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Cipión y Berganza o El coloquio de los perros - Cervantes, El coloquio de los perros (3)

El coloquio de los perros (3)

BERGANZA.—¡Ojalá que como tú me entiendes me entendiesen aquellos por quien lo digo; que no sé qué tengo de buen natural, que me pesa infinito cuando veo que un caballero se hace chocarrero y se precia que sabe jugar los cubiletes y las agallas, y que no hay quien como él sepa bailar la chacona! Un caballero conozco yo que se alababa que, a ruegos de un sacristán, había cortado de papel treinta y dos florones para poner en un monumento sobre paños negros, y destas cortaduras hizo tanto caudal, que así llevaba a sus amigos a verlas como si los llevara a ver las banderas y despojos de enemigos que sobre la sepultura de sus padres y abuelos estaban puestas.

«Este mercader, pues, tenía dos hijos, el uno de doce y el otro de hasta catorce años, los cuales estudiaban gramática en el estudio de la Compañía de Jesús; iban con autoridad, con ayo y con pajes, que les llevaban los libros y aquel que llaman vademécum. El verlos ir con tanto aparato, en sillas si hacía sol, en coche si llovía, me hizo considerar y reparar en la mucha llaneza con que su padre iba a la Lonja a negociar sus negocios, porque no llevaba otro criado que un negro, y algunas veces se desmandaba a ir en un machuelo aun no bien aderezado.»

CIPIÓN.—Has de saber, Berganza, que es costumbre y condición de los mercaderes de Sevilla, y aun de las otras ciudades, mostrar su autoridad y riqueza, no en sus personas, sino en las de sus hijos; porque los mercaderes son mayores en su sombra que en sí mismos. Y, como ellos por maravilla atienden a otra cosa que a sus tratos y contratos, trátanse modestamente; y, como la ambición y la riqueza muere por manifestarse, revienta por sus hijos, y así los tratan y autorizan como si fuesen hijos de algún príncipe; y algunos hay que les procuran títulos, y ponerles en el pecho la marca que tanto distingue la gente principal de la plebeya.

BERGANZA.—Ambición es, pero ambición generosa, la de aquel que pretende mejorar su estado sin perjuicio de tercero.

CIPIÓN.—Pocas o ninguna vez se cumple con la ambición que no sea con daño de tercero.

BERGANZA.—Ya hemos dicho que no hemos de murmurar.

CIPIÓN.—Sí, que yo no murmuro de nadie.

BERGANZA.—Ahora acabo de confirmar por verdad lo que muchas veces he oído decir. Acaba un maldiciente murmurador de echar a perder diez linajes y de caluniar veinte buenos, y si alguno le reprehende por lo que ha dicho, responde que él no ha dicho nada, y que si ha dicho algo, no lo ha dicho por tanto, y que si pensara que alguno se había de agraviar, no lo dijera. A la fe, Cipión, mucho ha de saber, y muy sobre los estribos ha de andar el que quisiere sustentar dos horas de conversación sin tocar los límites de la murmuración; porque yo veo en mí que, con ser un animal, como soy, a cuatro razones que digo, me acuden palabras a la lengua como mosquitos al vino, y todas maliciosas y murmurantes; por lo cual vuelvo a decir lo que otra vez he dicho: que el hacer y decir mal lo heredamos de nuestros primeros padres y lo mamamos en la leche. Vese claro en que, apenas ha sacado el niño el brazo de las fajas, cuando levanta la mano con muestras de querer vengarse de quien, a su parecer, le ofende; y casi la primera palabra articulada que habla es llamar puta a su ama o a su madre.

CIPIÓN.—Así es verdad, y yo confieso mi yerro y quiero que me le perdones, pues te he perdonado tantos. Echemos pelillos a la mar, como dicen los muchachos, y no murmuremos de aquí adelante; y sigue tu cuento, que le dejaste en la autoridad con que los hijos del mercader tu amo iban al estudio de la Compañía de Jesús.

BERGANZA.—A Él me encomiendo en todo acontecimiento; y, aunque el dejar de murmurar lo tengo por dificultoso, pienso usar de un remedio que oí decir que usaba un gran jurador, el cual, arrepentido de su mala costumbre, cada vez que después de su arrepentimiento juraba, se daba un pellizco en el brazo, o besaba la tierra, en pena de su culpa; pero, con todo esto, juraba. Así yo, cada vez que fuere contra el precepto que me has dado de que no murmure y contra la intención que tengo de no murmurar, me morderé el pico de la lengua de modo que me duela y me acuerde de mi culpa para no volver a ella.

CIPIÓN.—Tal es ese remedio, que si usas dél espero que te has de morder tantas veces que has de quedar sin lengua, y así, quedarás imposibilitado de murmurar.

BERGANZA.—A lo menos, yo haré de mi parte mis diligencias, y supla las faltas el cielo.

