¿Por qué ARABIA SAUDITA nos va a preocupar...? - VisualPolitik
“Los saudíes han exportado más ideología extremista que ningún otro país en el mundo”. Esta
frase es de Hillary Clinton. Mientras decía esto, la por entonces secretaria de Estado de Obama
autorizaba la venta de armas a Arabia Saudita. Y diréis ¿En serio? ¡Pues menuda hipócrita! Sin
embargo ¿Sabíais que el propio Bin Laden llegó a amenazar a la Casa Real Saudita en 2003? Puede que
os sorprenda pero Arabia Saudita es el primer país interesado en acabar con el terrorismo islamista
y, a la vez, uno de sus mayores promotores. Y quiero que recordéis bien este vídeo. Porque
todo apunta a que la historia que os vamos a contar hoy sea una de nuestras mayores
pesadillas en esta década que empezamos: la de los años 20 del siglo 21 ¿Qué está pasando en
Arabia Saudita? ¿Y por qué debería preocuparnos al mundo entero? ¡En este vídeo te lo vamos a contar!
Cuando pensamos en los saudíes, nos viene a la cabeza petróleo,
montañas de dinero y los lujos más extravagantes... ¿Pero y si te dijera que
este país está al borde de la bancarrota? Os lo hemos contado mil veces aquí,
en VisualPolitik: Arabia Saudita lleva años dirigiéndose al colapso económico.
Su economía es completamente dependiente a las exportaciones de crudo. El zumo de dinosaurio
ha pagado los caprichosos de los príncipes saudíes pero también los sueldos de casi todos
sus ciudadanos, que trabajan como funcionarios. En cierto modo, podríamos decir que los saudíes
han vivido una utopía durante décadas: vivir sin apenas trabajar, sin pagar impuestos y con
sueldos más que generosos. Pero, a medida que bajan los precios del petróleo, este sistema se
está viniendo a bajo. Y sí, el CoronaVirus ha sido un catalizador de este fenómeno.
Y ya sé lo que estaréis pensando muchos... ¿Y qué me importa? ¡Bastantes problemas tengo yo
como para preocuparme por lo que ocurre en Arabia Saudita! Pues debería preocuparos y
mucho. Buena parte de la sociedad saudí es muy propensa a abrazar el Islam radical. Además,
su población es muy joven, con lo que tienen a mucha gente con edad para alistarse en grupos
terroristas. Pero lo más preocupante es que Arabia Saudita tiene el 3º arsenal militar más caro y más
moderno del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos y China ¡Imaginad lo que podría pasar si
todo esto cayera en las manos equivocadas! Dicho de otra forma: a día de hoy,
Arabia Saudita ya está financiando el radicalismo islámico en todo el
mundo. Muchos millonarios saudíes están pagando mezquitas y escuelas radicales en todo el mundo,
incluido Europa y Estados Unidos. Y el Gobierno saudita a duras penas sabe cómo evitarlo. Así
que la pregunta que hoy nos hacemos es ¿Cual es la raíz de este problema? ¿Por qué decimos que tiene
una difícil solución? ¿Y por qué puede convertirse en nuestra peor pesadilla en los próximos años?
Hoy vamos a responder a estas preguntas pero antes, vamos a ver un poco de historia.
LA BRECHA IDEOLÓGICA SAUDÍ
En el siglo 18, lo que hoy conocemos como Arabia Saudita era un desierto controlado
por distintos imperios: principalmente el Otomano. Por estas tierras vivían un montón
de tribus de nómadas beduinos con más o menos poder en distintos territorios. Una de ellas
era la dinastía de los SAUDS, que dominaban el territorio de RIYAD. Ya por estos años,
los Sauds eran muy religiosos. Los patriarcas de esta dinastía habían llegado a una especie
de pacto. Ellos se encargaban de los asuntos militares pero los asuntos del día a día estarían
regulados por los clérigos. Más concretamente los seguidores de un teólogo muy concreto:
MOHAMMAD IBN ABDUL WAHHAB. Y sí, hablamos del padre de lo que hoy conocemos como el SALAFISMO.
