¿Es divina la Sección Áurea? Phi - CuriosaMente 70
Se dice que este número contiene los secretos de la naturaleza y el universo, o que es la
base de la geometría sagrada. La verdad ¿es mágica la proporción áurea?
Toma un trozo de cuerda, córtalo en dos segmentos de diferente tamaño. Lo puedes hacer en cualquier
lugar, pero si lo cortas en cierto punto específico puedes hacer que la relación entre el pedazo
más pequeño y el más grande sea la misma que entre el tramo más grande y la longitud
del trozo original. Es decir, primer trozo es más o menos 1.62
veces más largo que el segmento mayor y éste a su vez es 1.62 veces más largo que el pedacito
más chico. De hecho, la proporción exacta nadie la sabe aún. Se aproxima a 1.61803398875…
y un infinito número de decimales, lo que lo convierte en un número irracional, igual
que pi. El primero que descubrió esta relación fue
el matemático griego Euclides, aunque no la expresaba en decimales. Él la llamó “razón
media y extrema”. En el renacimiento Luca Pacioli PACHOLI la llamó “la divina proporción”;
más tarde Martin Ohm la bautizó como “sección dorada” y ya en el siglo 20 se utilizó
la letra griega “tau” y ahora “phi” FI para representar lo que también conocemos
como “número áureo”. ¿por qué tanta fascinación con éste número?
Resulta que tiene propiedades muy interesantes. Como esta curiosidad: su cuadrado y su inverso
tienen las mismas infinitas cifras decimales. O, por ejemplo, su relación con la secuencia
de Fibonacci FIBONACHI. Esta es una secuencia en la que cada número siguiente se calcula
sumando los dos números anteriores (Fibonacci se imaginó conejos reproduciéndose).
Lo interesante es que si tomas uno de los números y lo divides entre el número anterior,
el resultado se acerca al número áureo. Y mientras más avanzas en la secuencia, más
se acerca. Otro ejemplo: si trazas un rectángulo siguiendo
la proporción dorada (llamado rectángulo áureo) y dentro de él dibujas un cuadrado
usando el lado menor del rectángulo, la figura que resulta también es un rectángulo áureo
que a su vez puedes volver a dividir, creando otro rectángulo y otro y otro y otro ¡hasta
el infinito! La longitud de cada cuadrado resulta ser un número ¡de la secuencia de
Fibonacci! Y al unir los vértices mediante arcos generas
una bonita espiral logarítmica. ¿Has dibujado una de esas estrellas que se
pueden trazar sin separar el lápiz del papel? Se llaman “pentagramas”. Fíjate que la
relación de las longitudes de cada segmento sigue la proporción aúrea. Además, el pentágono
que se crea en el centro sirve para dibujar otra estrella que a su vez tiene otro pentágono
y… ¡Maravilloso! por eso en la antigüedad el pentagrama se ha usado en prácticas mágicas
y misteriosas. En el libro “La divina proporción” que
Luca Pacioli creó con ilustraciones de Leonardo Da Vinci, el autor estaba tan fascinado con
este número que afirmó que era divino: PACIOLI
Es único, como Dios. Los tres segmentos representan la santísima trinidad. No se puede medir,
al igual que dios es inconmensurable. Es similar a sí mismo igual que Dios es omnipresente
e invariable. Se ha afirmado que phi es omnipresente: que
está en todos los elementos de la naturaleza. Esto es sin duda una exageración. ¿te acuerdas
de la espiral logarítmica? Sucede que se ajusta casi a la perfección a la forma del
caparazón del nautilus y a ciertas galaxias ¡sorprendente! Pero también hay muchas otras
especies de moluscos y millones de galaxias que no se ajustan a la proporción aúrea.
Ahora, si estás dispuesto a sacrificar exactitud y escoger las medidas que te convengan, prácticamente
todo se puede ajustar al número dorado… o a cualquier otra proporción.
Aún así, arquitectos y diseñadores, como Le Corbusier, han usado esta relación para
lograr composiciones armoniosas y equilibradas, basándose en las proporciones del cuerpo
humano. La disposición de las moléculas de los cuasicristales depende de esta proporción.
Otro de los aspectos de la naturaleza donde sí está presente es en la distribución
de las hojas de muchas plantas: han evolucionado de manera que cada hoja crece a una distancia
de la otra, determinada por la sección áurea, de modo que puedan aprovechar al máximo la
luz del sol. Una distribución similar ocurre en las semillas de girasol, los pinos y las
alcachofas ¡Curiosamente! ¿Ya te suscribiste a nuestro canal? Entonces
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