«Y así, digo que los hijos de mi amo se dejaron un día un cartapacio en el patio, donde yo a la sazón estaba; y, como estaba enseñado a llevar la esportilla del jifero mi amo, así del vademécum y fuime tras ellos, con intención de no soltalle hasta el estudio. Sucedióme todo como lo deseaba: que mis amos, que me vieron venir con el vademécum en la boca, asido sotilmente de las cintas, mandaron a un paje me le quitase; mas yo no lo consentí ni le solté hasta que entré en el aula con él, cosa que causó risa a todos los estudiantes. Lleguéme al mayor de mis amos, y, a mi parecer, con mucha crianza se le puse en las manos, y quedéme sentado en cuclillas a la puerta del aula, mirando de hito en hito al maestro que en la cátedra leía. No sé qué tiene la virtud, que, con alcanzárseme a mí tan poco o nada della, luego recibí gusto de ver el amor, el término, la solicitud y la industria con que aquellos benditos padres y maestros enseñaban a aquellos niños, enderezando las tiernas varas de su juventud, porque no torciesen ni tomasen mal siniestro en el camino de la virtud, que juntamente con las letras les mostraban. Consideraba cómo los reñían con suavidad, los castigaban con misericordia, los animaban con ejemplos, los incitaban con premios y los sobrellevaban con cordura; y, finalmente, cómo les pintaban la fealdad y horror de los vicios y les dibujaban la hermosura de las virtudes, para que, aborrecidos ellos y amadas ellas, consiguiesen el fin para que fueron criados.»

CIPIÓN.—Muy bien dices, Berganza; porque yo he oído decir desa bendita gente que para repúblicos del mundo no los hay tan prudentes en todo él, y para guiadores y adalides del camino del cielo, pocos les llegan. Son espejos donde se mira la honestidad, la católica dotrina, la singular prudencia, y, finalmente, la humildad profunda, basa sobre quien se levanta todo el edificio de la bienaventuranza.

BERGANZA.—Todo es así como lo dices.

«Y, siguiendo mi historia, digo que mis amos gustaron de que les llevase siempre el vademécum, lo que hice de muy buena voluntad; con lo cual tenía una vida de rey, y aun mejor, porque era descansada, a causa que los estudiantes dieron en burlarse conmigo, y domestiquéme con ellos de tal manera, que me metían la mano en la boca y los más chiquillos subían sobre mí. Arrojaban los bonetes o sombreros, y yo se los volvía a la mano limpiamente y con muestras de grande regocijo. Dieron en darme de comer cuanto ellos podían, y gustaban de ver que, cuando me daban nueces o avellanas, las partía como mona, dejando las cáscaras y comiendo lo tierno. Tal hubo que, por hacer prueba de mi habilidad, me trujo en un pañuelo gran cantidad de ensalada, la cual comí como si fuera persona. Era tiempo de invierno, cuando campean en Sevilla los molletes y mantequillas, de quien era tan bien servido, que más de dos Antonios se empeñaron o vendieron para que yo almorzase. Finalmente, yo pasaba una vida de estudiante sin hambre y sin sarna, que es lo más que se puede encarecer para decir que era buena; porque si la sarna y la hambre no fuesen tan unas con los estudiantes, en las vidas no habría otra de más gusto y pasatiempo, porque corren parejas en ella la virtud y el gusto, y se pasa la mocedad aprendiendo y holgándose.

»Desta gloria y desta quietud me vino a quitar una señora que, a mi parecer, llaman por ahí razón de estado; que, cuando con ella se cumple, se ha de descumplir con otras razones muchas. Es el caso que aquellos señores maestros les pareció que la media hora que hay de lición a lición la ocupaban los estudiantes, no en repasar las liciones, sino en holgarse conmigo; y así, ordenaron a mis amos que no me llevasen más al estudio. Obedecieron, volviéronme a casa y a la antigua guarda de la puerta, y, sin acordarse señor el viejo de la merced que me había hecho de que de día y de noche anduviese suelto, volví a entregar el cuello a la cadena y el cuerpo a una esterilla que detrás de la puerta me pusieron.»

¡Ay, amigo Cipión, si supieses cuán dura cosa es de sufrir el pasar de un estado felice a un desdichado! Mira: cuando las miserias y desdichas tienen larga la corriente y son continuas, o se acaban presto, con la muerte, o la continuación dellas hace un hábito y costumbre en padecellas, que suele en su mayor rigor servir de alivio; mas, cuando de la suerte desdichada y calamitosa, sin pensarlo y de improviso, se sale a gozar de otra suerte próspera, venturosa y alegre, y de allí a poco se vuelve a padecer la suerte primera y a los primeros trabajos y desdichas, es un dolor tan riguroso que si no acaba la vida, es por atormentarla más viviendo.

«Digo, en fin, que volví a mi ración perruna y a los huesos que una negra de casa me arrojaba, y aun éstos me dezmaban dos gatos romanos: que, como sueltos y ligeros, érales fácil quitarme lo que no caía debajo del distrito que alcanzaba mi cadena.»

Cipión hermano, así el cielo te conceda el bien que deseas, que, sin que te enfades, me dejes ahora filosofar un poco; porque si dejase de decir las cosas que en este instante me han venido a la memoria de aquellas que entonces me ocurrieron, me parece que no sería mi historia cabal ni de fruto alguno.

CIPIÓN.—Advierte, Berganza, no sea tentación del demonio esa gana de filosofar que dices te ha venido, porque no tiene la murmuración mejor velo para paliar y encubrir su maldad disoluta que darse a entender el murmurador que todo cuanto dice son sentencias de filósofos, y que el decir mal es reprehensión y el descubrir los defetos ajenos buen celo. Y no hay vida de ningún murmurante que, si la consideras y escudriñas, no la halles llena de vicios y de insolencias. Y debajo de saber esto, filosofea ahora cuanto quisieres.

BERGANZA.—Seguro puedes estar, Cipión, de que más murmure, porque así lo tengo prosupuesto.