El salafismo es una interpretación muy ortodoxa del Islam y, sobretodo, muy austera. Por ejemplo
¿Os habéis fijado que, incluso hoy en día, los príncipes saudíes siempre llevan la misma ropa?
Fijaos bien: barba, túnica, pañuelo en la cabeza y sandalias. Este atuendo no es
casualidad. Los salafistas deben vestir acorde a las tradiciones. Tanto los hombres como las
mujeres deben ser “modestos”. Es decir, que no pueden mostrar vanidad. Y por eso,
rara vez veréis a un príncipe saudí llevando un traje de Giorgio Armani... aunque tenga
dinero para comprarse tantos como quiera. Pues bien, los seguidores de este teólogo
estaban apoyados por los nobles sauds, que como hemos dicho, dominaban una región muy
pequeña de lo que ahora es Arabia Saudita. Sin embargo, en los años 30 del siglo XX,
todas estas tribus árabes entran en guerras por el control de toda la península arábiga.
Reino Unido apoyó a los sauds. Con esta ayuda, en 1932,
la Casa Real Saud se hace con el control de casi toda la península y así es como nace
la gran nación árabe que hoy conocemos como Arabia SAUDITA, con su primer rey,
En principio, este nuevo país era una tierra pobre, con tribus nómadas y poco más que desierto.
Sin embargo, en el año 1938 las cosas cambiaron para siempre. Ese es el año donde Arabia Saudita
descubre que está sentada bajo todo un mar de petróleo. Las petroleras estadounidenses se
lanzan a explotarlo y, de paso, hacen acuerdos con la Casa Real Saudí. De la noche a la mañana, esta
dinastía de nómadas beduinos se hace millonaria. Y aquí tenemos que hace un paréntesis. Cuando
hablamos de la Familia Real Saudí, es probable que penséis en una familia pequeña. Los padres,
los hijos y los cortesanos ¿Verdad? Pues atentos: a día de hoy, se calcula que la Casa Real Saud
tiene alrededor de 15.000 miembros, de los cuales, 2000 tienen poder político y montañas
de petrodólares. Para que os hagáis una idea, el primer rey Saudita, el Rey ABDULAZIZ BIN SAUD,
tuvo 17 esposas y 45 hijos. De hecho, ninguno de ellos ha heredado el trono. Desde 1932 hasta hoy,
todos los reyes que ha tenido este país han sido los hermanos de este rey primigenio.
¡Pero sigamos con nuestra historia! De repente, los príncipes saudíes se han vuelto millonarios ¿Y
qué haces cuando el dinero te sale, literalmente, de las piedras? ¡Pues lo gastas como si no
existiera mañana! En estos momentos es cuando el mundo entero empieza a conocer a los jeques árabes
por sus lujos más extravagantes: mansiones por todo el planeta, coches caros y fiestas.
¡Pero esperad un momento! ¿No habíamos dicho que el salafismo predica la modestia? ¡Pues
sí! ¡Tenéis razón! Y eso explica que, en estos años es cuando comienza la gran
brecha ideológica en Arabia Saudita. Mientras la Casa Real Saudí descubría
las ventajas de ser millonario, los clérigos salafistas les criticaban
desde sus mezquitas. Y así llegamos al año 1979. Año en el que ocurre esto.
Mecca 1979: El asalto a la mezquita que cambió el curso de la historia Saudita
Seguramente muy pocos conozcáis esta historia pero es un punto de inflexión en la historia de Arabia
Saudita. Una de las mezquitas más importantes del mundo es la Gran Mezquita de la Meca. Pues bien,
en 1979, grupos de radicales salafistas tomaron esta mezquita. Según ellos, el país entero había
olvidado sus raíces religiosas. Tuvieron que entrar más de 50000 comandos del ejército
saudí para liberarla. Y más de 250 personas murieron. Por cierto, como nota curiosa os
diré que esa misma mezquita había sido restaurada por la constructora de la familia de Bin Laden.
