Camela y el clasismo en la industria musical española | Intermediate Spanish Podcast (1)
Episodio 56: Camela y el clasismo en la industria musical española
Hola, te habla César, ¿qué tal?, ¿cómo has empezado junio?
En Londres, sorprendentemente hace calor. Ahora mismo es jueves 3 de junio y estamos a 23 grados
centígrados. El sábado voy a Valencia, mi ciudad en España donde estaré más fresco,
más fresquito. Allí la temperatura está alrededor de los 20 grados. Pocas veces
pasa esto. Quiero decir, pocas veces hace más calor en Inglaterra que
en España. Pero como decimos los españoles “el tiempo está loco”.
Te quiero hacer pensar un poco en este episodio. Quiero que pienses en
la primera canción que recuerdas. Bueno, espera, voy a ser más específico porque
imagino que la primera canción que recuerdas es una nana, es decir, una canción infantil,
una canción para bebés y niños pequeños. Así que quiero que pienses en la primera canción
que recuerdas pero que no es una nana o una canción infantil. ¿La tienes?, ¿ya la tienes?
Ahora te pregunto otra cosa: ¿dónde te lleva esa canción?,
¿a qué recuerdo de tu infancia te transporta?, ¿dónde la escuchabas?
¿Era una canción que ponían en la radio a todas horas?, ¿era una canción que ponían tus
padres en el coche todo el tiempo?, ¿quizás era la sintonía de una serie de televisión?
La primera canción que yo recuerdo es de Julio Iglesias,
probablemente uno de los cantantes españoles más famosos, creo que ya hablé de él en otro
episodio. El título de la canción es “La vida sigue igual” y como no puedo poner
la canción aquí porque tiene derechos de autor, voy a leerte parte de la letra:
Unos que nacen, otros morirán unos que ríen, otros llorarán
Aguas sin cauce, ríos sin mar penas y glorias, guerras y paz
Siempre hay por qué vivir
por qué luchar Siempre hay
por quién sufrir y a quien amar
Al final las obras quedan, las gentes se van
Otros que vienen las continuarán ¡La vida sigue igual!
No sé si es porque escuchaba esta canción a todas horas o porque tanto a mi madre como
a mi padre les gusta Julio Iglesias, pero esta canción me parece preciosa.
Es precisamente por mi padre por quién la escuchaba tanto, tantas veces, cuando era niño.
Mi padre trabajaba de camarero en un restaurante y yo estaba con él a veces allí y siempre ponían
los discos, los álbumes de Julio Iglesias y de otra cantante cubana, Gloria Estefan. Imagino
que tendría 4 o 5 años. Escuchar la canción me lleva a esos años, estando en una mesa o en la
barra del restaurante dibujando o haciendo castillos con los posavasos. Un posavaso es
el objeto sobre el que ponemos un vaso, para no manchar la mesa. Recuerdo que eran posavasos de
cartón y tenían el logo de una cerveza española. Intentaba hacer castillos de 4 alturas pero creo
que nunca lo conseguí. Siempre pasaba alguien por al lado y mi castillo se derrumbaba.
Ahora te quiero hacer otra pregunta. ¿Recuerdas el primer disco que te compraste? Bueno,
dependiendo de tu edad puede que no compraras un disco. Quizás la
primera vez que compraste música fue en formato vinilo, o cassette,
o compact-disc… Si eres muy joven quizás nunca has comprado música física y lo más cerca que
has estado de esta experiencia es pagar por una suscripción de pago a Spotify o Apple Music.
En mi caso, fue un cassette, con 6 años rompí mi hucha con forma de cerdito,
la hucha es donde los niños guardan el dinero, y compré el cassette de un grupo español llamado
Camela. La portada del cassette, es decir, la imagen no podía ser más noventera. Era muy de
la década de los noventa, con una foto de los tres miembros con un look imposible.