«Es, pues, el caso, que como me estaba todo el día ocioso y la ociosidad sea madre de los pensamientos, di en repasar por la memoria algunos latines que me quedaron en ella de muchos que oí cuando fui con mis amos al estudio, con que, a mi parecer, me hallé algo más mejorado de entendimiento, y determiné, como si hablar supiera, aprovecharme dellos en las ocasiones que se me ofreciesen; pero en manera diferente de la que se suelen aprovechar algunos ignorantes.»

Hay algunos romancistas que en las conversaciones disparan de cuando en cuando con algún latín breve y compendioso, dando a entender a los que no lo entienden que son grandes latinos, y apenas saben declinar un nombre ni conjugar un verbo.

CIPIÓN.—Por menor daño tengo ése que el que hacen los que verdaderamente saben latín, de los cuales hay algunos tan imprudentes que, hablando con un zapatero o con un sastre, arrojan latines como agua.

BERGANZA.—Deso podremos inferir que tanto peca el que dice latines delante de quien los ignora, como el que los dice ignorándolos.

CIPIÓN.—Pues otra cosa puedes advertir, y es que hay algunos que no les escusa el ser latinos de ser asnos.

BERGANZA.—Pues ¿quién lo duda? La razón está clara, pues cuando en tiempo de los romanos hablaban todos latín, como lengua materna suya, algún majadero habría entre ellos, a quien no escusaría el hablar latín dejar de ser necio.

CIPIÓN.—Para saber callar en romance y hablar en latín, discreción es menester, hermano Berganza.

BERGANZA.—Así es, porque también se puede decir una necedad en latín como en romance, y yo he visto letrados tontos, y gramáticos pesados, y romancistas vareteados con sus listas de latín, que con mucha facilidad pueden enfadar al mundo, no una sino muchas veces.

CIPIÓN.—Dejemos esto, y comienza a decir tus filosofías.

BERGANZA.—Ya las he dicho: éstas son que acabo de decir.

CIPIÓN.—¿Cuáles?

BERGANZA.—Estas de los latines y romances, que yo comencé y tú acabaste.

CIPIÓN.—¿Al murmurar llamas filosofar? ¡Así va ello! Canoniza, canoniza, Berganza, a la maldita plaga de la murmuración, y dale el nombre que quisieres, que ella dará a nosotros el de cínicos, que quiere decir perros murmuradores; y por tu vida que calles ya y sigas tu historia.

BERGANZA.—¿Cómo la tengo de seguir si callo?

CIPIÓN.—Quiero decir que la sigas de golpe, sin que la hagas que parezca pulpo, según la vas añadiendo colas.

BERGANZA.—Habla con propiedad: que no se llaman colas las del pulpo.

CIPIÓN.—Ése es el error que tuvo el que dijo que no era torpedad ni vicio nombrar las cosas por sus propios nombres, como si no fuese mejor, ya que sea forzoso nombrarlas, decirlas por circunloquios y rodeos que templen la asquerosidad que causa el oírlas por sus mismos nombres. Las honestas palabras dan indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe.

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El coloquio de los perros (3) |||des| |dialogue||| Das Kolloquium der Hunde (3) The Colloquy of the Dogs (3) Le colloque des chiens (3) Il Colloquio dei cani (3) O Colóquio dos Cães (3)

BERGANZA.—¡Ojalá que como tú me entiendes me entendiesen aquellos por quien lo digo; que no sé qué tengo de buen natural, que me pesa infinito cuando veo que un caballero se hace chocarrero y se precia que sabe jugar los cubiletes y las agallas, y que no hay quien como él sepa bailar la chacona! ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||les gages|et|||||||||| ||||||||they understood|||||||||||||||||||||||||buffoon|||prides|||||dice|||guts|||||||||||chaconne Un caballero conozco yo que se alababa que, a ruegos de un sacristán, había cortado de papel treinta y dos florones para poner en un monumento sobre paños negros, y destas cortaduras hizo tanto caudal, que así llevaba a sus amigos a verlas como si los llevara a ver las banderas y despojos de enemigos que sobre la sepultura de sus padres y abuelos estaban puestas. ||||||se vantait||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| ||||||praised himself||||||sacristan||||||||floral designs|||||||cloths|||of these|cuttings|||wealth||||||||||||||||flags||spoils||||||||||||| I know a gentleman who boasted that, at the request of a sacristan, he had cut out thirty-two floral shapes out of paper to put on a monument covered with black cloth, and from these cutouts he made such a show that he took his friends to see them as if he were taking them to see the flags and spoils of enemies that were placed on the graves of their parents and grandparents.

«Este mercader, pues, tenía dos hijos, el uno de doce y el otro de hasta catorce años, los cuales estudiaban gramática en el estudio de la Compañía de Jesús; iban con autoridad, con ayo y con pajes, que les llevaban los libros y aquel que llaman vademécum. |merchant||||children|the|||||||||||||were studying|grammar|||||||||||||governor|||pages||||||||||guidebook This merchant, then, had two sons, one of twelve and the other of up to fourteen years old, who studied grammar at the Jesuit school's study; they went with authority, with a tutor and pages, who carried their books and what they call a vademecum. El verlos ir con tanto aparato, en sillas si hacía sol, en coche si llovía, me hizo considerar y reparar en la mucha llaneza con que su padre iba a la Lonja a negociar sus negocios, porque no llevaba otro criado que un negro, y algunas veces se desmandaba a ir en un machuelo aun no bien aderezado.» ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||domestique||||||||||||||||| |||||||||||||||||||||||simplicity||||||||market||to negotiate|||||||||||||||misbehaved|||||donkey cart||||groomed Seeing them go with such splendor, in chairs if it was sunny, in a carriage if it rained, made me reflect and notice the great simplicity with which their father went to the Market to conduct his business, for he did not take any other servant than a black servant, and sometimes he would even go on a poorly dressed mule.

