Las librerías sueñan con poder reabrir sus puertas para Navidad
Las librerías en Chequia permanecen cerradas desde finales de octubre y el impacto será duro. Los comercios, que esperaban aliviar las pérdidas sufridas en primavera en la temporada alta de Navidad, esperan poder reabrir lo antes posible.
Para esta Navidad los libreros en Chequia no desean nada más que poder volver a abrir sus tiendas. Las restricciones adoptadas por el Gobierno a finales de octubre están ocasionando grandes pérdidas al sector, que se vio perjudicado de manera marcada también durante la primera ola del coronavirus.
A pesar de la leve mejora que se registra en Chequia en cuanto a la situación epidemiológica, no es seguro que los comercios puedan reanudar su actividad a tiempo para Navidad.
Ivana Oberhofnerová, de la cadena de librarías Luxor, confirmó para la Televisión Checa que a pesar de que se registra un crecimiento de pedidos por internet, el volumen de ventas no es suficiente.
“Procuramos apoyar las ventas por medio de nuestra tienda electrónica y hemos registrado un crecimiento de pedidos en decenas porcentuales. Pero las ventas en línea no pueden sustituir a las de las tiendas tradicionales”.
El ministro del Interior, Jan Hamáček, expresó este domingo para la Televisión Checa que el levantamiento de las restricciones es más bien una cuestión de semanas o meses y que el Gobierno debe ser precavido para evitar que la situación empeore nuevamente, tal y como sucedió tras el verano.
Las ventas por internet han estado creciendo de manera global en la mayoría de los sectores pero, al parecer, muchos amantes de los libros prefieren hojear los ejemplares en las tiendas en vez de comprarlos en línea.
Además, la segunda ola del coronavirus ha pillado a los libreros en el peor momento, según confirma Oldřich Suchý, encargado de una de las tiendas de las librerías Kosmas.
“Por desgracia, el cierre vino en la temporada en la que se publican los títulos más atractivos y cuando se inicia la temporada alta para los libreros. Y no todos están dispuestos a pedir libros por internet”.
Algunas librerías han abierto ventanillas de entrega para así ofrecerles a sus clientes más opciones a la hora de recoger sus pedidos. Pero, de igual manera, las personas deben reservar primero sus títulos por internet.
Además, en el periodo anterior al cierre, muchos editores invirtieron millones en la publicación de nuevos títulos literarios, de acuerdo con Martin Vopěnka, presidente del consejo directivo de la Unión Checa de Libreros y Editores. Según comentó, los editores confiaron en las afirmaciones de las autoridades que negaban la posibilidad de que se cerraran los comercios. Ahora, no hay donde vender los libros impresos y muchos se han quedado encerrados en los comercios.
Las librerías que más se han visto impactadas son las pequeñas tiendas, que cuentan con la temporada de otoño para ganar lo suficiente para sobrellevar el año siguiente. Martin Koubík, dueño de una pequeña librería en el barrio praguense de Vršovice, afirma que las ventas han caído a un 15%, o a un 30% en los días mejores, y que ha adquirido un préstamo de unos 22 000 euros para sobrevivir este difícil periodo.
De acuerdo con el ministro de Comercio y Transporte, Karel Havlíček, el Gobierno debería empezar a debatir la posible reapertura de los comercios a mediados de noviembre. Afirmó que, una vez cumplidas las medidas de higiene que se establezcan, las librerías podrían abrir a tiempo para Navidad.
Los libros figuran cada año en las listas de Navidad de los checos. De acuerdo con una encuesta de la agencia STEM/MARK, a principios de diciembre del año pasado un 75 % de los checos planeaba comprar un libro como regalo.