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Zoo de fósiles, El bibymalagasy, falso cerdo hormiguero de Madagascar.

El bibymalagasy, falso cerdo hormiguero de Madagascar.

suscripción La mayor parte de los seres vivos que han poblado la Tierra han desaparecido para siempre. Quincenalmente, Germán Fernández Sánchez les ofrece en Zoo de Fósiles la posibilidad de conocer la vida de algunas de las más extraordinarias criaturas que vivieron en el pasado y que han llegado hasta nosotros a través de sus fósiles. Hace poco más de un siglo, en 1895, el naturalista francés Henri Filhol describió la nueva especie Plesiorycteropus madagascariensis a partir de un cráneo incompleto hallado en una cueva cercana a Belo sur Mer, en la costa oeste de Madagascar. Catalogó la nueva especie como pariente del cerdo hormiguero, que habita en sabanas y selvas del África subsahariana. El nombre científico de la especie se puede traducir como “próximo al cerdo hormiguero y de Madagascar”. Más tarde se han encontrado otros huesos del cráneo, la cadera y las patas, y se ha descubierto otra especie más pequeña, Plesiorycteropus germainepetterae, bautizada en honor de la paleontóloga y divulgadora científica Germaine Petter. En 1946, el paleontólogo francés Charles Lamberton revisó los fósiles y descartó el parentesco con el cerdo hormiguero, aunque fue incapaz de identificar su posición en el árbol evolutivo de los mamíferos. Encontró similitudes, además de con los cerdos hormigueros, con los pangolines, los armadillos y los osos hormigueros. En los años setenta del siglo XX, el paleontólogo estadounidense Bryan Patterson volvió a incluirlo en los tubulidentados, el grupo del que el cerdo hormiguero es el único representante viviente, y consideró que las semejanzas con los pangolines, armadillos, etc, eran convergentes. En 1994, el paleontólogo británico Ross McPhee realizó el análisis comparativo más extenso hasta la fecha, y llegó a la conclusión de que era necesario crear un nuevo orden para este animal, puesto que no había evidencia de que estuviera estrechamente emparentado con ninguno de los órdenes de mamíferos existentes. Bautizó a Plesiorycteropus con el nombre informal de “bibymalagasy”, a partir de las palabras malgaches biby, “animal”, y malagasy, “malgache”, y creó para él el orden Bibymalagasia. Así ha estado el pobre animal saltando de un grupo a otro hasta que en 2013, el bioquímico Michael Buckley, de la Universidad de Manchester, pudo secuenciar el colágeno preservado en los huesos de Plesiorycteropus y determinó que está emparentado con los tenrecs y los topos dorados. Precisamente estos dos grupos de animales, nativos de África y Madagascar, se clasificaban antiguamente en el orden de los Insectívoros, con los erizos, las musarañas y los topos, pero los modernos estudios de filogenia molecular indican que las semejanzas entre todos estos animales, igual que las del bibymalagasy con el cerdo hormiguero, no reflejan su parentesco evolutivo, sino que proceden de la evolución convergente por sus modos de vida similares. Aún hay mucho que ignoramos del bibymalagasy. Conocemos solo parte del esqueleto, y no tenemos ni mandíbulas, ni dientes, ni manos o pies completos. Nada indica que se pareciera externamente al cerdo hormiguero. Los grandes huesos nasales sugieren que su olfato es bueno; por otro lado, el canal del nervio óptico es estrecho; los ojos son probablemente pequeños, como en los tenrecs. Aunque no disponemos de mandíbulas, la fosa mandibular, la zona del cráneo donde se articula la mandíbula, indica que su mordida no es muy fuerte. Las patas delanteras son fuertes, y las patas traseras y la cola son largas. Los dedos están formados por una primera falange más corta que la segunda, y una tercera estrecha con forma de garra. El bibymalagasy es un animal excavador, de seis a dieciocho kilos de peso, que se alimenta de hormigas y otros insectos. Introduce las garras de las fuertes patas delanteras en el suelo y empuja hacia atrás para cavar en busca de alimento. Dado su pequeño tamaño, probablemente no se alimenta en los termiteros, como sí hace el cerdo hormiguero. Las vértebras y la pelvis sugieren que puede sentarse en posición erecta, y probablemente es capaz de trepar a los árboles, como algunos tenrecs. Plesiorycteropus madagascariensis, la especie grande, se extendía al menos por el centro, el oeste y el sur de Madagascar, mientras que solo se han encontrado restos de la especie pequeña, Plesiorycteropus germainepetterae, en el centro y, quizá, en el sur; en varias zonas convivían las dos especies. De acuerdo con la datación por radiocarbono de algunos huesos, aún existía hacia el año 200 a.C. Es probable que la destrucción de los bosques de la isla por los primeros colonizadores provocara su extinción. OBRAS DE GERMÁN FERNÁNDEZ: Infiltrado reticular Infiltrado reticular es la primera novela de la trilogía La saga de los borelianos. ¿Quieres ver cómo empieza? Aquí puedes leer los dos primeros capítulos. El ahorcado y otros cuentos fantásticos. Ed. Rubeo

