Carretera; el amor y Man, el ermitaño de la Costa da Morte
Hola amigos, bienvenidos a este podcast del 13 de abril. ¿Os vais a algún lado ahora en Semana Santa? Yo me voy a caminar, voy a hacer senderismo de refugio en refugio. Pero si vosotros os vais en coche a algún lado, no os olvidéis de llevar el tanque [1] de gasolina siempre lleno. Hoy voy a empezar el podcast con un par de pequeñas historias de carretera. Y después otras pequeñas historias sobre el amor; en concreto vais a escuchar la historia de Man, el artista ermitaño, que se volvió loco por amor, se hizo un artista ermitaño y, al final, murió de pena en la Costa da Morte. ¡Espero que os guste!
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El sentarse al volante [2] el primer día de vacaciones y coger carretera [3], es para mí una de las cosas más excitantes que hay. Se me mete un sentimiento increíble de libertad en el cuerpo. Me da igual si voy a España y tengo un viaje largo por delante, o si me voy al Tichino; la cosa es saber que tengo vacaciones y que puedo conducir a donde quiera y por las carreteras que me dé la gana [4]. Eso es libertad. Cuando Mirjam y Jessica estuvieron en la Patagonia me mandaron fotos de carreteras largas donde no se veía nada nada, sólo carretera. - Es genial-, me dijo Mirjam,- te sientas al volante y sientes libertad, sólo libertad -. Le pasa como a mí. No soy la única que es feliz al volante. ¡Es un gusto!
Lo importante es tener el tanque del coche lleno de gasolina, sí, que no falte para no tener malas sorpresas. Yo me quedé una vez sin gasolina y es un rollo [5]. Me pasó en Francia. Iba con David en moto hacia Bilbao. Me acuerdo de que paramos en un pueblecito para comer. No me acuerdo del nombre del pueblo, pero me acuerdo de que era bonito y de que comimos una crêpe de jamón y queso. Bueno, después volvimos a coger la moto para seguir nuestro viaje. Entonces, de repente, David vio que la moto no tenía más gasolina y tenía que abrir la reserva. Intentó abrirla sí, pero la reserva… ¡ya estaba abierta! La moto avanzó 100 metros más en la autopista y tuvimos que parar. - ¿Qué pasa? - Le pregunté a David sorprendida. - Alguien nos ha abierto la reserva en el pueblo -.- ¿Cómo que han abierto la reserva? No entiendo nada -, le dije. – Mira -. Entonces me acerqué al motor y lo vi. Efectivamente la moto tiene una llave pequeñita, girándola abres la reserva y con esa gasolina llegas a la gasolinera siguiente. La reserva estaba abierta. Alguien nos había hecho una faena [6]. Esperamos ayuda como una hora a pleno sol en una autopista con mucha circulación y... sin agua. Al final eso fue lo peor, el sol y la sed. Vaya, con esto quiero decir que no es nada divertido quedarse sin gasolina.
Bueno, pues Mirjam me contó que en Patagonia son grandísimas las colas [7] en la gasolinera para conseguir nafta (como llaman en Argentina a la gasolina). Me dijo que cuatro horas antes de devolver el coche de alquiler en el aeropuerto de Calafate vivieron su gran experiencia. – Cuando llegamos a la gasolinera vimos que había una cola de coches enorme. ¡Al menos 50 coches estaban esperando para poner gasolina! - .- ¿Y qué hicisteis? - Le pregunté yo. - Pues nos pusimos a la cola. Yo pensé que teníamos tiempo, pero a la media hora, como no se movía ningún coche, fui a preguntar. Me dijeron que justo ese día había una huelga [8] de camioneros [9] y que por eso no había gasolina -.- ¿Pero, Mirjam, que tiene que ver la huelga de camioneros con la gasolina? -.- Eso mismo me pregunté yo, Alicia. Resulta que los camiones tenían que llevar la gasolina a la gasolinera-. Ah, vaya, pensé. - El caso es que allí no tenían ni idea [10] de cuándo iba a llegar la gasolina -, continuó hablando mi amiga. – Al final cuatro horas no fueron suficientes, nos tuvimos que ir sin llenar el depósito para no perder el avión. No pudimos devolver el coche lleno -. ¡Qué cosas!, ¿eh, amigos? Aquí en Suiza esa situación es inimaginable [11].
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El amor mueve montañas, el amor es ciego [12], el amor vuelve a uno loco [13]. ¿Es esto verdad? ¿Estáis de acuerdo con estas frases? Yo creo que estas frases sí son verdad. Por amor uno hace lo impensable, se siente fuerte y lleno de energía, mueve montañas. Pero también hace cualquier tontería. Ay sí, el amor es ciego, la persona enamorada no ve, no piensa, simplemente hace, actúa. Huy, yo he hecho cosas tan tontas por amor. Por ejemplo, una vez salté desde un acantilado [14] para demostrarle al chico que me gustaba que yo era valiente. Salté desde un acantilado de 10 metros al pantano de San Juan y caí mal al agua, me hice muchísimo daño en la pierna, pero lo peor fue que no impresioné a Pepe, no. Nunca llegué a salir con [15] él. En fin. Me llamé tonta muchas veces.