CIPIÓN.—Has de saber, Berganza, que es costumbre y condición de los mercaderes de Sevilla, y aun de las otras ciudades, mostrar su autoridad y riqueza, no en sus personas, sino en las de sus hijos; porque los mercaderes son mayores en su sombra que en sí mismos. ||||||||||||||||||||||||||||||||||leur||||||||||||| Cipión||||||||||||merchants||||||||||||||||||||||||||||||||||| CIPIÓN.—You must know, Berganza, that it is a custom and condition of the merchants of Seville, and even of other cities, to show their authority and wealth, not in their persons, but in those of their children; because merchants are greater in their shadow than in themselves. Y, como ellos por maravilla atienden a otra cosa que a sus tratos y contratos, trátanse modestamente; y, como la ambición y la riqueza muere por manifestarse, revienta por sus hijos, y así los tratan y autorizan como si fuesen hijos de algún príncipe; y algunos hay que les procuran títulos, y ponerles en el pecho la marca que tanto distingue la gente principal de la plebeya. |||||they attend|||||||deal||contracts|they are treated|modestly||||||||||to manifest||||||||||they authorize|||||||||||||they procure|||to put on||||||||||||||plebeian And, as they marvel at anything other than their dealings and contracts, they treat each other modestly; and, as ambition and wealth die by manifesting themselves, they bursts through their children, and thus they treat and authorize them as if they were the children of some prince; and there are some who obtain titles for them and place upon their chest the mark that so distinguishes the nobility from the common people.

BERGANZA.—Ambición es, pero ambición generosa, la de aquel que pretende mejorar su estado sin perjuicio de tercero. |||||||||||||||harm|| BERGANZA.—It is ambition, but a noble ambition, that of one who seeks to improve his state without harming others.

CIPIÓN.—Pocas o ninguna vez se cumple con la ambición que no sea con daño de tercero. CIPIÓN.—Few or no times is ambition fulfilled without harming others.

BERGANZA.—Ya hemos dicho que no hemos de murmurar. ||||||||to murmur BERGANZA.—We have already said that we should not murmur.

CIPIÓN.—Sí, que yo no murmuro de nadie. |||||murmur|| CIPIÓN.—Yes, that I do not murmur about anyone.

BERGANZA.—Ahora acabo de confirmar por verdad lo que muchas veces he oído decir. BERGANZA.—I have just confirmed as true what I have often heard said. Acaba un maldiciente murmurador de echar a perder diez linajes y de caluniar veinte buenos, y si alguno le reprehende por lo que ha dicho, responde que él no ha dicho nada, y que si ha dicho algo, no lo ha dicho por tanto, y que si pensara que alguno se había de agraviar, no lo dijera. ||||||||||||calomnier|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||s'offenser||| ||slanderer|murmurer||||||lineages|||to slander|||||||reprimands||||||||||||||||||||||||||||||||||to be offended||| A malicious gossip has just ruined ten lineages and slandered twenty good people, and if someone reproaches him for what he has said, he responds that he has said nothing, and that if he has said something, he has not said it as such, and that if he thought someone would be offended, he would not have said it. A la fe, Cipión, mucho ha de saber, y muy sobre los estribos ha de andar el que quisiere sustentar dos horas de conversación sin tocar los límites de la murmuración; porque yo veo en mí que, con ser un animal, como soy, a cuatro razones que digo, me acuden palabras a la lengua como mosquitos al vino, y todas maliciosas y murmurantes; por lo cual vuelvo a decir lo que otra vez he dicho: que el hacer y decir mal lo heredamos de nuestros primeros padres y lo mamamos en la leche. ||||||||||||estriers|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| ||faith||||||||||||||||would want|to sustain|||||||||||murmuring|||||||||||||||||||come to mind|||||||||||malicious||murmuring||||||||||||||||||||inherit|||||||suckled it||| In truth, Cipión, one must know a lot, and one must be very careful to maintain two hours of conversation without touching the limits of gossip; because I see in myself that, even being the animal I am, for every four reasons I state, malicious and gossiping words swarm to my tongue like mosquitoes to wine; for which reason I repeat what I have said before: that the act and the act of speaking ill we inherited from our first parents and suckled it in our milk. Vese claro en que, apenas ha sacado el niño el brazo de las fajas, cuando levanta la mano con muestras de querer vengarse de quien, a su parecer, le ofende; y casi la primera palabra articulada que habla es llamar puta a su ama o a su madre. |||||||||||||bandages|||||||||||||||||||||||||||||||||| It is seen|||||||||||||belts||||||||||||||||||||||articulated|||||whore||||||| It is clear that as soon as the child has pulled his arm out of the bandages, he raises his hand as if wanting to take revenge on whoever, in his opinion, offends him; and almost the first articulated word he says is to call his mistress or his mother a whore.

CIPIÓN.—Así es verdad, y yo confieso mi yerro y quiero que me le perdones, pues te he perdonado tantos. ||||||||erreur||||||||||| ||||||||error||||||||||| CIPIÓN.—That is true, and I confess my mistake and want you to forgive me, as I have forgiven you so many times. Echemos pelillos a la mar, como dicen los muchachos, y no murmuremos de aquí adelante; y sigue tu cuento, que le dejaste en la autoridad con que los hijos del mercader tu amo iban al estudio de la Compañía de Jesús. |petits poils||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| Let's throw|little hairs||||||||||let's not murmur|||||||||||||||||||merchant|||||||||| Let's bury the hatchet, as the boys say, and let us not murmur from now on; and continue your story, which you left off at the point where the merchant's children, your master, were going to study at the Jesuit Company.