El bibymalagasy, falso cerdo hormiguero de Madagascar. Der Bibymalagasy, das falsche Erdferkel Madagaskars.

suscripción La mayor parte de los seres vivos que han poblado la Tierra han desaparecido para siempre. Quincenalmente, Germán Fernández Sánchez les ofrece en Zoo de Fósiles la posibilidad de conocer la vida de algunas de las más extraordinarias criaturas que vivieron en el pasado y que han llegado hasta nosotros a través de sus fósiles. Hace poco más de un siglo, en 1895, el naturalista francés Henri Filhol describió la nueva especie Plesiorycteropus madagascariensis a partir de un cráneo incompleto hallado en una cueva cercana a Belo sur Mer, en la costa oeste de Madagascar. Catalogó la nueva especie como pariente del cerdo hormiguero, que habita en sabanas y selvas del África subsahariana. El nombre científico de la especie se puede traducir como “próximo al cerdo hormiguero y de Madagascar”. Más tarde se han encontrado otros huesos del cráneo, la cadera y las patas, y se ha descubierto otra especie más pequeña, Plesiorycteropus germainepetterae, bautizada en honor de la paleontóloga y divulgadora científica Germaine Petter. En 1946, el paleontólogo francés Charles Lamberton revisó los fósiles y descartó el parentesco con el cerdo hormiguero, aunque fue incapaz de identificar su posición en el árbol evolutivo de los mamíferos. Encontró similitudes, además de con los cerdos hormigueros, con los pangolines, los armadillos y los osos hormigueros. En los años setenta del siglo XX, el paleontólogo estadounidense Bryan Patterson volvió a incluirlo en los tubulidentados, el grupo del que el cerdo hormiguero es el único representante viviente, y consideró que las semejanzas con los pangolines, armadillos, etc, eran convergentes. En 1994, el paleontólogo británico Ross McPhee realizó el análisis comparativo más extenso hasta la fecha, y llegó a la conclusión de que era necesario crear un nuevo orden para este animal, puesto que no había evidencia de que estuviera estrechamente emparentado con ninguno de los órdenes de mamíferos existentes. Bautizó a Plesiorycteropus con el nombre informal de “bibymalagasy”, a partir de las palabras malgaches biby, “animal”, y malagasy, “malgache”, y creó para él el orden Bibymalagasia. Así ha estado el pobre animal saltando de un grupo a otro hasta que en 2013, el bioquímico Michael Buckley, de la Universidad de Manchester, pudo secuenciar el colágeno preservado en los huesos de Plesiorycteropus y determinó que está emparentado con los tenrecs y los topos dorados. Precisamente estos dos grupos de animales, nativos de África y Madagascar, se clasificaban antiguamente en el orden de los Insectívoros, con los erizos, las musarañas y los topos, pero los modernos estudios de filogenia molecular indican que las semejanzas entre todos estos animales, igual que las del bibymalagasy con el cerdo hormiguero, no reflejan su parentesco evolutivo, sino que proceden de la evolución convergente por sus modos de vida similares. Aún hay mucho que ignoramos del bibymalagasy. Conocemos solo parte del esqueleto, y no tenemos ni mandíbulas, ni dientes, ni manos o pies completos. Nada indica que se pareciera externamente al cerdo hormiguero. Los grandes huesos nasales sugieren que su olfato es bueno; por otro lado, el canal del nervio óptico es estrecho; los ojos son probablemente pequeños, como en los tenrecs. Aunque no disponemos de mandíbulas, la fosa mandibular, la zona del cráneo donde se articula la mandíbula, indica que su mordida no es muy fuerte. Las patas delanteras son fuertes, y las patas traseras y la cola son largas. Los dedos están formados por una primera falange más corta que la segunda, y una tercera estrecha con forma de garra. El bibymalagasy es un animal excavador, de seis a dieciocho kilos de peso, que se alimenta de hormigas y otros insectos. Introduce las garras de las fuertes patas delanteras en el suelo y empuja hacia atrás para cavar en busca de alimento. Dado su pequeño tamaño, probablemente no se alimenta en los termiteros, como sí hace el cerdo hormiguero. Las vértebras y la pelvis sugieren que puede sentarse en posición erecta, y probablemente es capaz de trepar a los árboles, como algunos tenrecs. Plesiorycteropus madagascariensis, la especie grande, se extendía al menos por el centro, el oeste y el sur de Madagascar, mientras que solo se han encontrado restos de la especie pequeña, Plesiorycteropus germainepetterae, en el centro y, quizá, en el sur; en varias zonas convivían las dos especies. De acuerdo con la datación por radiocarbono de algunos huesos, aún existía hacia el año 200 a.C. Es probable que la destrucción de los bosques de la isla por los primeros colonizadores provocara su extinción. OBRAS DE GERMÁN FERNÁNDEZ: Infiltrado reticular Infiltrado reticular es la primera novela de la trilogía La saga de los borelianos. ¿Quieres ver cómo empieza? Aquí puedes leer los dos primeros capítulos. El ahorcado y otros cuentos fantásticos. Ed. Rubeo