De Camela, este grupo de música quiero hablarte hoy. Hablar de Camela es hablar de letras de
canciones que varias generaciones recuerdan, pero también es hablar de clasismo en la industria
de la música española. ¿Cómo ha conseguido este grupo convertirse en el segundo grupo más vendido
de los últimos 20 años en España sin el apoyo de los medios de comunicación o de la crítica?
Vamos a ver primero los inicios de la banda.
Camela nace del barrio y para el barrio. En concreto,
los tres miembros del grupo son del barrio madrileño de San Cristóbal de los Ángeles,
un barrio a las afueras de Madrid, un barrio obrero, un barrio de gente trabajadora.
A principios de los años 90 Ángeles, la única mujer del grupo,
Dioni y Miguel Ángel se unieron para empezar a crear música. Estos tres veinteañeros,
porque tenían veintipocos años, no tenían ni idea del increíble éxito que les esperaba.
Las letras que escribían hablaban de amor, desamor, celos, infidelidades,
deslealtades… así que decidieron que el nombre de su grupo tenía que estar relacionado con
algunos de estos temas. Camela viene del verbo camelar, que en romaní, en el lenguaje gitano
significa algo así como seducir o querer a alguien. Dos de los integrantes del grupo,
Dioni y Miguel Ángel son gitanos y decidieron que ese nombre podía ser bueno.
Aquí quiero hacer un pequeño paréntesis porque creo que la palabra “gipsy” en inglés puedes ser
considerada despectiva en algunos contextos. Sin embargo, usar la palabra “gitano” no tiene porque
tener un tono despectivo para nada. De hecho en mi barrio en Valencia está la “Asociación gitana
de Valencia” y usan esta palabra para definirla. Sí que es cierto que la palabra “gitano” se puede
usar con un tono despectivo y que algunas personas la usan todavía en España para referirse a alguien
que engaña o roba. En este caso sí que sería un uso ofensivo y discriminatorio de la palabra.
Volviendo a los orígenes, a los inicios de Camela, la forma en la que los dos
cantantes Ángeles y Dioni se conocieron es bastante particular. Se conocieron en unos
recreativos. Los recreativos eran el lugar donde los jóvenes pasaban el tiempo en la
década de los 80 y 90. Recreativo viene del verbo recrearse que significa pasar
el tiempo. Había recreativos en todos los barrios y allí podías jugar a videojuegos,
al futbolín o al billar americano, el juego de las pelotas de colores sobre una mesa.
Camela nace de una historia de amor, y no, no es la historia de amor de Ángeles y Dioni. A
Dioni le gustaba mucho la hermana de Ángeles y terminaron por enamorarse, así que los cantantes
son cuñados. Dioni está casado con la hermana de Ángeles. Mucha gente cree que son pareja,
pero nada más lejos de la realidad. Está relación profesional y personal ha sido a veces
un problema para los cantantes, y es que mezclar negocios y familia no siempre es una buena idea.
A los dos cuñados les gustaba hacer música y cuando el tercer miembro de la banda,
Miguel Ángel, que tocaba el teclado, una especie de piano pequeño, se unió, decidieron ahorrar algo
de dinero y grabar una maqueta. La maqueta es una especie de grabación de prueba, es el paso
de antes de grabar un álbum. Ellos cuentan que realmente no tenían ninguna pretensión con la
grabación de la maqueta. Lo hacían simplemente por diversión. Una vez la tuvieron su familia y amigos
la escucharon y los animaron a intentar vender algunas copias. No tenían manager, ni discográfica
así que echaron mano de contactos en el mercadillo. Echar mano de algo es hacer uso, usar
algo. Echaron mano de las personas que vendían música en mercadillos de Madrid. En España hay
mercados callejeros en los barrios, normalmente una vez a la semana, donde puedes comprar desde
ropa hasta comida o cosas para la casa. A estos mercados callejeros los llamamos mercadillos.