BERGANZA.—A Él me encomiendo en todo acontecimiento; y, aunque el dejar de murmurar lo tengo por dificultoso, pienso usar de un remedio que oí decir que usaba un gran jurador, el cual, arrepentido de su mala costumbre, cada vez que después de su arrepentimiento juraba, se daba un pellizco en el brazo, o besaba la tierra, en pena de su culpa; pero, con todo esto, juraba. |||||||||||||murmurer||||||||||||||||||||||||||||||||||||pincement||||||||||||||||| ||||I commend myself|||||||||||||difficult|||||||||||||juror|||||||||||||||||||pinch||||||||||||||||| BERGANZA.—I commend myself to Him in every event; and although I find it difficult to stop murmuring, I plan to use a remedy that I heard a great swearer used, who, regretting his bad habit, every time he swore after his repentance, would pinch his arm or kiss the ground, in penance for his guilt; but despite all this, he swore. Así yo, cada vez que fuere contra el precepto que me has dado de que no murmure y contra la intención que tengo de no murmurar, me morderé el pico de la lengua de modo que me duela y me acuerde de mi culpa para no volver a ella. ||||||||||||||||murmurer|||||||||||je mordreai||||||||||||||||||||| ||||||||precept||||||||murmur|||||||||||I will bite|||||||||||||remember|||||||| So I, every time I go against the precept you have given me not to murmur and against the intention I have not to murmur, will bite the tip of my tongue in such a way that it hurts and reminds me of my guilt so as not to return to it.

CIPIÓN.—Tal es ese remedio, que si usas dél espero que te has de morder tantas veces que has de quedar sin lengua, y así, quedarás imposibilitado de murmurar. ||||||||of it||||||||||||||||||unable|| CIPIÓN.—Such is that remedy, that if you use it, I hope you will bite it so many times that you will be left without a tongue, and thus, you will be unable to murmur.

BERGANZA.—A lo menos, yo haré de mi parte mis diligencias, y supla las faltas el cielo. ||||||||||||répare les manques|||| ||||||||||||supply|||| BERGANZA.—At least, I will do my part and let heaven make up for the shortcomings.

«Y así, digo que los hijos de mi amo se dejaron un día un cartapacio en el patio, donde yo a la sazón estaba; y, como estaba enseñado a llevar la esportilla del jifero mi amo, así del vademécum y fuime tras ellos, con intención de no soltalle hasta el estudio. ||||||||||||||porte-documents|||courtyard|||||moment où|||||||||||jifero||||||||||||||||| ||||||||||||||briefcase|||||||||||||||||satchel||juggler|my||||||I went|||||||let go of it||| And so, I say that my master's children left a satchel in the courtyard one day, where I happened to be; and, as I was trained to carry my master's jifero's basket, I took the vademecum and went after them, intending not to let it go until reaching the study. Sucedióme todo como lo deseaba: que mis amos, que me vieron venir con el vademécum en la boca, asido sotilmente de las cintas, mandaron a un paje me le quitase; mas yo no lo consentí ni le solté hasta que entré en el aula con él, cosa que causó risa a todos los estudiantes. Il m'est arrivé||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| It happened to me||||||||||||||guidebook||||held|subtly|||||||pageboy|||take away|||||I didn't allow|||||||||classroom|||||||||| Everything happened as I wished: my masters, who saw me coming with the vademecum in my mouth, cleverly holding onto the ribbons, ordered a page to take it from me; but I did not consent nor let it go until I entered the classroom with it, which caused laughter among all the students. Lleguéme al mayor de mis amos, y, a mi parecer, con mucha crianza se le puse en las manos, y quedéme sentado en cuclillas a la puerta del aula, mirando de hito en hito al maestro que en la cátedra leía. |||||maîtres||||||||||||||||||||||||||||||||||cathédrale| I arrived|||||masters|||||||upbringing||||||||I stayed|||squatting||||||||||||||||| I went to the oldest of my masters, and, in my opinion, with much upbringing, I placed myself in his hands, and I remained sitting on my haunches at the door of the classroom, watching intently the teacher who was reading at the lectern. No sé qué tiene la virtud, que, con alcanzárseme a mí tan poco o nada della, luego recibí gusto de ver el amor, el término, la solicitud y la industria con que aquellos benditos padres y maestros enseñaban a aquellos niños, enderezando las tiernas varas de su juventud, porque no torciesen ni tomasen mal siniestro en el camino de la virtud, que juntamente con las letras les mostraban. ||||||||to reach me|||||||||||||||||||||||||||||||||straightening|||||||||twist||take||||||||||together with||||| I don't know what it is about virtue, that, with so little or nothing of it reaching me, I soon took pleasure in seeing the love, the care, the solicitude, and the diligence with which those blessed parents and teachers taught those children, guiding the tender branches of their youth so that they would not go astray or take any wrong turn on the path of virtue, which they showed them together with their letters. Consideraba cómo los reñían con suavidad, los castigaban con misericordia, los animaban con ejemplos, los incitaban con premios y los sobrellevaban con cordura; y, finalmente, cómo les pintaban la fealdad y horror de los vicios y les dibujaban la hermosura de las virtudes, para que, aborrecidos ellos y amadas ellas, consiguiesen el fin para que fueron criados.» |||||||they punished||||||||they incited|||||they endured||sanity|||||painted||||||||||they drew||||||||hated|||loved||they would achieve|||||| I considered how they scolded them gently, punished them with mercy, encouraged them with examples, spurred them on with rewards, and bore with them wisely; and finally, how they painted the ugliness and horror of vices and sketched the beauty of virtues for them, so that, hating the former and loving the latter, they might achieve the purpose for which they were raised.