Pues bien, en ese momento, la Casa Real Saudí se planteó un tremendo dilema moral: por un lado, les
gustaba el lujo más que otra cosa. Por el otro, ellos mismos creían en los principios ortodoxos
y austeros del salafismo ¿Conclusión? Por un lado hicieron caso de las demandas más extremas de los
religiosos. En ese momento es cuando sacaron leyes como aquella que prohibía conducir a las mujeres.
Pero, por el otro, mantuvieron su estilo de vida al máximo. De hecho, un año después, en 1980,
es cuando se termina la nacionalización de ARAMCO, la empresa de petróleo saudita. En ese momento,
la Casa Real Saudí estaba ganando más dinero que nunca. Y ahí es cuando entramos en los años de...
LA DOBLE MORAL
La pregunta que muchos os habréis hecho alguna vez ¿Que harías si, de repente,
empiezas a ganar miles de millones de dólares como si no hubiera mañana? Pues la Casa Real
Saudí tiene la respuesta. Uno se gastan todo ese dinero en los lujos más disparatados que os
podáis imaginar. Por ejemplo, uno de esos 2000 príncipes saudíes se mandó hacer un Mercedes
cubierto en su totalidad por diamantes. Sin embargo, otros prefieren gastárselo en otras
cosas como influencia política y religiosa. Y así es como, a partir de los años 70, muchos de estos
multimillonarios saudíes comenzaron a dar dinero a organizaciones de caridad. Estas organizaciones de
caridad han construido escuelas y mezquitas salafistas por todo el mundo islámico... ¡Y
el no islámico también! A día de hoy, hay mezquitas salafistas en prácticamente todo
el mundo. Lo que empezó siendo una confesión religiosa minoritaria, se está convirtiendo en
una creencia ampliamente aceptada. Está ganando terreno en lugares tan dispares como Dagestán
y Chechenia. Y por supuesto, eso también incluye las comunidades musulmanes de países como Francia.
Y, como ya sabéis, no sólo hablamos de religión sin más. Muchas de estas mezquitas salafistas no
se limitan a hablar de religión sino que también promueven el terrorismo. A día de hoy, podemos
afirmar que buena parte del dinero que se usó para organizar el 11 de septiembre vino de millonarios
sauditas ¡Pero esperad un momento! Porque Estados Unidos no es el único enemigo de los terroristas
salafistas. En realidad, su peor enemigo son los que ellos consideran “falsos” salafistas.
El propio Bin Laden lanzó mensajes contra la Casa Real Saudí. Y por eso, en el año 2008,
el Gobierno de Arabia Saudita firmó un acuerdo con la Casa Blanca para la lucha antiterrorista.
Desde entonces, Arabia Saudita ha llegado a crear sus propios centros de desradicalización. En esos
centros, los radicales islámicos hacen sesiones de arte terapia, dinámicas de grupo y toda clase de
tratamientos muy parecidos a los que se usan para tratar la adicción a las drogas. La efectividad de
estos tratamientos es bastante discutible... por no decir otra cosa. Mientras tanto, Estados Unidos
ha enviado asesores, ha compartido inteligencia y ha vendido todo tipo de armas a Arabia Saudita.
Y diréis ¿Qué pasa con todo este armamento? Pues en muchos casos, pasan cosas como esta.
Estados Unidos envió armas y secretos a los Saudíes y los Emiratíes. Ahora,
algunas estás en manos de guerrilleros conectados con Al Qaeda e Irán
A estas alturas, alguno pensará que todo esto se debe a que Arabia Saudita no quiere acabar
con el terrorismo... ¿Pero y si fuera simple ineficiencia? Pensadlo bien:
La familia real saudí tiene a 2000 príncipes con dinero y poder real. Tanto dinero y tanto
poder que pueden permitirse vivir al margen del Gobierno ¿De verdad creéis que es fácil
controlarlo? Pues lo cierto es que no. Es más, por el momento, la única estrategia
que ha permitido que los monarcas saudíes puedan controlar a su sociedad es esta...
EL CONTRATO SOCIAL SAUDÍ
Para entender mejor cómo funciona la sociedad en Arabia Saudita, vamos a mirar este gráfico.
