CAPÍTULO 31: EL TRANSPORTE Y LA HUELLA DE CARBONO
CAPÍTULO 31: EL TRANSPORTE Y LA HUELLA DE CARBONO.
La conversación sobre el cambio climático continúa. De repente, María piensa en su vida tras la llegada del bebé. María: Tomás, tú todavía tienes tu coche, ¿verdad? Tomás: Sí. ¿Por qué? María: Me pregunto si nos va a hacer falta un coche cuando ya esté aquí el bebé. David: ¡Para nada! Irá en el asiento de atrás de mi bicicleta. María: ¡Eso no servirá de nada si tenemos que llevar el carrito! David: Pues podemos caminar o ir en tren. Si nos hace falta un coche, ¡se lo podemos pedir prestado a Tomás! Tomás: ¡Por supuesto! Por mí, encantado de prestaros el coche. María: Creo que tienes razón. También estamos tratando de comprar más en las tiendas del barrio. Tú has dicho, Elena, que lo primero que podemos hacer para llevar una vida más verde es dejar de conducir.
Elena:Es verdad. El transporte produce más gases de efecto invernadero que cualquier otra cosa en España. ¡Incluso más que la electricidad y que cualquier otra fuente de energía! David, María y Tomás: ¡Guau! Elena: En todo el mundo, el transporte genera alrededor del 14% de las emisiones de gases de efecto invernadero al año. Tomás: ¿Y los coches son el peor problema? Elena: Sin lugar a dudas, los coches y los aviones son peores para el medio ambiente que los trenes y el transporte público. Sin embargo, la construcción y el mantenimiento de las estaciones y las vías del tren también causan una gran cantidad de gases de efecto invernadero.
David: Entonces, debemos tener cuidado con la forma de construirlas. María: Las estaciones podrían usar energía solar y eólica, por ejemplo. Elena: ¡Exactamente! Aun así, ¡la cantidad de vehículos en España ha crecido un 8% en los últimos 5 años! Pero el problema principal es la frecuencia con la que conducimos y la distancia que recorremos. Tomás: Entonces, si es posible, es mejor usar el tren, pero también podemos cambiar nuestros hábitos. Por ejemplo, podemos elegir lugares diferentes para pasar nuestras vacaciones. Podemos tomar el tren para ir a Barcelona en lugar de viajar a Francia en avión. Elena: Correcto. ¡Un viaje de ida y vuelta de Madrid a Nueva York genera más dióxido de carbono que millones de personas en todo el mundo en un año! David y María: ¡Guau! David: Así, es mejor caminar, montar en bicicleta y moverse en transporte público siempre que sea posible y lo más cerca de casa que podamos. ¡Y en vacaciones, deberíamos visitar lugares a los que se pueda llegar sin avión! Piénsalo así, María: ¡podemos usar el dinero que gastaríamos en un coche en otra cosa, como en una bicicleta mejor! María: ¡O en paneles solares para la casa! Elena: ¡Esa idea también es muy buena!