CIPIÓN.—Muy bien dices, Berganza; porque yo he oído decir desa bendita gente que para repúblicos del mundo no los hay tan prudentes en todo él, y para guiadores y adalides del camino del cielo, pocos les llegan. |||||||||||||||public figures|||||||||||||guides||leaders||||||| Son espejos donde se mira la honestidad, la católica dotrina, la singular prudencia, y, finalmente, la humildad profunda, basa sobre quien se levanta todo el edificio de la bienaventuranza. ||||||||||||||||||base|||||||||| ||||||honesty|||doctrine|||||||||||||||||||blessedness They are mirrors where honesty, Catholic doctrine, singular prudence, and finally, deep humility are reflected, upon which the entire building of bliss is built.

BERGANZA.—Todo es así como lo dices. BERGANZA.—Everything is just as you say.

«Y, siguiendo mi historia, digo que mis amos gustaron de que les llevase siempre el vademécum, lo que hice de muy buena voluntad; con lo cual tenía una vida de rey, y aun mejor, porque era descansada, a causa que los estudiantes dieron en burlarse conmigo, y domestiquéme con ellos de tal manera, que me metían la mano en la boca y los más chiquillos subían sobre mí. |||||||maîtres|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| |||||||masters||||||||vademecum|||||||||||||||||||||restful|||||||||||I became domesticated|||||||||||||||||||| "And, continuing my story, I say that my masters enjoyed having me always carry the vademecum, which I did with great willingness; as a result, I had a life of a king, and even better, because it was restful, due to the fact that the students started to make fun of me, and I became so accustomed to them that they would put their hands in my mouth and the youngest ones would climb on top of me. Arrojaban los bonetes o sombreros, y yo se los volvía a la mano limpiamente y con muestras de grande regocijo. ||hats||||||||||||||||| They threw their bonnets or hats, and I returned them to their hands cleanly and with great joy. Dieron en darme de comer cuanto ellos podían, y gustaban de ver que, cuando me daban nueces o avellanas, las partía como mona, dejando las cáscaras y comiendo lo tierno. |||||||||||||||||||||||||||||tendre ||||||||||||||||||hazelnuts|||||||shells|||| They started to feed me as much as they could, and they enjoyed seeing that, when they gave me walnuts or hazelnuts, I would crack them open like a monkey, leaving the shells and eating the soft part. Tal hubo que, por hacer prueba de mi habilidad, me trujo en un pañuelo gran cantidad de ensalada, la cual comí como si fuera persona. ||||||||||brought|||||||||||||| There was one who, to test my skill, brought me a large quantity of salad in a handkerchief, which I ate as if I were a person. Era tiempo de invierno, cuando campean en Sevilla los molletes y mantequillas, de quien era tan bien servido, que más de dos Antonios se empeñaron o vendieron para que yo almorzase. |||||||||petits pains||||||||||||||||||||| |||||are in season||||bread rolls||butters||||||served||||two|Antonios||pawned||they sold||||to have lunch It was wintertime, when molletes and mantequillas roam in Seville, from which I was so well served that more than two Antonios pawned or sold themselves so that I could have lunch. Finalmente, yo pasaba una vida de estudiante sin hambre y sin sarna, que es lo más que se puede encarecer para decir que era buena; porque si la sarna y la hambre no fuesen tan unas con los estudiantes, en las vidas no habría otra de más gusto y pasatiempo, porque corren parejas en ella la virtud y el gusto, y se pasa la mocedad aprendiendo y holgándose. ||je passais|||||||||gale|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||jeunesse||| |||||||||||scabies||||||||||||||||||||||||some|||||||||||||||||||||||||||||youth|||having fun Finally, I lived a student life without hunger and without scabies, which is the most that can be emphasized to say it was good; because if scabies and hunger were not so united with students, there would be no other life more pleasant and entertaining, because in it virtue and enjoyment run parallel, and youth is spent learning and having fun.

»Desta gloria y desta quietud me vino a quitar una señora que, a mi parecer, llaman por ahí razón de estado; que, cuando con ella se cumple, se ha de descumplir con otras razones muchas. Of this||||||||||||||||||||||||||||||to violate|||| This glory and this tranquility were taken away from me by a lady who, in my opinion, is called by there reasons of state; that, when fulfilled with her, must be unfulfilled with many other reasons. Es el caso que aquellos señores maestros les pareció que la media hora que hay de lición a lición la ocupaban los estudiantes, no en repasar las liciones, sino en holgarse conmigo; y así, ordenaron a mis amos que no me llevasen más al estudio. |||||||||||||||||||||||||||leçons||||||||||||||||| ||||||||||||||||lesson|||||||||||lessons|||to lounge||||they ordered|||masters||||take (them)||| It is the case that those gentlemen teachers thought that the half hour between lessons was not occupied by the students reviewing the lessons, but by having fun with me; and so, they ordered my masters not to take me back to the study. Obedecieron, volviéronme a casa y a la antigua guarda de la puerta, y, sin acordarse señor el viejo de la merced que me había hecho de que de día y de noche anduviese suelto, volví a entregar el cuello a la cadena y el cuerpo a una esterilla que detrás de la puerta me pusieron.» |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||tapis||||||| |they returned me|||||||||||||||||||||||||||||||were loose|||||||||||||||||||||| They obeyed, returned me home and to the old guard at the door, and without the old man remembering the mercy he had shown me that I should roam freely by day and by night, I returned to give my neck to the chain and my body to a mat that they placed behind the door.