¿Y habéis oído alguna vez la frase "el amor vuelve a uno loco"? ¿o “volverse loco por amor”? Ay, esto también puede pasar. Os voy a contar una historia verdadera muy particular, la historia de Manfred Gnädinger. A este hombre se le conocía en Galicia como Man, el mar gallegoartista ermitaño. Él era del lago Constanza y llegó a Camelle, un pueblo cerca de La Coruña, a principios de los 60. Man se enamoró de la maestra del pueblo y tuvo con ella una relación que lo ató para siempre a Galicia. Lo ató su amor hacia ella, pero también aquella zona gallega tan salvaje. Es que, como todo lo salvaje, allí hay algo mágico que cautivó [16] al alemán. Lamentablemente las cosas no le salieron muy bien a Man… La relación amorosa se rompió y el amor... lo volvió loco. Eso es lo que se dice en el pueblo. Man se refugió en una casita de 16 metros cuadrados en la Costa da Morte. Entonces empezó a pintar, a hacer murales y a hacer esculturas con piedras, restos de naufragios y esqueletos de cetáceos [17]... Hizo de su jardín un museo, un jardín marítimo único de esculturas.
Man era todo un artista. Pero él no estaba psicológicamente muy bien, empezó a perder el contacto con la gente, vivía solo y aislado en esa pequeña casita junto al mar y empezó a quitarse la ropa. Al final, Man iba en taparrabos [18], sólo con un calzoncillo, como los hombres prehistóricos. Vivía para él mismo en una profunda unión a la naturaleza haciendo esculturas y pintando. Murió en el 2002, el año de la catástrofe del Prestige. ¿Os acordáis de lo que pasó con ese buque [19] petrolero? El Prestige tuvo un accidente frente a la costa gallega, perdió muchísimo petróleo que afectó a 2000 kilómetros de costa. La marea negra[20] creó una auténtica catástrofe medioambiental. Murieron muchísimos peces y aves, fue horrible. Fue entonces cuando también murió Man. Se dice que cuando el Prestige tuvo el accidente, Man dejó de medicarse y que murió de pena.
Ahora el refugio de Man es una ruina, pero la Diputación de La Coruña va a invertir unos 20.000 euros en la reconstrucción de la caseta [21] y su obra artística. Un bonito proyecto. Man se volvió loco por amor, se convirtió en un artista ermitaño, murió de pena y ahora Galicia lo va a resucitar [22].
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Por cierto, si ahora vais a la Costa da Morte veréis que el agua es azul. No se ven restos de petróleo. Como decía un amigo de mi madre: el mar es como una lavadora, él se limpiará solo -. Gracias a Dios fue así y hoy en día vuelven a nadar los peces.
Bueno, amigos, ya me despido. Os espero el 28 de abril en podclub.ch o vía app. Ese día es os hablaré del final de la ETA, es que por fin ha llegado el desarme [23] del grupo terrorista.
Mientras tanto podéis aprender las palabras nuevas de esta emisión con el entrenador de vocabulario y ver fotos en Instagram con #amiaire y #podclubalicia. Os deseo una buena Semana Santa y hasta dentro de dos semanas, amigos.
Glossaire: A mi aire [1] (el) tanque: el depósito; el lugar donde se mete gasolina
[2] sentarse al volante: meterse en el coche para empezar a conducir
[3] coger carretera: empezar un viaje por carretera en coche o en moto
[4] dar la gana: querer hacer algo
[5] ser un rollo: pesado, aburrido, malo
[6] hacer una faena: hacer algo que no se debe hacer; una mala pasada
[7] (la) cola: la fila; aquí: serie de coches uno detrás de otro
[8] (la) huelga: interrupción de la vida laboral; cuando hay huelga nadie trabaja, es una forma de protestar por algo
[9] (el/la) camionero/a: persona que conduce un camión
[10] no tener ni idea: no saber
[11] inimaginable: impensable, no se puede imaginar
[12] ciego: se dice de alguien que no ve, que ha perdido la vista
[13] volverse loco: perder la razón, el juicio; no pensar con claridad
[14] (el) acantilado: cuando la costa está cortada en vertical
[15] salir con alguien: tener una relación con alguien
[16] cautivar: enamorar
[17] cetáceo: peces como la ballena o el delfín
[18] (el) taparrabos: un pedazo de tela que sólo cubre los genitales, es como un calzoncillo
[19] (el) buque: barco grande
[20] (la) marea negra: masa de petróleo vertido en el mar que causa mucho daño, sobre todo al llegar a la costa
[21] (la) caseta: refugio, casita
[22] resucitar: vivir de nuevo
[23] (el) desarme: dejar las armas y entregarlas