Para sorpresa de los miembros de Camela sus cassettes se vendieron como churros,
se vendieron muy bien, la gente no paraba de comprarlos, y la mejor técnica de
marketing estaba teniendo efecto. ¿Cuál es esta técnica tan efectiva? El boca a boca. Alguien
escuchaba la música de Camela, les gustaba y la recomendaban a sus conocidos. De esta forma uno
de estos cassettes llegó a manos de un productor musical que tenía una productora muy pequeña.
A los pocos meses entraron en el estudio de grabación para grabar su primer trabajo. Su
estilo en ese momento tenía influencias de la rumba española que es una mezcla de la rumba
tradicional de Cuba con el flamenco. Pero su productor les tenía preparada una sorpresa.
Añadió algunos cambios a las melodías para que sonaran más pop y tecno. El grupo se horrorizó
al escuchar los cambios que su productor había decidido meter en sus melodías,
pero por suerte confiaron en el instinto del productor. No lo sabían entonces, pero acaban de
crear un nuevo estilo musical, la tecnorumba, un sonido nuevo que seducía a millones de españoles.
Cuando el disco estuvo terminado se enfrentaron con su primer gran obstáculo. Ninguna radio
quería promocionarlos, ni siquiera estaban dispuestos a recibir dinero a cambio de
poner su música. Les llegaron a decir que era música de mierda que sonaba a mierda.
Las tiendas de música tampoco querían vender sus cassettes así que tuvieron que buscar una
estrategia diferente. Empezaron a vender su música en más mercadillos alrededor de España y también
en otro lugar, las gasolineras. Cuando la gente paraba a poner gasolina a sus coches era común
comprar música en las estaciones de servicio, y así es cómo mucha gente descubrió a Camela.
Finalmente las tiendas de música y grandes comercios se rindieron,
dejaron de hacer este veto absurdo, y empezaron a vender su música. Ellos también
querían beneficiarse del huracán Camela, ellos también querían vender sus discos como churros.
Poco a poco más personas conocían la música de Camela, sin embargo,
continuaban sin tener el apoyo de la industria musical. Quizás por lo innovador de su estilo,
quizás porque venían del barrio, quizás por el origen étnico de sus
miembros… el caso es que Camela no era bien recibida por la industria. Quizás
la industria no le daba su visto bueno, pero el público les adoraba.
Antes te contaba que la creación de un nuevo estilo musical, la tecnorumba,
era una de las claves del éxito de Camela. Estas melodías resultaban muy atractivas pero no fue la
única razón de su gran éxito. Las letras de las canciones hablaban de amor, pero no lo hacían
de una forma sofisticada o usando palabras que nadie conocía. En las letras de las canciones
se expresaban de la misma forma en la que los jóvenes de la época hablaban de sus amores y
desamores. De esta forma Camela conectó y puso música a los primeros amores de una generación.
A pesar de tener el apoyo del público que consumía su música, creo que a la gente que
le gusta Camela no siempre ha sido muy justa con ellos. Su música ha sido para mucha gente
un placer culpable. Algo que escuchas cuando estás en tu casa o en el coche,
pero que no pones cuando tus amigos están en casa. De alguna forma el hecho de que
la industria musical les diera la espalda, los rechazará, creó una sensación contradictoria en
las personas que les escuchaban. Les gustaba su música pero nadie decía que eran buenos.
Para que veas que no exagero con su éxito te daré un ejemplo.
Cuando en todo el mundo las Spice Girls ocupaban el número 1 de casi todos los países,
en España se tuvieron que conformar con el número 2. El álbum de Camela era el más vendido. Aún así,
apenas tenían repercusión en los medios de comunicación y tampoco recibían premios.
Tuvieron que pasar varios años para empezar a ser mínimamente reconocidos. En el año 2001
cambian de discográfica. Empiezan a trabajar con EMI, que les ofrece un contrato millonario,
un gran presupuesto para su vídeos musicales y una promoción decente.
Desde entonces el grupo ha perdido un miembro, Miguel Ángel, que decidió irse
por pequeñas desavenencias, problemas personales con los otros dos miembros.