¡Ay, amigo Cipión, si supieses cuán dura cosa es de sufrir el pasar de un estado felice a un desdichado! ||||you knew||||||||||||happy||| Oh, my friend Cipión, if you only knew how hard it is to endure the transition from a happy state to an unhappy one! Mira: cuando las miserias y desdichas tienen larga la corriente y son continuas, o se acaban presto, con la muerte, o la continuación dellas hace un hábito y costumbre en padecellas, que suele en su mayor rigor servir de alivio; mas, cuando de la suerte desdichada y calamitosa, sin pensarlo y de improviso, se sale a gozar de otra suerte próspera, venturosa y alegre, y de allí a poco se vuelve a padecer la suerte primera y a los primeros trabajos y desdichas, es un dolor tan riguroso que si no acaba la vida, es por atormentarla más viviendo. ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||malheurs|||||||||||||||| |||||misfortunes|||||||||||||||||continuation|of them|||||||sufferings|||||||||||||||||calamitous|||||||||||||prosperous|fortunate|||||||||||||||||||||||||||||||||||to torment her||

«Digo, en fin, que volví a mi ración perruna y a los huesos que una negra de casa me arrojaba, y aun éstos me dezmaban dos gatos romanos: que, como sueltos y ligeros, érales fácil quitarme lo que no caía debajo del distrito que alcanzaba mi cadena.» ||||||||canine|||||||||||||||||||||||||il était facile||||||||||||| ||||||||dog-like|||||||||||was throwing|||||devoured|||||||||it was easy|||||||||||||chain "I say, finally, that I returned to my dog ration and to the bones that a black woman at home threw to me, and even these were being nibbled away by two Roman cats: for, being loose and light, it was easy for them to take away what did not fall under the range of my chain."

Cipión hermano, así el cielo te conceda el bien que deseas, que, sin que te enfades, me dejes ahora filosofar un poco; porque si dejase de decir las cosas que en este instante me han venido a la memoria de aquellas que entonces me ocurrieron, me parece que no sería mi historia cabal ni de fruto alguno. Cipion brother, may heaven grant you the good you desire, and, without getting angry, allow me to philosophize a little now; because if I stopped saying the things that have come to my mind at this moment about those that happened to me then, it seems to me that my story would neither be complete nor of any fruit.

CIPIÓN.—Advierte, Berganza, no sea tentación del demonio esa gana de filosofar que dices te ha venido, porque no tiene la murmuración mejor velo para paliar y encubrir su maldad disoluta que darse a entender el murmurador que todo cuanto dice son sentencias de filósofos, y que el decir mal es reprehensión y el descubrir los defetos ajenos buen celo. |||||||||||||||||||||||||||cacher|||||||||||||||||||||||||||||||| |||||||||||||||||||||||||to alleviate||to conceal|||dissolute|||||||||||||||||||||reprimand|||||faults|||zeal CIPIÓN.—Beware, Berganza, that this desire to philosophize you say has come to you is not a temptation of the devil, for there is no better cover for gossip to mitigate and conceal its dissolute wickedness than for the gossip to imply that everything they say are the statements of philosophers, and that speaking poorly is reprimand and revealing the faults of others is good zeal. Y no hay vida de ningún murmurante que, si la consideras y escudriñas, no la halles llena de vicios y de insolencias. ||||||||||||scrutes||||||||| ||||||murmuring||||you consider||you scrutinize||||||vices|||insolence And there is no life of any murmurer that, if you consider and scrutinize it, you will not find it full of vices and insolences. Y debajo de saber esto, filosofea ahora cuanto quisieres. |||||philosophize|||you would want And beneath knowing this, now philosophize as much as you like.

BERGANZA.—Seguro puedes estar, Cipión, de que más murmure, porque así lo tengo prosupuesto. |||||||||||||presumed BERGANZA.—You can be sure, Cipión, that I will murmur more, because that is how I have planned it.

«Es, pues, el caso, que como me estaba todo el día ocioso y la ociosidad sea madre de los pensamientos, di en repasar por la memoria algunos latines que me quedaron en ella de muchos que oí cuando fui con mis amos al estudio, con que, a mi parecer, me hallé algo más mejorado de entendimiento, y determiné, como si hablar supiera, aprovecharme dellos en las ocasiones que se me ofreciesen; pero en manera diferente de la que se suelen aprovechar algunos ignorantes.» ||||||||||||||inactivité|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| |||||||||||||||||||||||||||Latin phrases||||||||||||||||||||||||||||||||||||of them||||||||||||||||||| It is, therefore, the case that since I was idle all day and idleness is the mother of thoughts, I happened to recall some Latin that remained in my memory from many that I heard when I was with my masters in study, which made me feel somewhat improved in understanding, and I determined, as if I knew how to speak, to take advantage of them in the occasions that presented themselves; but in a manner different from that in which some ignorant people usually take advantage of them.

