¿Cómo erradicar la pobreza?
Si conocieras a 12 personas al azar de todo el mundo, 6 vivirían en la pobreza y una de ellas
en la pobreza extrema. Eso son 600 millones de personas que padecen hambre, falta de hogar,
de servicios básicos y que luchan por sobrevivir todos y cada uno de sus días. Hay que admitir que
se han visto avances y ¡el porcentaje de pobres ha ido disminuyendo en los últimos 20 años¡ Pero,
aun así, los economistas están de acuerdo en que no nos estamos moviendo lo suficientemente
rápido para solucionar la pobreza y la crisis climática, que nos pisa los talones,
amenaza con revertir el progreso que se ha hecho. Por eso hoy nos preguntamos:
¿Cómo erradicar la pobreza? La pobreza la podemos definir como
la carencia de educación, salud, servicios básicos, alimentación o vivienda. Se considera
pobreza extrema a la carencia de tres o más de estos aspectos y, de acuerdo al banco mundial,
la padecen las personas que viven con menos de 1.9 dólares al día. Según otros analistas
esta cantidad es muy baja y lo mínimo para vivir debería ser de 7.4 dólares al día.
Para empezar a encontrar la respuesta a la pobreza hay que encontrar la causa. Margaret Tatcher,
ex primer ministro del Reino Unido, creía que la pobreza era un defecto de personalidad. El
antropólogo Oscar Lewis analizó lo que llamó “la subcultura de la pobreza” y notó que en
ella había hábitos que no ayudaban a la gente a salir de pobres, lo que ciertas
clases interpretaron como la demostración de que “el pobre es pobre porque quiere”.
Pero, ¿es así? Supongamos que… Ellie y Carlos trabajan vendiendo flores
en la calle. Quieren rentar un pequeño local para vender más. Ahorran todo lo que pueden,
pero cada vez que se junta algo de dinero ocurre un imprevisto. Su medio de transporte se necesita
reparar. Carlos se cae y se lastima y como no tienen un trabajo formal no tienen acceso
a seguridad social. Cada temporada de lluvias tienen que reparar su casa. Parece imposible
ahorrar y su sueño se aleja cada vez más. Esta es una de las trampas de la pobreza,
un concepto reconocido que describe los diversos factores que hacen que salir de la pobreza sea muy
difícil. El multimillonario Edgar Bronfman padre lo afirmaba: "Convertir 100 dólares en 110 es
trabajo, convertir 100 millones en 110 millones es inevitable". Así que no, los pobres no son pobres
porque quieren. Las oportunidades y problemas que hay entre unos y otros son abismales. Incluso
los multimillonarios que dicen haber amasado su propia fortuna tuvieron un empuje inicial enorme.
Cuando vemos que el 50% de la humanidad recibe solo el 1% del ingreso generado por
el crecimiento global vemos que no es un problema de personalidad: es un problema de desigualdad.
En el año 2022 la persona más rica del mundo es Elon Musk con una fortuna estimada de 273
mil millones de dólares y bastante por debajo, Jeff Bezos con unos 188 mil millones ¡pobrecillo!
Para nosotros da lo mismo: nuestra mente no es capaz de entender cifras tan ridículas
de dinero. Pero podemos hacer una comparación: El dinero y esfuerzo que representa para una persona
pobre comprar una estufa, es el mismo que para un rico comprar una casa, lo mismo que para un
multimillonario comparar una isla entera privada y el mismo dinero y esfuerzo que representa para
Musk y Bezos jugar carreritas a la Luna. Bah, al final de cuentas es su dinero que
cada quien haga lo que quiera. A los demás no nos afecta ni su riqueza ni la pobreza.
Pues aquí van unos datos de Estados Unidos: La pobreza infantil representa una pérdida
de un billón de dólares debido a la pérdida de productividad económica,
los costos de salud, delincuencia, costos por la falta de vivienda y maltrato.
Los problemas de salud causados por el hambre tienen un costo
de 160 mil millones de dólares al año. La pobreza causa 250,000 muertes al año.
También se ha visto que en los países donde la desigualdad es más marcada hay más: violencia,
uso de drogas, personas en la cárcel y abusos políticos. Sí, aunque la mayoría
de los países vivimos en una democracia no se puede negar que los ricos tienen más poder.
Al final la pobreza nos cuesta a todos. La desigualdad es una de las causas más
marcadas de la pobreza, pero la historia de cada país, el conflicto armado, la crisis
climática, la falta de apoyo gubernamental, la marginación, la ausencia de servicios básicos,
el hambre, la deuda y la falta de salud son factores que contribuyen a la pobreza.
Bueno y ¿cómo erradicarla? Ahora te contamos algunas propuestas.
