271 - La sangre impura
LOCUTOR A continuación, nuestro habitual espacio “El consultorio sexual de la doctora Miralles”.
DOCTORA Amigas, amigos, ¿cómo están, cómo van pasando la vida?
Estoy segura que contentos, alegres... y si no lo están por alguna razón, pues alégrense también, que la vida es corta y hay que aprovecharla. En el anterior consultorio estábamos hablando de la menstruación, de sus mitos y sus prejuicios...
MAMÁ A ver, mijo, venga acá...
NIÑO Sí, mamá...
MAMÁ Vaya a la bodega y me compra... Dígale a la señora que me dé las toallas de siempre...
NIÑO ¿Toallas?
MAMÁ Sí, toallas. Ella sabe.
NIÑO ¿Y para qué sirven las toallas, mamá?
MAMÁ Eso a usted no le importa, entrometido. Vaya a la bodega, compra y me trae. ¡Estos muchachos!
DOCTORA ¿Les suena familiar esta escena? La mamá que no le dice al niño qué son las toallas higiénicas ni para qué sirven. Y yo me pregunto y les pregunto: ¿de dónde nace esa vergüenza? ¿O será una mojigatería como tantas otras?... ¿Aló?
BIBLISTA Usted lo ha dicho, doctora. Mojigatería religiosa.
DOCTORA ¿Usted es...
BIBLISTA Yo soy biblista.
DOCTORA ¿Cómo dice?
BIBLISTA Biblista, que estudia la Biblia. Andrés Vázquez, para servirle a usted y a su audiencia.
DOCTORA Pues mira qué bien, un experto en Biblia que me puede aclarar algunas dudas sobre la menstruación. ¿Por qué usted dice que es una mojigatería religiosa, mi amigo?
BIBLISTA Le explico, doctora. En la religión judía, cuando las mujeres tenían la regla, eran consideradas impuras, inmundas.
DOCTORA ¿Inmundas?
BIBLISTA Sí, sucias durante siete días. No podían entrar al templo. Todo lo que tocaban, una silla donde se sentaban, cualquier cosa, se volvía impuro. Y las personas también. Por supuesto, el marido no podía tocar a su mujer durante esos días. Y si lo hacía, era reo de muerte.
DOCTORA Caramba... ¿Y después de esos días?
BIBLISTA Tenían que purificarse mediante extraños rituales. Atrás de todas esas prohibiciones está el desprecio tremendo que tiene la religión judía hacia las mujeres.
DOCTORA ¿Y ese desprecio y esa ignorancia continuó con el cristianismo?
BIBLISTA Seguro, porque la religión cristiana es hija de la judía. Jesús no. Jesús no tenía esos prejuicios. Pero muchos de sus seguidores, todavía hoy los tienen.
DOCTORA Gracias, Andrés Vázquez, biblista. Lo molestaré en otra ocasión para ir conociendo de dónde nacen tantos prejuicios hacia la sexualidad, especialmente la sexualidad femenina.
BIBLISTA No es molestia, doctora. Cuando quiera, me avisa.
DOCTORA Veamos ahora...
MUJER Aló, doctora... Verá, yo tengo un ciclo muy irregular... A veces más, a veces menos...
DOCTORA Sí, ¿y cuál es el problema? Porque muchísimas mujeres son irregulares...
MUJER Que a mí me han dicho que si me retraso, la sangre se concentra ahí abajo. Y como el cuerpo no desfoga, me puedo hinchar como un globo y luego reviento.
DOCTORA Pero, ¿quién te ha dicho esa tontería?... Te vas a hinchar si comes muchas hamburguesas y arroz... Pero si te retrasas no pasa nada... El retraso puede deberse a tensión, a estrés...
MUJER ¿Y esa sangre tampoco se sube a la cabeza?
DOCTORA A ninguna cabeza. ¡Ese es otro de los mitos de la menstruación!
DOCTORA A ver quién nos llama ahora... con qué otro prejuicio nos sale... ¿Aló?
HOMBRE (MOLESTO) Esto no es ningún prejuicio, doctora. Y se lo digo yo, porque yo sé de esto. La verdad es que ustedes, las mujeres, se ponen insoportables en esos días.
DOCTORA ¿Cómo que insoportables?
HOMBRE De mal humor, peleonas, malgeniosas, se les revuelve todo por dentro...
DOCTORA ¿No me diga? Pues si es así, ustedes los varones deben tener una menstruación permanente.
HOMBRE ¿Por qué dice eso, doctora?
DOCTORA Porque muchos de ustedes viven de mal humor y peleando.
HOMBRE No me fastidie...
DOCTORA Como usted, por ejemplo... ¡Ay, estos hombres!... Bueno, el tiempo ya se nos acaba. Les recuerdo que pueden hacer sus preguntas también a través de la web, en el consultorio de sexualidad, www.radialistas.net. ¡Hasta la próxima, menstruantes y menstruados!