¿El FIN de las REVOLUCIONES SOCIALISTAS en AMÉRICA LATINA? (La nueva marea rosa) - VisualPolitik (1)
Si lo miramos con cierta perspectiva, Latinoamérica es una especie de péndulo ideológico entre
polos opuestos:
Desde las dictaduras militares de los 70s y los 80s, hasta la transición a la democracia,
la lluvía de privatizaciones y la liberalización económica de los 90s, o el estatismo todopoderoso
del conocido como socialismo del siglo XXI.
Casi que podríamos decir que América Latina todo es… o blanco, o negro.
El asalto de los partidarios de Bolsonaro al Congreso, a la Corte Suprema y al Palacio
de Planalto, sede de la Presidencia, ha sido el último ejemplo de esta furia pasional
que frecuentemente resulta tan difícil de hacer compatible con el ordenado funcionamiento
del marco democrático.
[Una furia además que siempre, siempre está dominada por ciertos parámetros comunes que
creo todos conocemos perfectamente.]
Pero…
¿Y si en cierta forma y a pesar de los recientes acontecimientos este péndulo realmente se
estuviera comenzando a resquebrajar?
¿Puede estar América Latina ante un punto de inflexión ideológica?
¡Arranquemos!
[Por cierto, hablando de puntos de inflexión…
La guerra de Ucrania ha cambiado por completo.
Las tornas se han invertido.
Ahora es el ejército ucraniano quien lleva la iniciativa en el campo de batalla mientras
las fuerzas rusas no paran de sumar nuevos fracasos.
Sin embargo, el frente militar no es el único campo de batalla.
La guerra económica también juega un papel clave, especialmente para la capacidad de
resistencia de Ucrania.
Así que la pregunta es, ¿Cómo está evolucionando está guerra económica?
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Dicho esto, ahora sí, comencemos.
Los primeros 10 años del siglo XXI sumergieron de lleno a prácticamente toda la región
en lo que diferentes analistas políticos calificaron como la “marea roja” .
En marzo de 2005, por ejemplo, se estimaba que el 75% de los 350 millones de habitantes
de América Latina estaban gobernados por partidos de izquierda.
En aquella época podemos recordar a Hugo Chavez, Daniel Ortega, Lula da
Silva, Rafael Correa, Evo Morales y la familia Kirchner haciendo numerosas reformas
económicas y sociales para acercarse al socialismo y nutrir al Estado con cada vez más instrumentos
intervencionistas…
Y, ojo, no solo hablo del terreno económico.
Lo de Caracas y Managua ya sabemos que fue mucho más allá de las cuentas públicas.
(“Desde Ecuador decía Bolívar, o nos unimos de verdad o un nuevo coloniaje legaremos a
la posteridad.
El banco del sur, la telesur, una televisora del sur, una petrosur, la unidad energética
del sur…
Hugo Chavez Frias)
[Y eso por no hablar del propio asalto a la democracia]
En aquella vorágine de entusiasmo socialista se generaron plataformas multilaterales,
como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) o la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América (ALBA), ¡Vamos!
que el proceso parecía del todo imparable, pero…
Un momento, porque sin embargo, la corrupción y el voto popular - allí donde se respetó,
claro está - comenzaron a romper una por unas las olas de toda esa inmensa marea roja.
Fijaos.
N1(24 de noviembre de 2015: Macri gana en Argentina y pone fin al kirchnerismo tras
12 años.
El País)
N2(7 de diciembre de 2015: La oposición venezolana obtiene mayor número de escaños y controlará
la Asamblea Nacional.
CNN)
N3(31 agosto de 2016: Impeachment: Dilma Rousseff es destituida como presidenta de Brasil.
BBC)
N4(5 de febrero de 2018: Lenín Moreno bloquea a Rafael Correa: Ecuador vota en referéndum
a favor de limitar a dos periodos el mandato presidencial.
BBC)
N5(28 de octubre de 2018: Bolsonaro es electo presidente de Brasil.
DW)
Ya lo veis, el giro que la región pegó desde el año 2015 generó un escenario totalmente
contrario a la marea roja…
Cuyas fuerzas quedaron muy debilitadas…
Aunque no derrotadas.
La victoria de Lopez Obrador en México, seguida de la derrota de Mauricio Macri en 2019, a
la par de las revueltas sociales en Chile y el regreso del partido de Evo Morales al
poder en Bolivia en 2020, volvieron a patear el tablero político latinoamericano..