Las Naciones Unidas proponen, para empezar, la creación de empleos
decentes. Actualmente 220 millones de personas están desempleadas y no porque así lo deseen:
esta estadística muestra las personas que han hecho esfuerzos por encontrar trabajo. Otras 165
millones de personas desean poder trabajar más horas para cubrir sus necesidades. El problema
no es que la gente no quiera trabajar, sino que no hay empleos o que son muy mal pagados.
Otra propuesta de las Naciones Unidas es el aumentar mínimo al 7% el Producto Interno
Bruto en los países en desarrollo, aunque quizá deberíamos replantear el PIB como
indicador y buscar uno que muestre el bienestar y sostenibilidad, además del crecimiento económico.
También se ha propuesto garantizar la seguridad social para todos. De primer momento parece que
muchos países la tienen, pero, tomemos el ejemplo de México. Aquí la seguridad social la debe pagar
la institución o empresa para la cual trabajas. Si tu empresa no te da este beneficio hay otras
formas. Aun así el 26% de la población no cuenta con ningún tipo de protección a la salud. Este
mapa refleja mucho mejor la situación. Solo los países en color azul tienen un sistema de
salud completamente gratuito y universal sin importar el estatus financiero o laboral.
Otros economistas se preguntan para qué gastar millones en programas para la erradicación de la
pobreza si sirven muy poco. ¿Por qué no mejor dar el dinero directamente a las personas? Proponen
un salario universal: a todos, sin importar su estatus financiero o laboral, se les entrega un
salario suficiente para cubrir sus necesidades de alimentación, vivienda, educación y salud. El
salario debe ser libre: es decir, tú lo puedes usar para lo que quieras. Quizá piensas que la
idea de regalar dinero se le ocurrió a un vago o a alguien no muy brillante, porque si ya reciben
dinero, seguro todos dejarían de trabajar. Pues se le ocurrió al mismísimo Julio Cesar, quien regaló
dinero después de una de sus victorias y después en su muerte dejó dinero para cada ciudadano.
En 1974 se hizo el experimento Mincome en una pequeña comunidad rural en Canadá. A
cada poblador se le regalaron 16,000 dólares canadienses al año durante 4 años. Años después,
al analizar los resultados se observó que durante ese tiempo los accidentes y problemas de salud
mental se redujeron, bajaron las denuncias de violencia doméstica y mejoró el rendimiento
escolar y las personas no renunciaron a su trabajo. El modelo se ha replicado en
comunidades de India y Namibia con éxito. ¿Y de dónde sacar el dinero? hay propuestas
para que el pago de impuestos sea según el ingreso de las personas. Muchos millonarios,
como Bill Gates, están de acuerdo en pagar más impuestos, aunque otros simplemente buscan uno
de los muchos paraísos fiscales. De hecho, la gente común solo evade en
promedio un 5% de los impuestos, mientras que los multimillonarios evaden un 25% de sus impuestos.
Dar dinero a todos quizá no sea una propuesta popular en la mayoría de los gobiernos,
¿qué tal dotar a los pobres con medios de producción? Para una persona pobre hacerse
de materiales y equipo para proveer un servicio es casi imposible. Tener acceso a maquinaria y
capacitación podría ayudar no solo a reducir la pobreza sino también a la independencia.
Promover la soberanía alimentaria también nos haría todos más independientes, pero se debe
hacer a la par con terminar la especulación y la manipulación del mercado alimenticio.
¿Y por qué no hablar de la erradicación de la deuda externa? La deuda contraída durante los años
setenta y ochenta por los países en desarrollo ha sido arrastrada con creces hasta el día de hoy.
Aunque ya es posible la reducción de la deuda, sólo los países con capacidad de crecimiento
pueden acceder a este beneficio. Suena ilógico que a los países que tienen una deuda por ser
pobres se les exija crecimiento y estabilidad. Es cierto que la cancelación de la deuda no significa
que los países no vuelvan a caer en ella. No tenemos una solución y quizá no haya una
solución, sino un conjunto de ellas, porque hay que atacar un problema multifactorial.
Como mínimo se debería trabajar en que todos tengamos la oportunidad de tener un empleo,
con un salario digno y buenas condiciones laborales, erradicar el trabajo forzoso, asegurar
una pensión, salud y educación para todos. Si te parece que la erradicación de la
desigualdad y pobreza es utópica quizá estés en lo cierto, pero podemos trabajar para que se
reduzcan. Podemos aspirar a tener un modelo, no en forma de pirámide, sino en forma de diamante
donde la cantidad de personas pobres y ricas sea poca y la riqueza esté distribuida de forma
más equitativa. Complicado, pero ¿Por qué no querríamos eliminar la pobreza? ¡Curiosamente!
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