Hay algunos romancistas que en las conversaciones disparan de cuando en cuando con algún latín breve y compendioso, dando a entender a los que no lo entienden que son grandes latinos, y apenas saben declinar un nombre ni conjugar un verbo. ||romantic writers|||||||||||||||concise|||||||||||||||||||||to conjugate||verb There are some romancers who, in conversations, occasionally throw in some brief and concise Latin, making it understood to those who do not understand it that they are great Latinists, while they can hardly decline a noun or conjugate a verb.

CIPIÓN.—Por menor daño tengo ése que el que hacen los que verdaderamente saben latín, de los cuales hay algunos tan imprudentes que, hablando con un zapatero o con un sastre, arrojan latines como agua. |||||||||||||||||||||imprudent|||||shoemaker||||tailor|||| CIPIÓN.—For a lesser harm, I have this one compared to those who truly know Latin; among them, there are some so imprudent that, when speaking with a shoemaker or a tailor, they throw out Latin like water.

BERGANZA.—Deso podremos inferir que tanto peca el que dice latines delante de quien los ignora, como el que los dice ignorándolos. |||||||||||||||||||||while ignoring them BERGANZA.—From this we can infer that both the one who speaks Latin in front of someone who is ignorant of it, and the one who speaks it while being ignorant of it, are equally at fault.

CIPIÓN.—Pues otra cosa puedes advertir, y es que hay algunos que no les escusa el ser latinos de ser asnos. ||||||||||||||||||||ânes ||||||||||||||excuse||||||donkeys CIPIÓN.—Well, you can also note that there are some who are not excused from being donkeys just because they are Latin.

BERGANZA.—Pues ¿quién lo duda? BERGANZA.—Well, who doubts that? La razón está clara, pues cuando en tiempo de los romanos hablaban todos latín, como lengua materna suya, algún majadero habría entre ellos, a quien no escusaría el hablar latín dejar de ser necio. |||||||||||||||||||fou|||||||||||||| |||||||||||||||||||fool|||||||would excuse||||||| The reason is clear, for when in the time of the Romans everyone spoke Latin as their mother tongue, there must have been a fool among them, who would not avoid speaking Latin while remaining foolish.

CIPIÓN.—Para saber callar en romance y hablar en latín, discreción es menester, hermano Berganza. |||||Spanish||||||||| CIPIÓN.—To know how to be silent in vernacular and speak in Latin, discretion is necessary, brother Berganza.

BERGANZA.—Así es, porque también se puede decir una necedad en latín como en romance, y yo he visto letrados tontos, y gramáticos pesados, y romancistas vareteados con sus listas de latín, que con mucha facilidad pueden enfadar al mundo, no una sino muchas veces. |||||||||sottise||||||||||||||||||||||||||||||||||| |||||||||||||||||||educated people|||grammarians||||pedantic|||||||||||||||||| BERGANZA.—That is true, because one can also say something foolish in Latin as in the vernacular, and I have seen foolish scholars, tedious grammarians, and vernacular writers burdened with their lists of Latin who can easily annoy the world, not just once but many times.

CIPIÓN.—Dejemos esto, y comienza a decir tus filosofías. ||||||||philosophies CIPIÓN.—Let's leave this, and start saying your philosophies.

BERGANZA.—Ya las he dicho: éstas son que acabo de decir. BERGANZA.—I have already said them: these are what I just said.

CIPIÓN.—¿Cuáles? CIPIÓN.—Which ones?

BERGANZA.—Estas de los latines y romances, que yo comencé y tú acabaste. ||||||||||||you finished BERGANZA.—These are the Latin and romance texts, which I started and you finished.

CIPIÓN.—¿Al murmurar llamas filosofar? CIPIÓN.—When you murmur, do you call that philosophizing? ¡Así va ello! That's how it goes! Canoniza, canoniza, Berganza, a la maldita plaga de la murmuración, y dale el nombre que quisieres, que ella dará a nosotros el de cínicos, que quiere decir perros murmuradores; y por tu vida que calles ya y sigas tu historia. ||||||fléau|||murmuration|||||||||||||||||||||||||||||| Canonize|canonizes||||||||||||||||||||||cynics|||||murmuring dogs|||||||||||

BERGANZA.—¿Cómo la tengo de seguir si callo? |||||||silence BERGANZA.—How should I follow it if I stay silent?

CIPIÓN.—Quiero decir que la sigas de golpe, sin que la hagas que parezca pulpo, según la vas añadiendo colas. ||||||||||||||octopus||||adding| CIPIÓN.—I want to say that you should follow it suddenly, without making it seem like an octopus, as you add tails to it.

BERGANZA.—Habla con propiedad: que no se llaman colas las del pulpo. ||||||||tails|||octopus BERGANZA.—Speak correctly: the tentacles of the octopus are not called tails.

CIPIÓN.—Ése es el error que tuvo el que dijo que no era torpedad ni vicio nombrar las cosas por sus propios nombres, como si no fuese mejor, ya que sea forzoso nombrarlas, decirlas por circunloquios y rodeos que templen la asquerosidad que causa el oírlas por sus mismos nombres. |||||||||||||grossièreté||||||||||||||||||||||périphrases|||||||||||||| |||||||||||||torpidness|||||||||||||||||||to name them|say them||circumlocutions||circumlocutions||soften||disgustingness||||hear them|||| CIPIÓN.—That is the mistake made by the one who said that it was neither a shame nor a vice to name things by their proper names, as if it were not better, since it is necessary to name them, to speak of them with circumlocutions and roundabout ways that soften the disgust caused by hearing them by their own names. Las honestas palabras dan indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe. |||||||||||pronounces||| Honest words indicate the honesty of the one who pronounces or writes them.