Otra vez, pero, ahora bien, ¿fue esta sucesión de hechos un remake de la marea roja?
Pues bien, veámoslo.
T1(LA DEBACLE DEL RECAMBIO POLÍTICO)
En julio de 2018, cuando el 53.19% de los mexicanos llevaron a Andrés Manuel López
Obrador, AMLO, a la presidencia, no sólo rompieron con la hegemonía del PRI -que tan
apenas había sido brevemente erosionada por el PAN - en el país, sino que dieron la primera
campanada del cambio que se avecinaba.
Y es que, a pesar de que AMLO tuvo que convivir como un lobo solitario un tiempo, acompañado
por presidentes disidentes al socialismo como Piñera en Chile, Bolsonaro en Brasil, Duque
en Colombia o Macri en Argentina, el estallido social en Chile y Ecuador en 2019 terminarían
por abrir de nuevo la caja de pandora en la región:
“A todos los chilenos, ellos están en guerra contra todos los chilenos de buena voluntad
que queremos vivir en democracia, con libertad y en paz”.
Sebastían Piñera) (La ola de disturbios en Santiago que terminó
provocando, incluso, el inicio de un proceso constituyente, fue posiblemente un shock tremendamente
traumático para los países contrarios a la marea roja: hasta ese mo mento el modelo
chileno había servido como un ejemplo de estabilidad y crecimiento gracias a sus políticas
más orientadas al mercado.
Sin embargo, tras los disturbios esa idea, ese modelo empezó a dejar de ser un objetivo
para convertirse en un mito con un alto coste político.)
[Sí ese era el resultado…
Quien iba querer replicar el modelo.]
¿Y sabéis qué?
Fue justo entonces cuando desde Caracas, los melancólicos custodios del conocido como
socialismo del Siglo XXI comenzaron a vaticinar un huracán ideológico que volvería a posicionar
- otra vez - a la izquierda en lo más alto del poder político.
“Está soplando una brisa bolivariana, está soplando una brisa bolivaria que va a venir
desde el río grande y un poquito más arriba hasta la Patagonia.
Brisa bolivariana, brisa de los pueblos libertarios”.
Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela)
Sin embargo, lo cierto es que esta vez la historia fue muy diferente.
Al menos muy diferente de lo que los Maduros, Cabellos y compañía tenían en mente.
Aquellos estallidos de violencia no hicieron que la sociedad reclamase el regreso de los
referentes y los custodios de la marea roja, sino que, en cambio, generaron resultados…
un tanto aguados.
Ni para unos ni para otros.
(UN ROJO QUE DESTIÑE)
Si vemos la tendencia de los gobiernos más destacados de Latinoamérica en el año 2019,
podemos constatar que la izquierda había sido diezmada del mapa político de la región,
salvo por algunos casos concretos, como México, Nicaragua, Cuba y Venezuela.
(Sin embbargo, unos tres años después, la brisa bolivariana parece haber hecho su trabajo
con cambiazos tan llamativos como los que se han dado incluso en bastiones del centro-derecha
latinoamericano como Colombia)
Si tenemos en cu enta el mapa…
No se, parece bastante claro…
Podemos decir que la marea roja está de vuelta, que el socialismo del siglo XXI se ha hecho
de nuevo con el poder, otra vez la revolución bolivariana vuelve a marcar la música a seguir…
¿Verdad?
Pues…
Lo cierto es que no.
Sí, los partidos de izquierdas, en ocasiones partidos y movimientos muy vinculados a la
vieja guardia bolivariana, se han hecho de nuevo con el poder…
Sin embargo, un momento, porque lo cierto es que el perfil de la mayoría de los actuales
líderes parece muy lejos de lo que en su día hubieran defendido los Chavez, Castro,
Ortega y compañía.
¿No me creéis?
Pues…
Fijaos.
“Por 104 votos a favor, 18 en contra y 24 abstenciones, la cámara aprobó una resolución
que respalda las declaraciones (de condena) del presidente Gabriel Boric respecto a los
regimenes dictatoriales de Venezuela, Nicaragua y Cuba)
“¿De qué yo soy como Hugo Chavez?
Es una calumnia.)
“Chávez, digamos, hizo una promesa a su sociedad de una distribución social de la
renta petrolera que es de lo que viven los venezolanos.
El pueblo votó por él varias veces pero la promesa quedó incumplida, ¿En qué sentido?
