuando una sociedad se organiza bajo el supuesto de que los hombres deben tener mayor autoridad
y poder que las mujeres, aunque no sea de manera explícita y sólo en la práctica.
El feminismo busca un cambio en la forma en la que se estructuran las relaciones sociales
para que las mujeres puedan tener acceso a la libertad, al mismo trato y a los mismos
derechos que tienen los hombres. Que no exista discriminación o peligros sólo por el hecho
de ser mujer. Eso le viene bien a los hombres porque, el patriarcado también impone estereotipos
y roles nocivos a los hombres. Luchar a favor de la equidad nos ayuda a construir sociedades más justas.
Simone de Beauvoir, escritora francesa y precursora del feminismo señaló “el feminismo es una forma de vivir
individualmente y de luchar colectivamente”. No hace falta ser parte de un grupo que sufra injusticias para
defender sus derechos. Entonces ¿el feminismo no es un poco como
el machismo pero al revés? Pues no. El machismo pretende dominar y someter, mientras que el
feminismo busca la igualdad de condición entre los géneros.
Ahora, si el feminismo busca la igualdad ¿Por qué se llama feminismo y no igualitarismo?
Porque es importante nombrar los movimientos para poder identificar lo que hay que mejorar.
El feminismo, idealmente no debería existir: las mujeres no tendrían que estar pugnando por equidad.
En una sociedad justa todos tendríamos las mismas oportunidades.
Pero actualmente no se ha alcanzado esa equidad. En América Latina sólo 7 de cada 100 puestos
directivos son ocupados por mujeres. En México tres cuartas partes del trabajo doméstico
no pagado lo siguen haciendo mujeres, y su valor aporta hasta un 23% de la riqueza del
país. Sólo el 45% de las mujeres tienen acceso a un trabajo remunerado y aún así,
en promedio ganan un 16% menos de lo que ganan los hombres. En América Latina una de cada
5 mujeres ha sido maltratada, herida o asesinada por su pareja. ¿No crees que esto debería
cambiar? Innumerables mujeres han aportado a abrir
camino para que otras mujeres puedan gozar de sus derechos humanos e incursionar en la
ciencia, la política, y las artes, inspirando a hombres, mujeres, niñas y niños. El feminismo
no es exclusivo de las mujeres: cada vez hay más hombres que se informan y coinciden con
la lucha feminista y eso es algo positivo para la todos.
Por eso es tan importante que tanto niñas como a los niños se les permita aprender
las mismas cosas y expresar sus ideas. Esa creencia de que las mujeres sólo funcionan
para cierto tipo de tareas es errónea y no permite que puedan desarrollarse plenamente.
Queremos vivir en un mundo en donde quepan muchos mundos, en donde quepa la igualdad,
la tolerancia, la diversidad y la oportunidad para todos y todas de construir una sociedad
más justa y pacífica ¡Curiosamente! Si te gustó este video, dale like y compártelo
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