La población activa representa el 59% del país: hasta aquí todo normal. Pues bien,
más de la mitad de esos trabajadores son inmigrantes. La otra mitad son los trabajadores
nacionales. Pues bien, de esos trabajadores nacionales, más del 70% son funcionarios.
Tal cual como lo oís. Prácticamente todos los ciudadanos saudíes trabajan para el gobierno
en unas condiciones inmejorables: sueldo medio de unos 3000 prácticamente libre de impuestos.
Además, la mayor parte de los gastos están subvencionados. Eso incluye la vivienda.
Y, por supuesto, en la mayor parte de los casos, los funcionarios saudíes ni siquiera
tienen que cumplir con horarios laborales. En otras palabras: el contrato social saudí
es muy sencillo: tú haces la vista gorda con todos los lujos de la Casa Real Saudí y a cambio,
te permitimos vivir en una utopía. Esta lógica se hizo más evidente todavía en el año 2011.
Al igual que el resto de países musulmanes, Arabia Saudita también tuvo su particular primavera
árabe, con protestas en las calles ¿Cómo respondió el Gobierno? Muy fácil: el rey lanzó un paquete
de gasto de 93.000 millones de dólares para viviendas públicas y nuevas plazas de funcionario.
¿Y cómo se paga todo eso sin apenas impuestos? La respuesta ya la conocéis todos:
zumo de dinosaurio. El petróleo ha financiado una auténtica utopía económica. Mientras tanto,
la Casa Real Saudí ha comprado el armamento más moderno del planeta:
aviones de combate F-35, tanques M1A1 Abrams y todo lo que os podáis imaginar. El ejército
saudí es el tercer ejército más caro del mundo. Y, en los próximos años, será aún más caro. En
el año 2017, Trump autorizó ventas de armamento por valor de 460.000 millones de dólares. Para
que os hagáis una idea, esta cifra es más alta, incluso, que el PIB entero de Austria. Pues bien,
en los próximos 7 años, la Casa Real saudí se va a gastar todo este dinero en armamento.
Y diréis ¿Pero por qué Estados Unidos está tan interesado en vender armamento a este
país? La idea es que, con tanto armamento, Arabia Saudita puede combatir el terrorismo. De hecho,
en el año 2015, Riyad creó toda una coalición militar contra el terrorismo. Una especie de OTAN
antiterrorista que incluye casi todos los países musulmanes. Todos excepto Irán, por supuesto.
Sin embargo, volvemos al punto del principio... ¿Cómo puedes evitar a todos esos 2000 príncipes
de la Casa Real Saudí? Muchos de ellos son los primeros en financiar el terrorismo. Pero,
a la vez, son parte de la élite que gobierna el país. Sin embargo,
este no es el mayor problema de Arabia Saudita. El mayor problema de este país
es que ese pacto social saudí está a punto de romperse ¿Por qué? Porque el
precio del petróleo ya no es el que era. Cada vez entran menos petrodólares en el
país... y todo apunta a que esta va a ser la tónica habitual en las próximas décadas.
Pues bien... en el año 2017, la solución a todos estos problemas tenía un nombre propio. Atentos.
LA GRAN DECEPCIÓN SAUDÍ
Desde el año 2017, Mohammed Bin Salman es el príncipe heredero de la Corona Saudí. Es decir,
cuando fallezca su padre, el Rey Salman, heredará el trono. Pero antes de que llegue ese día,
ya tiene poderes plenos para dirigir el país. Pensadlo bien, Bin Salman tiene 35 años: su padre
tiene 84. El objetivo de este joven príncipe es conseguir diversificar la economía saudí.
Es decir, que ese pacto social saudí no depende del precio del petróleo. Para eso, necesita crear
nuevos sectores económicos... y eso explica todos los megaproyectos de los que hemos hablado
en anteriores vídeos de VisualPolitik. ¡Pero no sólo eso! ¿Recordáis esos 2000
miembros de la Casa Real Saudí? Pues muchos de ellos no están nada contentos con que les
mande un chico de 35 años. Mucho menos con oír hablar de modernización en su país. Y por eso,
desde el primer día que Bin Salmán se hizo con el poder, decidió dar un golpe de efecto.