En que realmente no se puede construir una equidad social, una justicia social en una
economía que solo extrae petróleo.)
“A mi me gustaría para Venezuela lo que yo quiero para Brasil.
Yo quiero que las elecciones sean cada vez más libres, que se acaten los resultados”.)
N6(28 de enero de 2022: Con apoyo argentino, la ONU vuelve a condenar al régimen de Maduro
en Venezuela.
La Nación)
Es decir, la región giró a la izquierda, eso es innegable, sin embargo, esa izquierda
parece algo diferente a la que protagonizó el comienzo del siglo.
No parece ni de lejos esa izquierda revolucionaria que estaba enamorada de los largos discursos
de Hugo Chavez.
Los nuevos gobiernos encarnan algo así como una especie de socialismo latinoamericano
diluido, quizás incluso como una especie de socialdemocracia latina.
Y, ¿qué queréis que os diga?
Nos pueden gustar más o menos estas corrientes políticas…
Pero no creo que haya muchas dudas respecto a que parecen mucho mejor - en todos los aspectos
- que los movimientos revolucionarios de principio siglo.
Por lo general los nuevos gobiernos no hablan de revoluciones, expropiaciones, nacionalizaciones
ni cosas por el estilo.
Y eso, pues parece un avance, porque a la larga puede generar mucha más estabilidad.
Insisto, incluso, aunque no nos gusten sus políticas el cambio de cromos parece menos
radical.
Incluso Lula ha ganado las elecciones en Brasil con un ticket electoral que tiene como compañero
de fórmula a Geraldo Alckmin, un referente del centro-derecha brasileño y un antiguo
contrincante electoral del propio Lula.
Quizás, de alguna forma, Petro siga siendo en parte la única excepción…
Parece sentirse demasiado cómodo con tiranos como Maduro…
Pero, incluso, en Colombia la realidad política bajo Petro no tiene nada que ver con lo que
fueron la mayoría de los movimientos de izquierda latinoamericanos durante comienzos del s.XXI.
Y la pregunta es, ¿a qué se debe este repentino cambio?
¿Es una cuestión generacional?
¿Es fruto de la autocrítica de la izquierda latinoamericana?
¿Es por querer emular a los países europeos?
Pues quizás sea un poco de todo…
Claro que otro factor que puede haber contribuido a esta pérdida de influencia quizás sea
el financiero.
Sí, sí, me habéis escuchado bien.
Atentos.
T3(YA NO HAY QUIEN PAGUE LA FIESTA)
Queridos amigos, amigas, la marea roja de principio de ciclo tenía un epicentro: Caracas.
Desde la capital venezolana, Hugo Chavez se posicionaba como un referente político, pero
también financiero, especialmente para todos los aventureros de la época.
Fijaos.
N7(4 de enero del 2006: Evo Morales se suma al proyecto antineoliberal y antiimperialista
de Chávez en su visita a Venezuela.
Uno de los convenios firmados serán los 30 millones de dólares que Chávez se ha comprometido
a entregar a Bolivia para obras sociales, además de suministrar todo el combustible
que consume Bolivia.
El Mundo)
N8(17 de febrero de 2006: Venezuela disfruta de su bonanza petrolera.
Los expertos creen que el presidente Chávez ha gastado unos 5.000 millones de dólares
en empresas energéticas fuera de Venezuela, incluidas refinerías de petróleo nuevas
o de operación conjunta en Cuba, Uruguay y Brasil.
BBC)
N9(22 de noviembre del 2007: Venezuela sigue acaparando deuda argentina.
Infobae)
N10(29 de septiembre de 2009: Ecuador acepta la donación de seis cazas de Venezuela.
El País)
N11(16 de abril del 2008: Venezuela oficializa acuerdos de suministro crudo Bolivia, Haití
y Nicaragua Venezuela oficializó tres acuerdos de suministro directo de crudo, por un total
de 1,48 millones de barriles mensuales, a Bolivia, Nicaragua y Haití, en condiciones
especiales de pago que incluyen intereses del dos por ciento anual.
El Economista)
Ya lo veis, la tarjeta de crédito hacía pagos por aquí y por allá como si no hubiera
mañana.
Y por supuesto también financiaba a todo tipo de movimientos políticos muy radicalizados
de izquierdas.
Todo esto contribuyó a reunir a un púlpito de gobiernos alrededor de aquel utópico proyecto