Cómo la élite Saudí terminó siendo prisioneros de cinco estrellas en el hotel Ritz-Carlton de Riyad
¡Exacto! A Bin Salman no le ha temblado el pulso para hacer redadas anti corrupción en
todo el país. En 3 años ha demostrado a todos quién manda en el país. En otras palabras:
Arabia Saudita ha pasado de tener un sistema político cuasi-tribal a convertirse en una
dictadura de una única persona. Esto explica también el asesinato del periodista Khamal
Kassoggi y de muchos otros activistas. Todo esto son intentos de Bin Salman de consolidar su poder.
Muchas de estas acciones son auténticas monstruosidades. Sin embargo,
la Casa Blanca ha hecho la vista gorda ¿Por qué? Porque, al menos en teoría,
gracias a estos movimientos, Bin Salman puede controlar a los líderes religiosos más radicales.
Y aquí es donde está el dilema ¿Qué es mejor? ¿Aceptamos que Bin Salman se convierta en un
dictador... a cambio de que Arabia Saudita deje de exportar terrorismo? Pues sí,
podría ser un dilema ético de primer nivel. Pero tranquilos, no hace falta que os preguntéis
nada. La realidad ya nos ha dado la respuesta: Bin Salman está fracasando estrepitosamente.
El ejemplo más claro es la Guerra de Yemen. Arabia Saudita tiene el armamento más moderno del mundo.
Los rebeldes de Yemen, apoyados por Irán, usan armamento de la Unión Soviética. En principio,
esta guerra parecería un paseo militar. Sin embargo, la guerra de Yemen se ha convertido
en un drama humanitario... y una humillación para Arabia Saudita. Pero en el campo de la economía,
Bin Salman ha aplicado las recetas del bombero torero (((NOTA AL TRADUCTOR: “el bombero
torero” es una expresión española graciosa que indica “ideas ridículas, estúpidas...). Lo hemos
explicado en muchos otros vídeos que os dejo en la descripción. La OPV de ARAMCO fue un fracaso.
Y casi ningún inversor se ha atrevido a apostar por las megaciudades saudíes. Ya sabéis, esas
megaciudades que iban a tener coches voladores, parques jurásicos y lunas artificiales para atraer
el turismo. A todo esto hay que sumarle la crisis del CoronaVirus, que ha actuado como catalizador.
Mientras tanto, Bin Salman está agotando las divisas de reserva extranjera y aumentando la
deuda del país. Mientras tanto, el paro juvenil en Arabia Saudita ya está en el 27%. Pensadlo bien:
con un estado al borde de la bancarrota ¿Es posible contratar a más funcionarios?
A la vez que ocurre todo esto, Bin Salman se ha comprado uno de los yates más caros
del mundo. Un yate de lujo que vale más de 500 millones de dólares. Además, tiene un castillo
francés de 300 millones de dólares y un Da Vinci de 450 millones de dólares. Dicho de otra manera:
cada vez hay más jóvenes yéndose al paro. Mientras tanto, pese a los esfuerzos de Bin Salman, aún
existen montones de imanes radicales predicando sus ideas en redes sociales. Algunos como Muhammad
Arefe tienen más de 20 millones de seguidores en Twitter. Este hombre tiene prohibida la entrada en
países como Suiza, Dinamarca o Reino Unido. Sin embargo, sigue trabajando en la Universidad del
Rey Saud. El gobierno ha intentado detenerle en varias ocasiones. Y en cada uno de estos intentos,
miles de seguidores se echaban a las calles a defenderle. Para terminar el panorama, recordad
el enorme arsenal que tiene el ejército saudí. Y aquí es donde dejamos unas preguntas para vosotros
¿Qué pasaría si todas esas armas cayeran en las manos equivocadas? ¿Qué puede pasar si se rompiera
definitivamente ese contrato social saudí? ¿Qué pasaría si todos esos ciudadanos saudíes perdieran
su trabajo? Podéis dejarme vuestra respuesta en los comentarios. Y como siempre no olvidéis
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